mardi, mars 09, 2010
Mujeres, entre el odio y el amor, Modiano... Silvia Plath
Ayer fue el "Día internacional de derechos (ojo, derechos) de la mujer" iniciado por la Internacional socialista, hace un siglo, sin que la situación cambie notablemente. ¿Cómo terminar con los mitos fóbicos contra la mujer, de la ley masculina, la medusa, la que petrifica con la mirada al hombre? Si seguimos creyendo en las diferencias esenciales entre hombre y mujer, es decir biológicas, es que no creemos en nuestra especie como proyecto de trascendencia, es que no creemos en nuestra Humanidad, que es esa capacidad de pensar, de salir de las estigmatizaciones, de los discursos de verdad que terminan siendo fundamentalistas, de esa "religiosidad de la verdad". Lo que acaba de suceder en Nigeria es horrendo (asesinaron a quinientas personas, en su mayoría mujeres y niños), musulmanes contra cristianos, enceguecidos por la cólera, el miedo y la misoginia. En esta época de culto al cuerpo como valor agregado, como diferencia esencial, y de retorno a teorías naturalistas de nuestra especie (ver maternidad), nos acercamos cada vez más a los mamíferos y negamos todo proyecto humano, NI falo castigador, ni vagina dentada, personas. No evitemos el debate.
Cómo me gustaría creer en la ternura:
el rostro de la efigie, suavizado por velas,
inclinado hacia mí, en particular, sus ojos apacibles.
La luna y el tejo, Silvia Plath
Sí puede haber ternura en la mirada cuando logramos mirar al otro como si se tratase de nosotroas mismoas, esa resaca, ese recuerdo que regresa, a la manera de Patrick Modiano: C'est terrible, je le vois maintenant... C'est horrible ce que vous me dites... On ne se rend pas compte... Je ne relis pas, j'oublie ce que j'ai écrit... C'est comme une amnésie... Comme un ressac... Non, pas un ressac... C'est récurrent mais souvent inconscient... Quelquefois c'est un peu gênant, j'oublie complètement..." Lograr esa mirada y escribir un libro, uno solo, que se trata siempre de repetición, como Cumbres Borrascosas, o como Le guépard: http://http//www.lemonde.fr.
Seamos almas, Helene Cixous dixit, que el futuro podría ser femenino, si es que Rimbaud vio bien el futuro, o simplemente creyó que podría ser menos injusto, más humano.
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