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dimanche, mars 25, 2012

Extranjero(a)s en su propio territorio

Domingo: me levanto muy temprano, ayer cenamos en casa de unos amigos en Bello Monte, hablamos de Chávez y de su posible sucesor, si su salud empeora, hablamos de autores venezolanos, de la comida venezolana, comemos "tostones", plátanos fritos con queso "telita", luego asado, arroz, de postre "dulce de guayaba con torta de queso", todo está delicioso, aunque es una cena "rica", riche, se me viene la palabra en francés. Regresamos a casa, evoco la noche anterior en casa de otros amigos, la música cantada con guitarra, las voces altas, no poder seguir la conversación y una cierta fatiga de mi parte: eran muchos hombres y había solo dos mujeres más que se refugiaron en la cocina (sic)....
por la noche relectura de El extranjero, de Camus, algunas frases se me vienen enseguida: el estruendo del disparó resonó en ese día que había sido feliz.... o algo así. Es la frase de Merseault cuando dispara al árabe y no entiende ¿por qué? A Merseault, todo le da igual la vida como la muerte, el amor o la soledad... después de este libro, oír las noticias y los análisis de la "tragedia de Toulouse", este personaje joven, desarraigado, sin afectos que asesina con tanta frialdad...
un "extranjero", no pertenece a Francia, no pertenece a ningún lugar...
le digo a Olivier, o pienso que se lo digo, que es terrible confrontarse a esa realidad, por la proximidad del lugar, los padres de Olivier viven en Toulouse, no puedo dejar de pensar...
Hay algo que trasciende el lenguaje, que es estar sin lenguaje, tal vez regresar a un estado pre-natal donde nada se nombra y no hay comprensión ni representación.
cada vez estoy más convencida que poder querer, amar, es el punto más alto en el proceso de una existencia,  y que esto no sucede muchas veces. tiene que haber una conexión a través de las palabras, sin lenguaje, es la locura...

últimamente tengo muchas ideas, quiero escribir, pero el tiempo no me da, pero hay, también una falta de concentración, o es más bien que percibo el barullo que me rodea y me niego a aislarme o a irrumpir en esos espacios llenos de ruido. como hablar en medio de una conversación en donde todo el mundo grita.

releo el extranjero y leo los cuentos de Bolaño, El secreto del mal, me aburro, su lenguaje, sus descripciones me parecen repetitivas, este mundo no me habla. me cuesta mucho ignorar el lenguaje, que nunca llega a estar realmente presente, es despersonalizado, mnnn... hay algo de eso, es "hablado, más que hablante"... es una intuición... luego me pregunto , ¿qué hago con este blog? sigo anotando cosas, dando vueltas a ciertas ideas o lo cierro? un día, de todas formas, desaparecerá en el espacio inmaterial. algo está cambiando de forma veloz, es como si una parte del mundo avanzara hacia un espacio cada vez más abismal, absurdo y desprotegido, y es una imagen extraña y enigmática que se contempla desde la noche... hay algo de eso en El extranjero, lo absurdo, lo arbitrario y lo contingente dominando nuestras vidas.

hoy es cumpleaños de mi padre.


dimanche, mars 18, 2012

¿qué puede la creación?

cada vez que pienso en cuántas cosas vamos perdiendo a lo largo de los años, cierta inocencia, la espontaneidad; la confianza en las otroas, es la más importante. ¿cómo hacer para que todo aquello que no podemos transformar sea un recuerdo, sin dolor, una evocación si resentimiento? A veces siento que antes de pasar a la creatividad (quitándole a este término su arrogancia absoluta) pasamos por esos periodos de resentimiento, pensaba en las revoluciones, sociales, sexuales, en las que una minoría, considerada así injustamente, toma las armas, pensaba en Venezuela y en cómo se puede radicalizar el momento político hasta hacerse tirano si es no encuentra una perspectiva sólida y durable. pensaba en las luchas feministas que no han podido transformar un patriarcado que se prolonga indefiniblemente, en medio de una economía cada vez más cruel y financiera, donde las mujeres son también bienes, y pensaba en mí misma, por supuesto, en si he podido responder a una serie de limitaciones con audacia e inteligencia, o solamente con huidas, omisiones, crisis de protesta y golpes en una puerta cerrada...

muchas veces lo que llamamos creación (yo diría "transformación") tiene que ver con un enorme sentimiento de impotencia, con no poder cambiar las cosas, el rumbo del mundo. tiene que ver con el absurdo de nuestras vidas, con esa deriva arbitraria y violenta, y tiene que ver con luchar por llevar su propio ritmo, de ahí que la plusvalía del reconocimiento y las ventas no sea lo más importante aunque pueda ser un puente por el que circulan otros valores...
 me estoy poniendo muy abstracta y creo que esto de se debe a que no intuyo un oyente, no veo un interlocutor(a) en medio del mundanal ruido, hay una cacofonía ambiental que me hace más difícil acercarme del centro de las cosas, como si solo flotase alrededor de ellas. o será que como escribo una novela y cada vez más artículos, me cueste estirar le tiempo para llegar a mi blog, sin perder la concentración..

Madame Guyon practicaba el "quietismo", yo también quiero quedarme quieta, escuchar...

ayer, viendo a Juan Goytisolo en la Feria del libro, pensaba: aprender la humildad, nunca tomarse como el cento de nada.... me daba verguenza enfrentarme con mi arrogancia, mi ceguera, mi vehemencia...

impresión que estaba en medio de un movimiento comunal amplio (pensé en La comuna, claro) al ver a tanta gente con alguna prenda roja celebrar y pasear alegremente entre los libros, terminando por formar una muchedumbre para que le regalasen uno....

y ahora, toca desayunar antes de morirme de hambre, las "guacharacas· aves corales parecidas a un faisán dan siempre conciertos en la mañana. en realidad hay una multitud de pájaros, es la jungla!

dimanche, mars 11, 2012

la mañana con luz

cada mañana le dedico un mínimo de tiempo a pensar qué estás sucediendo, qué pasa con el tiempo, con mi tiempo, con la presencia de los demás, con la ausencia, qué sucede, en el fondo, con lo esencial, con la calidad de nuestras relaciones. a veces, la sensación de estar al borde de un abismo, donde la imagen anterior de mi misma, tiembla  a punto caer bien en el fondo. si antes pensaba que podemos acostumbrarnos a todo, ahora creo que esta época va demasiado rápido en su inmaterialidad, dejándonos a medio camino, en este movimiento constante, como un torbellino.

escribir bajo ese fuego cruzado de la información sintética, que trata de parecerse a la realidad y que casi siempre la reduce, la hace maniquea, exige una renuncia al afuera, casi un encierro para no terminar realmente desarraigada, queda, tolerar la soledad... otro tópico de este tiempo, la soledad de los objetos electrónicos (cuántas prótesis tenemos entre la computadora, el Ipod, o el teléfono?). por qué porqué, ahora siento que cualquier intento por tratar de comprender, y exponer un punto de vista puede terminar siendo vano? al principio pensaba que era esta multiplicación de discursos, que es como una multiplicación de lenguas, la que no permitía reconocerse en ese tumulto, ahora pienso que es porque necesitamos más tiempo para estar con nosotroas, para pensar, luego actuar. ¿podemos permitirnos eso, o es de verdad un lujo?
he pasado horas escribiendo y corrigiendo, pensando en si un texto, un libro arrancado al tiempo, podría captar todavía la atención, ¿quién se detendrá a recorrer sus páginas, quién se dejará poseer por otra persona en esta época de hiper-individualista (con una tecnología que nos ha aislado, convertido en plataformas ambulantes del estrépito planetario enloquecedor) atomizados, quién aceptará perderse, ahora que toda la ruta está señalada? No lo sé. Entra una mujer a un café muy chic, la veo jugando con su celular a toda prisa, envía mensajes, no está, está con su teléfono y quizás en su casa. somos cientos de personas que pasamos por las calles casi sin vernos, menos oírnos... estoy segura de que no sucede en todas partes, estas divisiones tienen que ver con la idea de sentirse invulnerable, con el hecho de olvidar lo esencial en nuestras vidas creyendo que poseer objetos, nos hace diferentes... otra noción estúpida, pero es que la gente se ha vuelto realmente tonta???

la era de la indiferencia, del frío, ha llegado... no sienten frío por dentro? no tienen ganas de apoyar la cabeza, sentir el latido de un cuerpo, descansar? yo sí...
por las mañana me despierto contenta, Venezuela me implica en sus movimientos sociales, siento una población viva, apasionada, poco desgastada... dan ganas de creer, de juntarse con elloas.,,, pero, no sé, no conocemos a mucha gente, vivimos casi de forma virtual pese a que estamos también en esta ciudad, la recorremos, yo y Olivier, a pie, respirándola...

nuestras estructuras más fundamentales, las amistades, la familia, están lejos, queda construir nuestro espacio, o los puentes para poder ir y venir sin quedarse completamente sin referentes. la lucha de la extranjería, de esa parte nuestra que se resiste a lo idéntico y trata de sentirse bien en cualquier sitio, con cualquier compañía, hay que ser un poco valientes, pero yo sé que todoas, la humanidad entera es valiente, solo hay que esperar el instante de gracia. que el silencio, la atención sean una elección...
será??

mercredi, mars 07, 2012

Polémica en el psicoanálisis


El odio del psicoanálisis.

Por Patricia de Souza
El siglo XX, después de Sigmund Freud, nos ha obligado a comprendernos no solamente como seres sociales, dotados de lenguaje, sino como seres con un cuerpo que traduce una serie de experiencias sensoriales en síntomas, en marcas en lo que se llama “inconsciente”. Hablar del cuerpo es hablar inevitablemente de sexualidad tal y como la comprendemos ahora, de prohibición, de pulsión de muerte, de relación con la familia; todos, temas que siguen siendo polémicos y que generan enfrentamientos violentos, por ejemplo, el que ha surgido hace poco en Francia con la publicación de un libro igualmente polémico:  El crepúsculo de un ídolo de Michel Onfray, y que ha inspirado una respuesta inmediata de una de las defensoras más importantes del psicoanálisis allí: Elisabeth Roudinesco. La crítica fundamental de Onfray a Freud es la ambición universalista de una teoría que considera filogenética y que deja de lado la historia particular de cada cultura y de cada persona, imponiendo conceptos como el complejo de Edipo, de castración, o incluso el de la “horda primitiva” que  asesina al padre y que según Freud sería el origen de la ley. Según Roudinesco, Onfray no solo ha tratado de hacer de Freud un ídolo de barro, homófobo, que abusaba de su cuñada, y que habría sometido a su hija Anna a una relación de tiranía, sino que ha hecho de este una suerte de dictador partidario de la desigualdad de las razas, convertido en un vocero del revisionismo internacional contra psicoanálisis. Onfray  piensa que el psicoanálisis no ha seguido la evolución social e histórica de su tiempo para entender ciertas categorías, es decir, ¿cómo universalizar ciertos conceptos sin adoptar las categorías de civilizados y salvajes”, o femenino y masculino? Si Michel Foucault trató de re-historizar el cuerpo contra la naturalización del psicoanálisis, las feministas también trataron de desmontar la teoría sobre la feminidad de Freud que reduce la evolución sexual de la mujer a una envidia del pene, a la pasividad y a un masoquismo latente (ver la conferencia sobre la feminidad de Freud). Lo que pretende Onfray es recuperar una corriente que llama “psicoanálisis de izquierda” (donde estarían Wilheim Reich y Eric Fromm) que comprende que nada es modificable si no cambiamos la situación social de ciertas poblaciones. Es decir, poco puede el psicoanálisis contra los síntomas de la dominación, la opresión y el miedo si no se transforma el estatus de quienes lo sufren, lo que Onfray denomina “contexto patógeno”. En lugar de una adaptación de la persona a su medio, a través de una sublimación que evitaría la neurosis, Onfray plantea lo que ya otros dijeron antes, entre ellos el psiquiatra anti-colonialista Frantz Fanon: liberar al cuerpo del trauma de la humillación y la colonización mental para poder curar los síntomas. Onfray ataca al ídolo en sus puntos más débiles y plantea un psicoanálisis solidario, menos venal y más humano, quizás más moderno, porque una cosa es cierta, más allá de las conspiraciones contra el psicoanálisis que denuncia Roudinesco, hay una exigencia de que se reconozca en su tiempo y avance con él para no quedar rezagado.
Elisabeth Roudinesco, ¿Por qué tanto odio? Libros del zorzal,  125 pag.