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jeudi, novembre 28, 2013

seres morales, o…?

Doy vueltas y vueltas a la interrogante de qué es lo que sucede en países como Francia, donde la educación es gratuita y, hasta hace poco, excelente. La inclusión, la ascensión social a través de la educación fue un hecho concreto durante más de dos décadas, ahora, es casi una historia del pasado. La educación se ha convertido en una forma de discriminación social, el determinismo por origen y clase social, una fatalidad. ¿Qué ha pasado? Pienso que el desarrollo económico, tecnológico, no ha ido a la misma velocidad que el desarrollo moral y espiritual de la mayoría. Esto tiene que ver con el monopolio de la religión en lo que se refiere al término de "vida espiritual", cosa que no es cierta, la vida interior, espiritual, tiene que ver con una formación rica, diversa, no cerrada ni fanática. El problema es que la religión es la única identidad para un mundo desorientado, que la educación no puede competir con las cadenas sociales que dan la impresión de saber todo, conocer todo, no necesitar de nadie, etc.., la impresión que tienen los jóvenes es que no aprenden nada en los colegios. Sobre ellos pesa la propaganda de una sola forma de vida democrática: la liberal, individualista, fetichista con los objetos, consumista, egoísta y cerrada al cambio. No se trata de no consumir, ni de no desear objetos, al final estos cumplen una función simbólica, todo, desde lo que comemos, cumple una función simbólica. No comemos lo que tenemos en el plato, sino, lo que significa, origen, paisajes, personas… Creo que soy clara en eso. Cuando como un plato peruano me estoy poniendo en relación con todo lo que so significa, mi casa, mi mamá, mis hermanos, mi padre, y por eso a muchas personas con enfermedades inmunológicas (el cuerpo deprimido) les recomiendan "comidas afectivas", que simbolicen una historia, que los inscriba en un relato. Es la "magdalena "de Proust, comer es también recordar!!
Nuestro debilitamiento viene también de allí, no comemos lo que deseamos, sino lo que nos venden como apetitoso, no compramos lo que necesitamos sino que lo que nos dicen que debemos necesitar, etc… nuestra libido está totalmente neurotizada, y los jóvenes que no poseen mecanismos para defenderse, sucumben y viven constante estrés… todos están estresados por tener el último Ipad, el Ipod, y ¿qué pasa cuando los tienen y luego se aburren? Vacío, depresión… es que finalmente la economía, la apariencia no es el bienestar, es solo un espejo deformado, la persona moralmente sólida, en contacto con sus afectos, estará mucho más completa, en mayor capacidad de elegir y saber lo que desea. En Europa, y en Francia, el enriquecimiento económico no ha ido de la mano de un enriquecimiento moral, la educación no ha creado seres morales capaces de ser empíricos ni solidarios, en esa carrera por ser economía fuerte, se han creado unos prototipos raros, depredadores, egoístas y atomizados. En ese encierro las otras personas no pueden existir, solo están ello.as y su necesidad de subsistencia. El hecho de ser una sociedad normativa, administrativa y llena de funcionarios (la función pública es enorme) no ha facilitado sino una abstracción de la propia condición en la cual las personas no se ven en medio de un entorno si no solas. Esta forma de vida, ha desgastado los nexos sociales, sembrado desconfianza y sensación de desamparo. Si yo estoy mal y me siento mal querida, no voy a mover un dedo por nadie, au contraire… este es a lo mejor el trasfondo de la crisis moral, de civilización que se vive en Francia. No es crisis económica, es crisis de sentido..
volveré sobre este tema si la vida cotidiana no atenta contra la concentración. recomiendo leer El horror económico, de Viviane Forrester…


vendredi, novembre 15, 2013

La fortaleza Vacía



A veces la sensación de encierro. Dios, !cómo es importante escribir sobre estas cosas ! La sensación de encierro al no poder comunicar, no poder hablar con las personas más cercanas. Todo es ruido y es ruido porque estamos saturadoas de ruido externo. Siento que la situación empeora, que nos acercamos a un abismo donde las palabras pierden su valor humano, su sentido primordial, decir, no solo nombrar cosas. El idioma no recorre, se impone como un regimen fascista, absoluto. Siento que cada vez estoy más lejos de mis orígenes, no hay forma en que pueda compartir con mis próximos valores, sueños, ideas. Están inmersos en la lucha por la subsistencia, en el caos de la vida cotidiana que no tiene futuro. Mi gran frustración es no poder protegerlos. Este modo de vida, utilitario, que depende completamente de la especulación en la economía, ha dejado fuera a quien no se adapta (y adaptarse significa no tener escrúpulos, ser una persona sin moral). Si antes hablaba de confusión, creo que es más grave, es que si las cosas siguen siendo tan brutales en el día a día, terminaremos convirtiendo a la población en un hospital siquiátrico. La sicosis del miedo domina, el miedo a la enfermedad, la obsesión de la catástrofe… Todavía peor, esta forma de subsistenciá tan cruel, está destruyendo los vínculos afectivos, sociales. Todo es ganancia y toda persona es un medio para conseguir algo. Como decía Frantz Fanon en su libro, Los condenados de la tierra, el daño psicológico de las sociedades en crisis constante, en estado de guerra, es irreversible.


Pensemos que esto puede ser una alarma, la salud mental, espiritual, se nutre de una confianza en el futuro, al menos de una idea de futuro. Un presente tan angustioso como el que vivimos hoy en día, lapida toda imaginación, inventividad. De ahí que resurjan tantos movimientos fundamentalistas, que el racismo sea moneda común. Creo que quienes escribimos percibimos esta petrificación del idioma como síntoma… espero que no nos congele como la lava a Sodoma y Gomorra. El castigo vendrá de nosotroas.

lundi, novembre 04, 2013

las intermitencias del corazón

Este iba a ser el título de A la búsqueda del tiempo perdido, a mí me parece hermoso. Las intermitencias del corazón ligadas a las intermitencias del lenguaje que las nombra en un parpadeo constante.
Siento que el lenguaje parpadea cuando no puede comprender lo que está pasando, cuando una persona no puede comprender lo que está viendo, sintiendo, viviendo. En esos momentos da golpes a un alto muro, la realidad es ese muro que se levanta delante de una persona.
Más que nada siento que este caos social en que se vive constantemente engaña a la sintaxis, la pierde, la enreda.  No es posible tener una visión clara de su situación social cuando no tenemos una existencia como persona entera, colectiva, relacionada con su entorno. Esta crisis que yo creo que la vivo desde que empezó la adolescencia, arrasa con todo. Siento que muchas personas que quiero tambalean, pero sobre todo tambalean sus frases, sus ideas y que sus sueños empobrecen. Hay un movimiento externo en Lima que esconde y disimula una fijeza en el interior, una falta de movilización, de circulación de sangre nueva, como un colapso espiritual. Eso solo lo percibo en ciertas circunstancias en que atravieso el brillo aparente de la superficie, cuando escucho, recorro. Lo que más me duele es ver ese extravío del lenguaje que no da reposo a una cabeza que trata de comprender, sin entender, por qué se encuentra donde está, sin futuro, sin presente, en una precariedad constante. Ese sacrificio es inhumano, que sucede, en medio de la más completa indiferencia. No hablo de las mujeres y los ancianos que no siquiera pueden dejar salir una queja, un reclamo, sin que la amenaza de ser sepultadas civilmente aparezca. Sobre todo, hay un decaimiento moral, el desarraigo es horrible porque no sabemos por qué  estamos en esto, no hay relato que lo explique, salvo la ganancia y la promesa que no se cumple de que el Perú mejorará,

estas son algunas huellas de Lima, todavía frescas...
salida a este de la ciudad, cerca de los cerros áridos de las estribaciones de los Andes...

¿No será también que esa sofisticación de la comida es la respuesta a esta falta de "vida interior"?
No hay vida interior porque hay ruido. demasiado ruido, replegarse, escuchar, cuesta. es un lujo.

hablando con un hombre de treinta años, noto que sus frases corresponden a una persona de 15 años... suele sucederme en mi país...