Doy vueltas y vueltas a la interrogante de qué es lo que sucede en países como Francia, donde la educación es gratuita y, hasta hace poco, excelente. La inclusión, la ascensión social a través de la educación fue un hecho concreto durante más de dos décadas, ahora, es casi una historia del pasado. La educación se ha convertido en una forma de discriminación social, el determinismo por origen y clase social, una fatalidad. ¿Qué ha pasado? Pienso que el desarrollo económico, tecnológico, no ha ido a la misma velocidad que el desarrollo moral y espiritual de la mayoría. Esto tiene que ver con el monopolio de la religión en lo que se refiere al término de "vida espiritual", cosa que no es cierta, la vida interior, espiritual, tiene que ver con una formación rica, diversa, no cerrada ni fanática. El problema es que la religión es la única identidad para un mundo desorientado, que la educación no puede competir con las cadenas sociales que dan la impresión de saber todo, conocer todo, no necesitar de nadie, etc.., la impresión que tienen los jóvenes es que no aprenden nada en los colegios. Sobre ellos pesa la propaganda de una sola forma de vida democrática: la liberal, individualista, fetichista con los objetos, consumista, egoísta y cerrada al cambio. No se trata de no consumir, ni de no desear objetos, al final estos cumplen una función simbólica, todo, desde lo que comemos, cumple una función simbólica. No comemos lo que tenemos en el plato, sino, lo que significa, origen, paisajes, personas… Creo que soy clara en eso. Cuando como un plato peruano me estoy poniendo en relación con todo lo que so significa, mi casa, mi mamá, mis hermanos, mi padre, y por eso a muchas personas con enfermedades inmunológicas (el cuerpo deprimido) les recomiendan "comidas afectivas", que simbolicen una historia, que los inscriba en un relato. Es la "magdalena "de Proust, comer es también recordar!!
Nuestro debilitamiento viene también de allí, no comemos lo que deseamos, sino lo que nos venden como apetitoso, no compramos lo que necesitamos sino que lo que nos dicen que debemos necesitar, etc… nuestra libido está totalmente neurotizada, y los jóvenes que no poseen mecanismos para defenderse, sucumben y viven constante estrés… todos están estresados por tener el último Ipad, el Ipod, y ¿qué pasa cuando los tienen y luego se aburren? Vacío, depresión… es que finalmente la economía, la apariencia no es el bienestar, es solo un espejo deformado, la persona moralmente sólida, en contacto con sus afectos, estará mucho más completa, en mayor capacidad de elegir y saber lo que desea. En Europa, y en Francia, el enriquecimiento económico no ha ido de la mano de un enriquecimiento moral, la educación no ha creado seres morales capaces de ser empíricos ni solidarios, en esa carrera por ser economía fuerte, se han creado unos prototipos raros, depredadores, egoístas y atomizados. En ese encierro las otras personas no pueden existir, solo están ello.as y su necesidad de subsistencia. El hecho de ser una sociedad normativa, administrativa y llena de funcionarios (la función pública es enorme) no ha facilitado sino una abstracción de la propia condición en la cual las personas no se ven en medio de un entorno si no solas. Esta forma de vida, ha desgastado los nexos sociales, sembrado desconfianza y sensación de desamparo. Si yo estoy mal y me siento mal querida, no voy a mover un dedo por nadie, au contraire… este es a lo mejor el trasfondo de la crisis moral, de civilización que se vive en Francia. No es crisis económica, es crisis de sentido..
volveré sobre este tema si la vida cotidiana no atenta contra la concentración. recomiendo leer El horror económico, de Viviane Forrester…
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