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mardi, mars 31, 2009

De nuevo Weil

Escribí este artículo para el Babelia. Resulta que había salido ya algo y se ha quedado en el firgider... Lo cuelgo porque esá inédito. Tal vez lo pase a otro diario.

La Vírgen roja nació hace cien años.

Por Patricia de Souza


Es difícil explicar cómo encontramos en nuestras vidas, personas fundamentales. Yo no recuerdo cómo fui a dar con Simone Weil (París 1909), tal vez leí que ella había inspirado el personaje de Madame Edwarda, de la novela de George Bataille y empecé a leerla. No sé muy bien, pero, a la lectura de sus primeros escritos, sus lecturas de los trágicos, sobre todo de Electra y Antígona, comprendí inmediatamente su lucidez para entender que todos somos un poco víctimas, ni verdugos, ni víctimas, prisioneros. De todas las mujeres que se han dedicado a la filosofía SimoneWeil ha marcado un antes y un después. Ella pensó que el cristianismo, como el marxismo, debían ser el origen de una revolución espiritual, de una época con valores nuevos en el que el ser humano sería el eje. Pero más que eso, ella, comprendió, a una velocidad sideral, que ese cambio no se haría sin fuerza, que la moral de todo pensamiento era la acción y por eso militó en los sindicatos Franceses, se hizo obrera en Halmston, partió a España durante la Guerra y se unió al POUM, pasó por Londres hasta caer agotada a los 34 años. Su gran decepción es esa certeza de que nadie actúa libremente sino es dentro del pensamiento, el genio es la voluntad de pensar.
Platónica, ella siempre pensó que la esencia de todo ser humano era el cambio, como Heráclito, y sin embargo estaba convencida de que el “Actuar no es otra cosa que cambiar yo misma, cambiar lo que siento o lo que pienso, pero ese cambio que tanto deseo no es suficiente con desearlo para obtenerlo. No puedo hacerlo sino indirectamente. Sufro, deseo, dudo, ignoro; es una de las maneras de decir que lo que soy no me satisface y que esto ignora mi autorización para ser yo. Lo que soy, lo padezco. Sin embargo tengo poder sobre lo que padezco, mi definición de alguna manera de lo que es actuar: existo en la medida que puedo. (...) Mañana es esa persona que no puedo cambiar inmediatamente. Esa relación entre el presente y el futuro es lo que constituye el tiempo.” Simone Weil transforma una meditación metafísica en una cosa concreta, en una intuición tan vital que se hace moral al elegir la acción. De alguna forma Weil quería ser Cristo, un símbolo que se haría signo femenino para hacer una verdadera revolución. Tal sacrilegio solo se entiende en esa vocación por pensar, antes que nada comprender. Decía ella: no juzgar ni encolerizarse, comprender. Ese era el “oro” que ella veía en sí misma y que nadie supo reconocer porque su luz es lenta, nos llega ahora, después de que Charles de Gaulle dijese que estaba loca y que Camus la defendiera, aunque siempre hay algunos que piensan que su aversión al judaísmo la hace sospechosa (Steiner por ejemplo). Lo que comprendió Weil es la brutalidad de un sistema, de la pobreza (siendo de una familia judía muy rica), del sufrimiento, con una capacidad de empatía casi excepcional, pero también comprendió la brutalidad de la religión cristiana cuando castiga y oprime. Ella escribe: Cuando un ser humano no me habla con brutalidad, no puedo dejar de pensar que debe haber algún error y que este lamentablemente se va a disipar. Porque de forma extraordinaria, ella solo sintió que era una esclava, una intermediaria, un instrumento, que se atrevió a soñar con ponerse en el lugar de Dios.

lundi, mars 30, 2009

terminando

Termino la corrección de El último cuerpo de Úrsula... falta portada... malestares que presumo tienen que ver con algunas etapas, periodos que concluyen y hacen sonar su campana. En fin, aspavientos del viaje, ganas de estar "en forme", como se dice en francés...

samedi, mars 28, 2009

Frase

La frase de Jean Paulhan: Si las palabras no cambiaran el sentido y el sentido las palabras, es elocuente y habla muy bien de lo que dije ayer: la experiencia nos marca y nos hace cambiar el sentido, o, por lo menos, ponerlo en duda...

Ganas de ligereza, de sentirme bien entre mis prendas, de abandonarme y no ocuparme más de mí, peor aún, tomarme muy en serio.

Recomiendo, para los que leen en francés, un cómic que hace el primo de Olivier, Frank. Resulta que se va a vivir al Perú por un año, junto con su pareja. Entonces, él, que es un estupendo dibujante y humorista, ha creado dos personajes, él y su pareja, Cheri y cherie, a manera de autoficción, con la idea de ir contando lo que les tocará vivir. Es divertidísimo. www.partirunan.fr

vendredi, mars 27, 2009

La academia de la lengua en Francia


Anoche, Olivier me contó que habían elegido a François Weyergans en la Academia de la lengua francesa. No me sorprendió, Weyergans es un gran admirador del estilo, de la ligereza y la modernidad del idioma francés, aunque a veces se puede poner muy clásico, contradicciones de la lengua. Siempre extraño mis conversaciones con él que duraban horas. Justamente pensaba en que la calidad de nuestras amistades se miden el el diálogo. No el de este blog que, por supuesto, es lento y como dice Fernando, silencioso, pero en el concreto. Me preguntaba por qué las mujeres se quejan más de no ser oídas. Flora Tristán: hablé a los sordos, Simone de Beavoir: la violencia de las respuestas femeninas las inspira la arrogancia de los hombres... etc... Porque presumo que hay muy pocas ganas de escuchar hablar a una mujer, entonces, lo que puede ser canto, se convierte en grito (Pierre Bourdieu dixit).... Y justo esta mañana le comentaba a una persona el hecho de que yo carecía de estos interlocutores masculinos, de ahí que extrañe a Millet, o las conversaciones con Weyergans, que era todo un privilegio... Afortunadamente hay amigas, mujeres, más dispuestas a comprender esa necesidad sin juzgarla, al final lo que cambia es la respuesta porque la necesidad existe en todos, por ejemplo, Rilke se quejó siempre de esa falta de compañía hasta que conoció a Lou: dos soledades que se encuentran...


Y volviendo a la Academia francesa, fue creada por Richelieu en el siglo XVII para hacer del idioma francés uno de los fundamentos de la República mundial de las letras (lean el libro de Pascal Casanova en Amargana, perdón, Anagrana), con ese ímpetu cosmopolita tan francés. Desde entonces han pasado por la Academia, Claude Lévi-Straus, Marguerite Yourcenar, Alain Robbe-Grillet (lugar que ocupa FW) y Florence Delay... Por supuesto, ahora pasamos del français a françois (así se llamaba el francés, como Weyergans!!) no por nada Weyergans es francais, no!, es Belga! porque como Lévi Strauss nació en Bruselas... Y bueno, cada vez veo más difícil que mi querido amigo esté dispuesto a dar paseos por el Marais conmigo para soñar con hacer una residencia de escritores en México: ponemos una lámpara así en una sala, este sillón aquí... y así, nos íbamos caminando del brazo hasta la Place de Vosges. Din, dan, dan....FW avanzando con saltitos, como suele hacerlo y que es muy divertido, y yo, como una irreverente escritora que pisaba firmemente París... Francois y mi madre tienen la misma edad y son los, dos, como mi amiga Elba, escorpio.... Configuraciones interesantes...
foto: portada del libro más divertido de Francois: Franz et François, que trata de la relación apasionada, neurótica y divertida con su padre...

jeudi, mars 26, 2009

sobre comentarios

Estaba leyendo un post sobre los comentarios que se dejan en los blogs, y hay uno que me conmueve mucho porque se preocupa que mucha gente no me comente los posts. Yo sé que muchas perosonas me leen y no dejan huella, pasan silenciosos. No se los reprocho, creo que mi espacio es uno que pide silencio. Si escribo es para dialogar en ese silencio, pero también para seguir el ritmo de mis reflexiones o intuiciones. Creo que es como llevar un diario, un cuaderno de notas, sin mayor pretensión. Lo que sí es cierto es que últimamente siento que estoy en un espacio donde no logro penetrar del todo con un discurso que exige cierta presencia, cierto tiempo para pensar. Tampoco importa, persisto aunque termine ecribiendo en francés. En este momento escribir, pensar, es la única manera como puedo estar en el mundo. No conozco otra, aunque tal vez exista.

Y me pasé toda la mañana en el Museo de Antropología: me queda a 20 minutos caminando desde La condesa. Esaba lleno de estudiantes mexicanos que sonreían bajo el cielo nítido del D.F. Es uno de los museos más bonitos que conozco. Hay una cantidad de piezas arqueólogicas hermosas, utensilios, códices, reproducciones de templos... la lista es larga y hay que verlo en varias visias incluso ir a leer allí me parece extraordinario. Luego me fui, con Dostoievski en la mano, releo El eterno marido, a la cafetería. Pedí sopa de nopal y dos tostadas de cebiche. Estaba delicioso. Es una dirección que anotaré junto al de mi restaurante libanés en la esquina de mi casa en Amsterdam. Luego fui a ver la exposición sbre los Zares que el museo de Le Hermitage en Rusia, ha prestado a México. Salvo algunos objetos, unos trineos preciososos, el resto, los objetos en oro, las vestimentas y las joyas, no me atrajeron. Creo que mi gusto nuna ha sido sensible a todo lo que brilla sino a lo que tiene un encanto discreto...

cuestión de personalidad...

Nueva edición de Ellos dos

Como he revisado la nueva edición de Ellos dos, que debe salir en México el mes que viene, he escrito una introducción, que es algo que me salió de manera espontánea. Lo cuelgo, y luego regreso con el post de Helene Bessette.


Nota de la autora a la presente edición


Necesito decir algunas cosas sobre esta edición de Ellos dos en México: hasta ahora me veo caminando por un pasadizo largo y oscuro, sin detenerme a mirar atrás. Perseguía una imagen, algo en mí que no deseaba que desapareciera, pero sobre todo, me dominaba el deseo de comprender qué pasaba a través de ellas, esas imágenes y escenas que me acosaban; qué me revelaba el tiempo, la ausencia de ciertas personas, y la huella que se impregna en la memoria. Y late. Me he detenido y he mirado hacia atrás mientras corregía esta nueva edición que además coincide con la reedición de El último cuerpo de Úrsula en Lima (Seix Barral 2000). Lo que veo es un esfuerzo individual por reconstruir un pasado, una biografía encarnada en una exposición arriesgada en la que no temo poner el dedo en ciertas heridas, utilizando la primera persona. He querido construir un rostro de mujer para tocar sus contornos, reconocerlo, hacerlo humano, ponerlo a la altura del de un hombre, y para eso, he necesitado la mirada de los otros. Me doy cuenta de que en los últimos libros, El último cuerpo de Úrsula, Electra en la ciudad y Ellos dos, me convierto en un instrumento de exploración. Tal vez pude hacer que la escritura fuese más sistemática, más impersonal, pero no elegí ese camino, sino perderme de alguna manera en ese buceo por entre los signos de un pasado que no identificaba y que los otros me revelaban con una dimensión más rica, más trascendental. Son escenas que significan más allá de la experiencia y que me llevan a explorar otros significados, detalles, signos, que nosotros mismos somos incapaces de ver sino es apoyándonos en la mirada de los demás, es decir, ese puente de un Yo como otra. No como una vidente ni una predistigitadora, sino como alguien que une por unos instantes su sensibilidad a la de los demás, se abraza a ella y logra avanzar por el pasadizo. Es la razón por la cual, cuando reviso de nuevo este texto, siento que han pasado muchas voces en la mía, que he prestado también mi voz, que, escandalosamente, he tomado prestada la de otros, y otras, y que ese es justamente el lado inmoral de toda creación. Porque, aunque parezca un gesto egoísta, me movía algo que me identifica como ser humano: la curiosidad y la necesidad de comprender.

Ciudad de México, 26 de marzo del 2009.

mercredi, mars 25, 2009

La primavera

Empiza a nublarse por las tardes. Una semana exacta antes de ir a Lima. Los jacarandas están en flor y cubren de lila los parques. A veces podemos disfrutar con tan poco, y otras, pedimos tanto! Hoy he escrito mi artículo sobre Simone Wil y quiero escribir algo sobre Helene Bessette... ya regreso...

lundi, mars 23, 2009

Fragmento

Espléndido fragmento de Simone Weil que leo mientras escucho una radio portuguesa y no puedo evitar las ganas de compartir con ustedes:

Es un artículo, y se titula, Del tiempo:

Existir para mí es actuar, con tal que esa palabra sea asimilada en su sentido pleno, porque a partir del instante que actúo siento que no me basto. Actuar no es otra cosa que cambiar yo misma, cambiar lo que siento o lo que pienso, pero ese cambio que tanto deseo no es suficiente con desearlo para obtenerlo. No puedo hacerlo sino indirectamente. Sufro, deseo, dudo, ignoro; es una de las maneras de decir que lo que soy no me satisface y que esto ignora mi autorización para ser yo. Lo que soy, lo padezco. Sin embargo tengo poder sobre lo que padezco, mi definición de alguna manera de lo que es actuar: existo en la medida que puedo. (...) Mañana es esa persona que no puedo cambiar inmediatamente. Esa relación entre el presente y el futuro es lo que constituye el tiempo.

Increíble cómo Simone Weil transforma una meditación metafísica en una cosa concreta, en una intuición tan vital que se hace moral al elegir la acción. A veces pienso que esas personas que no hemos conocido pero que nos han inspirado ganas de ser mejores (soo una vez le he dicho a alguien que me inspiraba querer ser mejor), las que nos han hecho dudar de todo lo que hemos aprendido, son aquellas que nos han marcado y han abierto todas las ventanas para nosotroas...

ps: reflexión mientras me dirigía a leer sobre una banca del parque México, estaba en "fachas", es decir, salí como sea, llevaba prisa porque quería leer a SW al sol, y cuando me di cuenta ya estaba fuera, pero pensé: qué me importa si tengo mi libro de Simone Weil!!

La espiritualidad

Cuando leo a Simone Weil me doy cuenta de cuánto desencanto hubo en ella por no poder construir un mundo a su altura. Esa frase suya: nadie se da cuenta, pero hay oro en mí, revela su vulnerabilidad, su necesidad de ser querida, justamente hablando de la ternura...

Su desencanto surge también cuando constanta que somos como prisioneros de nuestros límites, sunlectura de Antígona es genial, búsquenla. O cuando decide enrolarse del lado de los republicanos durante la Guerra civil española y como obrera en Marsella, su decepción es enorme, la crueldad en ambos campos en la guerra, la insensibilidad del sistema de explotación en el mundo industrial. No quiere decir que haya banalizado nada, es que comprendía que parte de nuestra Maldad (así, con mayúscula) es el resultado de la carencia de un mundo espiritual.... me parece clarísimo, y qué duro, qué difícil es encontrar personas que deseen esa misma riqueza. Creo que ahora, mi querida Simone, se hubiese escandalizado todavía más... De ahí que me conmueva mucho su vida, porque a fuerza de querer dar, de desear llegar al otro, se agotó... Y eso nos puede suceder a todoas... cuando vemos esa necesidad y no la reconocemos...

dimanche, mars 22, 2009

Weil y Radiohead


Esta tarde me la he pasado leyendo a Simone Weil (Olivier me regaló su Obras en la colección de Gallimard, Quarto)de quien me han aceptado que escriba algo en El país.. es que la vida de Weil me fascina, me parece extraordinaria por su dimensión y aunque haya vivido muy poco... Avisaré cuando salga mi artículo... Mientras tanto sigo con ella y con Radiohead que pasó por el D.F y no pude ir a ver porque se agotaron las entradas demasiado rápido.... j ai maaaallllll!!!

samedi, mars 21, 2009

Homenaje a Blanca Varela


Mariela Dreyfus, poeta y escritora amiga, me hizo leer este texto sobre Blanca que publico a manera de homenaje porque muestra a una persona que también sabía ser cálida. La última vez yo la vi en Madrid, fue durante la presentación de una antología poética. Me cogía firme por el brazo mientras le acompañaba a tomar el taxi. Me dijo: no te quedes en Madrid, no es para ti...

Enseguida el recuerdo de Mariela

BLANCA VARELA: PLENITUD Y AUSENCIA

Testimonio de la poeta Mariela Dreyfus, co-autora, con Rocío Silva Santisteban, del volumen Nadie sabe mis cosas. Reflexiones en torno a la poesia de Blanca Varela (Lima: Fondo Editorial del Congreso, 2007).

Plenitud es una palabra que más fácil se articula que se alcanza. Es pararse a mirar la realidad con ojos inquisitivos, inocentes, sabios. Es negarse a aceptar sus trampas; sus fisuras. Es rebelarse y actuar.
Desde su ingreso a “ese mundo de hombres” de la Facultad de Letras de San Marcos en 1942, donde conocería a sus inseparables pares, Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren y Sebastián Salazar Bondy. O desde su matrimonio con el pintor Fernando de Szyszlo en 1949 y ese viaje a Europa donde ambos compartieron “la búsqueda, el tedio, la desesperación y el deseo” propios de la posguerra (Octavio Paz dixit), con intelectuales europeos y latinoamericanos como Simone de Beauvoir, Sartre, Roberto Matta, Carlos Martínez Rivas y el propio Paz. O desde su experiencia de la maternidad –sus hijos, Vicente y Lorenzo, nacieron con dos años de diferencia, uno en Lima y el otro en Washington D. C.-, Blanca Varela nos muestra un trayecto existencial que combina el rigor y la responsabilidad en su sentido más alto: como un ejercicio espiritual, un estado alerta y excitado de la conciencia donde cada minuto cuenta y pesa como una inmolación.
Cada palabra también cuenta, por supuesto. Por eso, en su poesía, Varela fue siempre parca y precisa, contundente. Su cualidad de “poeta hipoverbal”, como diría el crítico Roberto Paoli, la lleva a condensar al límite en su obra esa visión irónica y desencantada con que “piensa la vida”, es decir, la cotidianeidad más inmediata –“y de pronto la vida / en mi plato de pobre / un magro trozo de celeste cerdo / aquí en mi plato”, lee el inicio de su poema “Canto villano”-. Sus poemas recorren también los insondables vericuetos de la condición humana y nos muestran con igual destreza el abandono, la compasión y la ternura; la desesperanza y al mismo tiempo la redención. Tal ese hermoso retrato de una niña desamparada titulado “Ternera acosada por tábanos”. O esa otra lúcida interpelación, “Monsieur Monod no sabe cantar”.
Pero Varela sabía también ser espléndida, generosa, divertida; fue con esa actitud justamente que se acercó a las poetas de mi generación. Giovanna Pollarolo, Carmen Ollé, Rossella Di Paolo, Rocío Silva Santisteban, Patricia Alba y yo: más de una vez nos reunimos con ella en su casa de Barranco que daba al mar. Los ‘aquelarres’, como solía llamarlos, se acompañaban con un traguito agradable -“Yo sé que a ti te gusta el whisky”, me decía-, y la conversación iba pasando de la escritura a los viajes al amor. Recuerdo a Blanca leyéndonos el poema “Devuélveme mis trapitos”, del serbio Vasko Popa o comentándonos una novela del portugués Lobo Antunes, que le gustaba “más que Saramago”; también hablándome de Wittgenstein y Else Lasker-Schüler o preguntándome por mis hijos con la misma exacta naturalidad.
Por esa época, Varela abandonó también su parquedad pública y participó en importantes recitales poéticos. Su lectura, en agosto de 1989, en el ciclo “Poesía reunida” organizado por Cesáreo Martínez fue apoteótica. Los estudiantes que copaban las primeras filas le pidieron que leyera ciertos poemas suyos que para entonces eran ya emblemáticos: “Curriculum vitae”, “Casa de cuervos”, “Camino a Babel”; ella los leyó complacida, sin dejar de sorprenderse por el arraigo que había alcanzado su voz. En sus años finales, Varela, siempre ajena a laureles y reflectores, recibió tres reconocimientos claves –el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo (2001), el Premio Federico García Lorca de Poesía de la ciudad de Granada (2006), y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2007), que no hicieron sino rubricar la alta calidad de esa obra que ya iba encontrando su lugar y sus lectores, a través de excelentes compilaciones publicadas no sólo entre nosotros sino además en México (Canto villano, Fondo de Cultura Económica, 1986; 1996), Madrid (Como dios en la nada, Visor, 1998) y Barcelona (Donde todo termina abre las alas, Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores, 2001).
El año 2000, durante un encuentro en Nueva York, donde vivo, le propuse a Rocío Silva Santisteban reunir algunos artículos en torno a la poesía de Varela. El proyecto tomó años en forjarse y terminó convertido en un amplio volumen de 35 ensayos a cargo de reconocidos escritores latinoamericanos y latinoamericanistas, más un archivo fotográfico gentilmente cedido por su familia, más una antología personal que la propia Blanca organizó frente a nosotras una tarde, marcando con el puño el ritmo tajante y ríspido de sus versos al leerlos. Ahora que ha partido discretamente, con la elegancia de los grandes, sólo nos queda seguir oyendo esa música intensa y sabia de Varela, melancólicamente, esperanzadamente, absurdamente, como nos dice en su poema “Valses”, eternamente.

vendredi, mars 20, 2009

La ternura

Esa palabra es muy bonita y muy importante, pero, ha perdido significado. Ternura significa de alguna manera conmoverse de las debilidades de los otros, aceptarlas y transformarlas en un sentimiento de apego, lo contrario de la indiferencia. Tal vez si somos indiferentes es porque sentimos miedo y no sabemos leer todas las escrituras. Leer a los demás, comprenderlos, es aprender a leer. Como vivimos tan divididos, no tenemos tempo de organizar nada, ni siquiera nuestra atención. Pero yo sé, todos sabemos, que la ternura, el afecto, son los sentimientos que más importan, ellos crean en nuestro interior una nueva dinámica, armonizan, sellan, inaguran nuevos significados. Basta con una frase de verdadero afectos para que nos trasnformemos y seamos más intensos, incluso, mejores. El afecto siempre nos hace creativos: si esperan lo mejor de nosotros, ahí estamos. No somos tan mala especie, somos, de alguna manera, muy valientes.

jeudi, mars 19, 2009

Día de huelga

Hoy es día de huelga en Francia, para protestar contra la carestía del costo de vida y la pérdida de poder adquisitivo. La movilización es general. Suena absracto como protesta pero es concreta, es decir: no deseamos un mundo indiferente, que ignore las necesidades de los más pobres. Por supuesto es a nivel nacional, pero si cada país hiciera lo suyo, tal vez se pensaría más en cómo hacer que la crisis no la paguen los más vulnerables. Es evidente que esa palabra Crisis tiene un significado concreto para ciertos sectores, otros, simplemente la ven como una amenaza lejana. No funcionan las radios, que son mayormene públicas, ni han salido diarios... Hay silencio por protesta.

mercredi, mars 18, 2009

La responsabilidad

Es difícil no hacernos responsables del malestar de las personas que nos rodean, sobre todo cuando nos hacen saber que somos de alguna forma el origen. Esa responsabilidad es pesante. La pregunta es hasta qué punto podemos hacernos cargo de una responsabilidad tan alta y hasta qué punto hablamos de individuos maduros, autónomos, generadores de contenidos, de ideas, de lecturas. Creo que siempre tendemos a simplificar, a pensar que la razón de nuestros malestares se encuentra en los otros y no en nosotros mismoas. Esto exige un trabajo constante de una de una objetivación de nuestra situación en el mundo. Y es cierto, como decía un artículo de Manuel Fernández Cuesta (a quien conocí en Random House) en El País: en medio de tanto ruido es imposible pensar. Nos gana el tiempo, la subsistencia, la falta de concentración. No sé, a veces me pregunto cuál va a ser el espacio público que ocuparemos loas que escribimos en el próximo milenio. Se me ocurre que podrían recluirnos en una reserva, como gente rara que no maneja los mismos valores que los demás y lee en el exterior cosas distintas... No sé, pero a veces no soy tan optimista. Leo cerrazón, indiferencia, la frase de Pessoa...

sera, sera??

mardi, mars 17, 2009

La imaginación

Siempre he pensado que lo que nos hace humanos es la imaginación, la capacidad de soñar. Siempre he sentido como Robert Walser, recluido en el "Instituto Benjamenta que : me pueden quitar todo, prohibir todo menos mi imaginación. Y también pienso en esa frase de D.H Lawrence: una mujer rica espiritualmente puede dormir donde sea... incluso en el suelo...

Sí, siempre pienso que incluso en un hueco húmedo, en un hoyito, como dice una canción de Chabuca Granda, estaría feliz soñando, aunque mi casa sea grande, pero mi imaginación es todavía más... (Le Clézio decía que su casa era la habitación donde escribía) y luego, como cuando Jesús, niño, cree que puede hacer entrar todo el universo en un hoyito (Evangelios apócrifos), yo hago entrar mi imaginación en una nada. Nadie me puede quitar ese lugar, nadie lo puede alienar, y por eso me considero afortunada de ser una persona que piensa, un ser humano. Un cogito, un afffectio... Je le sais...

El sueño de Acapulco


Yo conocía Acapulco por algunas imágenes en revistas o en películas como esa película con Elvis Presley sobre los clavadistas que Olivier me hizo recordar. Y Acapulco ha sido, como Capri, un mito desde mi infancia. Es cierto que su bahía, en forma cónica es hermosa, que la vegetación es exuberante, que el nombre en Nahualt, significa lugar donde fueron arrasados los carrizos reemplazados por altas palmeras, mangos, sauces, cedros, etc.... Estábamos en una casa de un amigo que tiene un departamento con vista a la bahía, piscina y acceso al mar. Un paraíso, pero cuando bajé al mar, estaba prohibido bañarse por la contaminación (???). La verdad que el agua no se veía sucia pero nadie se bañaba y desistí. Luego la incursión al mercado para comprar pescado y hacer un ceviche fue reveladora de la realidad social de Acapulco y de su deterioro acelarado. Era un caos total. El centro es precioso pero refleja esa desartaciculación social que vive ahora. Durante la década de los setentas, hasta los noventas, Acapulco fue servida en bandeja al turismo internacional, sobre todo al norteamericano que llegaba en hordas humanas, consumía a bajo precio y s e ba sin entrar en contacto con las culturas locales. Esta tierra de olmecas descubierta por los españoles en el siglo XVI y que sirvió de enlace con algunos puntos en el Asia, como las islas Filipinas, es ahora un lugar donde se siente claramente los estragos del turismo industrial que ignora las necesidades de sus poblaciones. Lo que les han dejado, a los pobres, y también desde hace poco a los ricos, es una ciudad en ruinas, con algunos ejemplos de su época de apogeo, el edificio del Hotel Presidente, o el Condiminio donde nos alojábamos, el de Loc cocos, con 13 pisos, también uno de los más altos de la bahía, o la costa diamante que quiere hacer florecer de nuevo este lugar pero con las mismas ideas de exclusión y privilegio que los gobernantes anteriores. Es decir, la bahía de Acapulco central está completamente contaminada, con solo atravesar la ruta, se puede ver el mal estado en que vive el resto de la poblacións, sus casas insalubres, las veredas destruidas, los desagues atascados. Pienso en lo que se espera hacer en Perú para atraer el turismo o en lo que sucedió en España con la Costa del sol... Es triste ver como un país tan hermoso, lugares como Acapulco pueden pagar el precio de la ambición de unos cuentos gobernantes sin previsión y sin idea de lo que es un ordenamiento urbano, respetar a las poblaciones y no desesperarse por hacer entrar dinero que no sabemos adónde fue, porque no puede se posible que habiendo pagado impuestos, esos hoteles de antes tan gloriosos estén ahora completamente abandonados. La ambición corrompe y destruye. Es otro "sueño mexicano" que ojalá no se repita.


-.....

Tengo un montón de correcciones, relectura del "África fantasma",de Leiris, etc... Leo un artículo de Le Clézio sobre México a propósito del Salón del lbro de París, donde es invitado de honor y donde comentan las traducciones de los autores mexicanos financiados en parte por el gobierno mexicano, es una suerte, la verdad. Increíble, el slogan del salón, a raíz de las provocaciones de Sarkozy como que no habría que leer la Princesa de Cleves, de Madame de Lafayette, un clásico imprescindible d ela literatura farncesa, sea: Lean a la Princesa de Cleves! Gracias al iletrismo de Sarkozy, este libro se ha convertido en best-seller!, qué divertido....


de paso me entero que ha muerto Alain Bashung, uno de mis cantantes preferidos, así que pongo una canción suya a manera de homenaje... Me muero de pena, me gusta tanto ese tipo de persona, esa elegancia, ese charme masculino tan fránces... Es hermosa esta canción:
Dice La nuit je mens (por la noche miento): Ya cumplí mi periodo en esta caja craneana... en fin, qué triste... también se ha muerto Blanca Varela... esas ausencias que duelen... Escuchen la canción por favor... Y lean él libro alucinante de Blanca Varela: Concierto animal editado en Pre-textos.


lundi, mars 16, 2009

Los retornos

Hoy es feriado en México, o sea que nuestro retorno será lento y decidido... con el tráfico que suele caracterizar a una ciudad de 20 millones de habitantes...

Dormida en Cuernavaca, después del sol de Acapulco, donde unos amigos. Noche roceada de alcohol y larga. No acabo despertarme y me espera trabajo... dit donc...

samedi, mars 14, 2009

Personne

Esta frase en francés: Il n'y personne, siempre me ha gustado. No hay nadie? Es afirmativa y es negativa a la vez. Leo la verisión en castellano del Libro del desasosiego, de Pessoa, que significa "persona", una persona y "nadie" en francés. A ver esta frase de Pessoa me parece de una lucidez intensa: En la vida de hoy el mundo solo pertenece a los estúpidos, a los insensibles y a los agitados. El derecho a vivir y a triunfar se conquista hoy con los mismos procedimientos con que se conquista el internamiento en un manicomio: la incpacidad d epensar, la amoralidad, y la hiperexcitación. (Libro del desasoiego, p. 24, Seix Barral 2008)...

Ese pesimismo tan lúcido de Pessoa, el leer que hay un miedo a pensar latente en el mundo contemporáneo, me parece impresionante. A mí, lo que más me ofende es las personas eviten eso, el diálogo, la duda, ponerse a prueba. Es una época de un conformismo terrible, lo sabemos, pero acaso por eso lo aceptamos? Es como aceptar la inexistencia de Dios Justamente yo creo que comparto con George Steiner la idea de que toda la creación, desde la más arriesgada hasta la más conformista, tiene que ver con una indagaciónde la existencia de Dios. Nos ha tocado la época del vacío de esa presencia divina en el lenguaje. La indagación metafísica de nuestra existencia se ha llenado de propaganda, de objetos sin valor, de alienación y consumo de ideas de pacotilla, Osho, Paolo Coelho... etc. Sentimos tanto miedo que no nos hacemos la pregunta: dónde está Dios y qué ha sucedido. Qué vamos a hacer si sabemos que de alguna forma que , sin Dios, todo está permitido, como decía Dostoiesvki? Cada uno tiene que construir su propia moral, la idea de un hmanismo más realista, menos romántico. Por eso, el pesimismo de Pessoa es moderno. No es vitalista, no cree que los hombres y mujeres se han liberado de un fardo al dejar de creer en Dios como lo pensaba Nietszche, es lúcido, es una Saudade, una constatación espistemológica. Ya no podemos nombrar a Dios porque hemos comprendido que no existe y nuestro lenguaje es limitado. Ese es nuestro pecado original: la consciencia.
Nuestro juicio final, como lo dice Steiner con mucho humor, será un concours dirigido por examidores franceses que pondrán a prueba nuestra cobardía para pensar y crear. Una Elite, como precisa también Steiner: quiere decir que unas cosas son mejores que otras, que por más que bob Dylan sea un buen cantante, no es igual a Keats ni a Rimbaud... Es esto cierto? Sí, yo creo hay niveles de intensidad y niveles de inconformismo que permiten entrar en contacto con cosas menos evidentes. Tal vez intuir desde el comienzo que Dios no existe y hacerlo sentir en el lenguaje.

Y sin embargo, existimos, con esa pérdida enorme...
Salgo a Acapulco, a una casa con vista a la bahía. Piens usar ese tiempo para Mirar, mirar bien, cada detalle, cada cosa. No ir rápido. Solo de pensar me pongo contenta... además, premiado por un dios desconocido, me voy a Lima muy pronto... No me merezco tanto, creo que no....

vendredi, mars 13, 2009

Fallas técnicas

Estar sin Internet durante casi todo el día, no, no estoy acostumbrada... falla de pago, demora en la reposición... Espero que mañana lo repongan.... hasta entonces...

mercredi, mars 11, 2009

La inmanencia del texto

Por mucho tiempo yo he dudado de esa "inmanencia del texto" planteada por los estructuralistas en defensa de la voluntad del autor(a)... Lean La muerte del autor, de Roland Barthes. Pero, a veces, dudo, dudo porque cuando leo mis textos siento que hay algo que me trasciende, que nunca podré racionalizar ese proceso completamente, que hay, sí palimpsesto, algo que emerge y que se me impone y debo decir. No es magia, es solo un proceso, afectivo, enigmáctico, un poco como lo describía Patrick Modiano en mi entrevista... Me gusta relativizar mis intuiciones. Si escribiese El último cuerpo de Úrsula ahora, cómo sería. Y cuánto decidimos en el lenguaje, es posible crear un lenguaje completamente literario, fuera de lo social y afectivo? Son preguntas que me vienen de pronto, pero supongo que aquella que escribe soy yo, y aquella de Ellos dos, también, y sin embargo el texto, el libro, al mismo tiempo que me arraiga, me aleja de mí misma...

Beckett en privado


Leo que acaba de salir en Francia la correspondencia escogida de Samuel Beckett, un personaje que siempre me ha cautivado por su austeridad. Una de las anécdotas que más me han impactado es aquella sobre que su esposa se paseaba con sus manuscritos dentro de una canasta, hasta dar con Jerome Lindon. Justamente, hoy tuve una conversación con Minuit, la editorial de Lindon.

-No sé si mandarles el manuscrito?
-Pero, por qué no?
-Porque no veo autores de origen extranjero en su catálogo...
-Mais, si, hay muchos... citas de nombres...
-Mnnnn., se lo mando entonces a Irene Lindon?
- Sí, pero en copia manuscrita.
- Y curriculum?
-No! No nos interesa qué ha hecho, ni de dónde es, sino el texto!!

Qué alivio!! Adoro ese diálogo... Enseguida le escribo a Helene Lenoir que está con la beca Stendhal en Roma y publica allí. No recibo respuesta.

releo el artículo sobre Samuel Beckett, en la exposición del Pompidou vi un documental: SM ya estaba solo y era famoso, pero vivía como un anacoreta. El premio nobel lo repartió entre los vagabundos y se prestaba una televisión solo para ver el rugby. En ese documental, la mujer que limpiaba describía cómo Beckett se pasaba horas pintando una valla blanca que rodeaba el jardín de su casa en las afueras de París. Yo recuerdo que Echenoz me contó que lo había cruzado (cuando ganó el Medicis) y que era un hombre de una angustia indescriptible, pero Pierre Assouline cuenta que su correspondencia muestra a un hombre divertido, vital, generoso. Siempre he pensado que una es sus amistades y he sentido muchos celos de aquella personas que han podido mantener una correspondencia con personas que se dan y se entregan de alguna manera en sus mensajes (felimente tengo algunas islas). Seguro que si Beckett viviera sería adicto al mail, y es que el lenguaje solo existe, humanamente hablando, cuando se enriquece de la presencia de los demás, de sus lecturas, de sus imágenes...

ayer leí un fragmentos estupendo sobre una mujer mutilada en el Semanal de El País. El artículo era de Juan José Millás. Me sorprendió, por su sensibilidad, por su poesía.
foto: Samuel Beckett en fetiche poco conocido: sonriendo.

mardi, mars 10, 2009

Sarkozy en México

Ayer, y el pasado fin de semana, Nicolas Sarkozy y Carla Bruni estuvieron en México. Vinieron visit oficial veloz, sobre todo para interceder, a nombre de la familia, de Florence Cassex (francesa de 31 años), condeada a 60 años de cárcel por cómplice en secuestro. Sucede que el gobierno francés desea que Florence sea repatriada para poder estar más cerca de su familia. Lo que es justo porque una justicia que condena a 60 años, o cadenas perpetuas, no tiene sentido. La justicia no existe para eso sino para que una persona vuelva a salir a la vida cívica y social. Pero la opinión pública no pensaba lo mismo. Para ellos Sarkozy que es un animal político sagaz podría utilizar esa repatriación como un trofeo más y contribuir al desprestigio de la justicia mexicana, por lo que la situación ha sido tensa. Justamente, ayer oí hablar a Sarkozy en el colegio franco mexicano de Polanco, una prisión para ricos, sobre la situación de los franceses en el extranejeros, etc, juto a una Carla Bruni que parecía un efigie: ojos azul clarísimo, mirada ausente, muy en el papel de primera dama... El ambiente, qué decir, franceses conservadores para quienes Sarko, como le dicen termina usando un discurso de izquierdas que va a lo mejor con los tiempos, críticas a los Estados Unidos adobadas de dos o tres promesas sociales, reforma de impuestos, etc... Y eso fue todo. No hubo nada que saliera del guión. Todo me parecía previsible, menos la torcida d epie que me metí por andar mirando a las musarañas. O pensando en ellas. Ah, si todo pudiese ser solo sueño, delicadeza, invención!!!

Patrick Modiano

Cuelgo una reseña y entrevista a Patrick Modiano publicadas en el diario La razón, en España, sucedida durante mi estadía en Barcelona. Creo que no es fácil seguir los artículos que voy publicando y me gustaría que los lean.

El arte de impedir la fuga del pasado

Por Patricia De Souza


Para Patrick Modiano (París, 1945), obstinarse en terminar con un recuerdo, podría ser su divisa. La vida de los personajes de Modiano es como la suya, sonámbula, solitaria, sencilla, previsible y a la vez extraordinaria, azarosa, arbitraria, injusta, en resumen, una vida. Sus personajes son siempre una especie de fantasmas, han sido, pero ya no están, solos nos queda su imagen. O su nombre. En este caso Dora Bruder (reedición Seix Barral 2009), es el reflejo de un pasado, reminiscencias, que se resisten a desaparecer y que se presentan ante los ojos de quien las percibe y las sigue obsesionado para protegerlas de su olvido definitivo. En este caso, el autor. Creo que sí, que de alguna manera Modiano posee las dotes de un chamán que lee signos detrás de las cosas, rutas, soledades que laten en calles, frases dichas, nombres, una infinidad de huellas, trazos que organiza en un texto, para crear una especie de sinfonía humana. Para ello es importante el arte de la concisión y de la economía en las frases, combinadas a un ritmo lento que acompaña ese trabajo de desenterrar el pasado constantemente para reconstruirlo desde el presente y luchar contra el olvido. Es una hermosa forma de estar vivo, porque sus libros, en su sencillez y austeridad, están vivos: es el autor quien los recorre de la mano de personajes que se nos va apareciendo en el París de la Ocupación, una de sus obsesiones, o el París que cientos de ojos han mirado, donde cientos de cuerpo desconocidos han dejado sus olores, sus huellas, sus alegrías y sus tristezas. Es en ese aspecto que sus libros transpiran. Sí, transpiran, por más cartesianos que parezcan.

Esta nueva edición, traducida por Marina Pino, con un prefacio de poco interés hecho por el editor, vuelve a llevarnos sobre las huellas de Dora Bruder, una joven de 15 años, buscada por sus padres, desaparecida durante la Ocupación. Una primera página en un periódico, Paris-Soir, una intuición, pero sobre todo un nombre, y un nombre con un rostro. Es sobre las huellas de esa desaparición, de pieza de rompecabezas en su propio laberinto, del presentimiento de su propia desaparición en aquella de otro(a), que se lanza el protagonista de la novela con una vocación de egiptólogo, hasta obtener un mapa, una guía de la vida de su desaparecida. Son atmósferas, lugares, calles, espacios, escenarios, como es habitual en Modiano, los que se recorren. Su obsesión por la matemática de tiempo y espacio que están presentes en Accidente nocturno (2005), Libro de familia (1977), Plaza de la estrella (1968) que son algunos de sus libros traducidos en castellano. La memoria para Modiano es parte del trabajo del escritor, no hay invención, hay huellas, palimpsesto: Como muchos antes que yo, creo en las coincidencias y a veces también en el don de la clarividencia de los novelistas, escribe Modiano, p 51. Y en Libro de familia: Solo teínía 20 años pero mi memoria precedía a mi nacimiento… Es posible que haya habido memoria antes de que haya vida? Es un misterio, pero sin misterio no habría ficción.

Entrevista a Patrick Modiano


Podemos descubrir en su trabajo una cierta vocación de etnólogo, de descifrador, se ve usted así?

PM: Sí, es exacto, un espeleólogo que descubre en una caverna frescos olvidados desde hace mucho tiempo y que corren el riesgo de borrarse a la luz del día.

En Dora Bruder, se siente nuevamente esa lucha contra el olvido de un nombre, de un rostro, pero sobre todo un nombre que lleva un rostro determinado, que no se desea que se olvide…

PM: Por mucho tiempo lo único que sabía de esta joven, era su nombre, Dora Bruder. Me ha tomado años de búsqueda, para conocer su pasado. Diez años para ser exactos.

Entonces siguió sus huellas, pero también las suyas, las propias. Siempre se tiene la impresión que Modiano vive abandonado a su propio tiempo, uno completamente personal, como se produce este aislamiento?

PM: Creo que como todos los demás escritores…

Por qué puso el nombre del personaje como título?

PM: Quise que su nombre estuviera en relieve sobre la portada para resucitarla de la nada.

En la importancia que le atribuye a los nombres, no hay también una búsqueda de origen, de tierra. Siempre están presentes los nombres de personas y lugares, Plaza de la estrella, por ejemplo, o Libro de familia…

PM: Cuando pienso en alguien que veo como personaje, me lo imagino siempre en calles o en lugares determinados.

¿Cuál es la importancia de estar traducido al castellano, habla el idioma?

PM: Tiene muchísima importancia. Una de mis primeras emociones literarias fue la lectura en una traducción francesa de “Canto fúnebre para Ignacio Sánchez Mejía”, de Lorca. Yo tenía once años.

Pensó en el nobel cuando se lo dieron a Jean Marie Le Clézio. Dijeron que estaba también nominado, es correcto?

PM: No lo sé.

Piensa en otra novela, hay algún proyecto específico para que se desarrolle, o es algo que se impone?

PM: Se impone día a día, mientras camino, pienso, observo.

dimanche, mars 08, 2009

Erotismo, reportaje de Babelia

Este sábado el suplemento Babelia publica un reportaje de Ramón Reboiras sobre erotismo y una supuesta "crisis" de eros... El texto hace un recorrido desde la España controlada del franquismo hasta la época de apertura en la que se crean colecciones que permiten a los lectores en España leer libros tan importantes como los del Márques de Sade o Las relaciones peligrosas, editado durnate el franquismo en una edición censurada o a Pierre Klossowski y Almudena Grandes. Lo que me interesó es la idea de sí hay una crisis en la imaginación erótica. Los libros eróticos, más allá de cumplir una función de divertimento han ocasionado verdaderas revoluciones simbólicas. Es decir, han osado ir contra los regímenes más totalitarios, se han revelado contra el orden y la presión de la iglesia, una de las razones por las cuales el pensamiento libertino es uno de los más saludables, remueve estructuras y renueva la imaginación, así como los roles sociales, piensen en La religiosa de Diderot, y en Sade, un sistema político de valores subvertidos. Me gustó eso de que dijese, a propósito de mi libro Erótika, escenas de la vida sexual, que eran escenas osadas, sí, osadas, suscribo, en su transformación de valores femeninos y masculinos. Veo que los bloggers, no dicen nada sobre este papel fundamental de la literatura erótica, además, pasan de lado sobre otra información, Michel Onfray o Elisabeth Rudinesco, que parace descuido, pero que puede ser voluntaria. En las sociedades mas pacatas y conservadoras, siempre se ignora y se desvaloriza este tipo de literatura. Y luego, el tema del sexo, que diferencia lo erótico de lo pornográfico?, no voy a hacer un ensayo, que ya lo he escrito, sino, adelantar la idea de que la obviedad de lo pornorgráfico no permie ninguna simbología, mientras que el erotismo trabaja en varios planos de la representación en el imaginario. Allí donde hay un cuerpo, yo no veo solo un cuerpo, sino una persona, una presencia, un ser... es más filosófico y más complejo. Lo terNadie sabe rible es que hemos terminado por ver solo un cuerpo, y como decía Spinoza, Nadie sabe lo que puede un cuerpo...

George Steiner se quejaba de que las mujeres repetían el universo simbólico de los hombres, el de la dominación en la cual son seres pasivos. Yo creo que justamente tuve la idea de que no era tan así, y que, lo esencial es crear sus propios signos de identidad, sobre todo en el terreno del placer para así dejar la puerta bien abierta y salgan huyendo todos los prejuicios (paters, machos cabríos, huyan!).

Enseguida, copio el artículo de Ramón Reboiras aparecido en Babelia:http://www.elpais.com/articulo/semana/Planeta/Eros/elpepuculbab/20090307elpbabese_3/Tes

La década de los ochenta fue en España contagiosa en sentido clínico. El vicio adquirió una dimensión dionisiaca. Muchos tomaron por lema la máxima sadiana de Juliette, "el vicio divierte, la virtud cansa", sin reparar en gastos. Pronto la peste fue primero paisaje y más tarde epidemia. Las drogas, con la heroína a la cabeza, crearon su particular campo de exterminio: los mejores cerebros de una generación, como diría Ginsberg, fueron desahuciados; el rock presidía la contracultura con sus paladines más o menos enganchados a la rueda del exceso (Ramones, Lou Reed, Rolling Stones, The Clash) y el sexo, bueno, el sexo era bastante más popular de lo que ahora es el deporte. En medio de la bacanal había una afición bastante popular: la literatura erótica. Muchos lectores buscaban en las librerías los lomos sonrosados de una colección, La Sonrisa Vertical, que surgió del compromiso de la editorial Tusquets con la contracultura y que alternaba nombres cultos del género (Bataille, Sade, Hoffmann, Apollinaire) con títulos bastante sintomáticos de la antropología naciente: Memorias de una cantante alemana, Cruel Zelanda, La atadura, El cipote de Archidona, etcétera. Por si fuera poco, La Sonrisa (una delicada boca infantil invertida) fue creando adicción a través de un premio anual por el que suspiraba la mayor parte del estamento literario, no precisamente por su dotación sino por su prestigio. El jurado, presidido por un libertino de pro como Luis García Berlanga, repartía sus bendiciones a los autores que buscaban un lugar en el paraíso baudeleriano de la maldición. Entonces ocurrió una cosa. Almudena Grandes, una joven autora (no era normal en el género) y un libro, Las edades de Lulú, irrumpieron como meteoritos en la escena. Beatriz de Moura, primera dama de esta empresa y de otras muchas a través de Tusquets (Kundera, Mankell, Simenon, Murakami), quiere explicar ahora este "síndrome Lulú" con la sensación de que hay mucho de coraje y resistencia al paso del tiempo:
Malos tiempos para la erótica
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
Una cultura gloriosa y refinada buscó en el género erótico un campo de acción de la filosofía
Queda sin embargo un resistente al naufragio, el Marqués de Sade, incomparable testigo de todas las épocas
"Podemos vivir sólo de nuestros lectores, pero los 'voyeurs' son bienvenidos", señala Benedikt Taschen
"Sí, hemos disminuido ligeramente el número de novedades al año de La Sonrisa Vertical", matiza, "es una colección que lleva en el mercado ¡treinta y dos años! sin interrupción, y, como todas las colecciones de este tipo que hubo, hay y habrá en el mundo, vive los altibajos propios de tiempos más y menos propicios a la creación y el consumo de un género extremadamente difícil. En 1977, cuando salió el primer título y lanzamos la primera convocatoria del premio, nuestro país no sólo estaba huérfano de lecturas eróticas, sino necesitado, hambriento de ellas, y toda esa literatura de extrema calidad -de Sade a los autores extranjeros contemporáneos, pasando por los grandes clásicos de todos los tiempos y culturas- ¡estaba toda ella por publicar! Además, al lanzarnos en esta aventura, sentimos casi como un deber abrir puertas y ventanas a la imaginación, creación y escritura eróticas de los españoles. A lo largo de los años, bajo la certera y sabia batuta de su director, Luis García Berlanga, y las excelentes sugerencias de Ana Estevan, hemos ido cumpliendo esta función, paralelamente a los cambios que se han producido en ese tiempo en la sociedad española. Hoy, por ejemplo, el sexo, las peripecias sexuales -y nunca mejor dicho: ¡con pelos y señales!-, se expresa libremente por todas partes, y también, como es normal en la literatura no especializada, lo cual es un magnífico síntoma. Por otra parte, siempre ha sido difícil encontrar buena literatura erótica. Si suspendimos el Premio La Sonrisa Vertical fue precisamente por la bajísima calidad literaria de los manuscritos presentados".
La sonrisa de Beatriz de Moura también preside lo que para ella fue más el descubrimiento de un filón literario, Almudena Grandes, que un éxito sin más en el género que nos ocupa: "Una editorial es la suma de todos los libros que ha publicado a lo largo de sus años de existencia, y en 2009 cumplimos los cuarenta. Las edades de Lulú marcó ciertamente un hito en la colección La Sonrisa Vertical y también en la editorial. Es el ejemplo perfecto del descubrimiento de una gran primera novela que, como el tiempo ha demostrado, lanzó a una prestigiosa escritora, hoy autora de otros nueve y exitosos libros, traducida y apreciada en el mundo entero. Fue, además, un claro exponente del buen momento por el que pasaba la literatura erótica española a finales de los años ochenta. Sin duda, esta novela, cuyo merecido éxito parece inagotable, supo como pocas captar perfectamente las preocupaciones y las obsesiones de su época".
Los infortunios de la virtud. Nadie sabe muy bien la razón por la que la literatura erótica ha perdido fuerza y calidad en nuestros días. El caso es que Lulú ya no vive aquí. Muchos atribuyen el descanso del ave fénix a la proliferación pornográfica que proporciona Internet, a la subcultura de blogs y de chats en la red, a los miles de exhibiciones impúdicas a las que cualquier mortal puede tener acceso provisto de una webcam barata. Eso en la superficie. En lo más profundo del análisis está también el declive de una cultura gloriosa y refinada que buscó en el género erótico un campo de acción de la filosofía a la que no fueron ajenos agitadores de los placeres intelectuales como Fernando Savater o Mario Vargas Llosa, autor de un inolvidable prólogo, El placer glacial, sobre el bibliotecario y borgiano Georges Bataille. El caso es que nombres como el del autor de La historia del ojo o Madame Edwarda, como Pierre Klossowski (La revocación del Edicto de Nantes), hermano del muy erótico Balthus, o Anaïs Nin o Henry Miller forman parte hoy de una nostalgia venida a menos. Queda sin embargo un resistente al naufragio, el Marqués de Sade, incomparable testigo de todas las épocas que sigue proponiendo el uso de la filosofía en el boudoir y que quizá sólo como Edgard Allan Poe ha devenido en el santo de mucha estética oscura y maldita que atraviesa las alcantarillas del cómic, la fotografía, el rock o el teatro alternativo. A los que se adentren por primera vez en las páginas de Justine o de Las 120 jornadas de Sodoma les vamos a recordar un párrafo que resume la importancia de este crápula y de su árbol genealógico. Proviene de la biografía monumental que Maurice Lever le dedicó y que Seix Barral publicó en España en 1994:
"La casa de Sade", el párrafo es largo pero merece la pena, "se distinguió a través de los siglos por sus importantes servicios al Estado y a la Iglesia. Desde los orígenes del linaje hasta el nacimiento de Donatien Alphonse François, Marqués de Sade, se desarrolla una línea ininterrumpida de prelados, capitanes, magistrados, síndicos, prebostes, consejeros de parlamento, grandes priores, gobernadores, camareros papales, diplomáticos, caballeros de Malta, que contribuyeron a forjar la Francia del Antiguo Régimen y de quienes nuestro héroe conservó toda su vida el orgullo feudal. Sin contar las abadesas y religiosas, que poblaron por decenas los conventos del Condado...". ¿No les recorre un ligero estremecimiento entre tanto blasón? ¿No reconocen ya la estirpe rebelde y arrogante de un señor feudal entregado al vicio? ¿No está ahí el Marqués de Bradomín con sus águilas de blasón y el revuelo en las sayas campesinas? Los amantes del marqués, que tienen bien a gala proclamar su linaje intelectual, tendrán una nueva ración con la publicación en marzo de Juliette o las prosperidades del vicio en la ya mentada colección La Sonrisa Vertical, un libro hipnótico en su irrealidad carnal, uno de esos textos que como decía Baudelaire "explican el mal". Otras dos novedosas aportaciones provenientes de la incombustible caldera filosófica francesa, ambas editadas por Anagrama en su sello Argumentos, del rosa vamos al gris humo, son Los libertinos barrocos, de Michel Onfray, que prosigue su impagable contrahistoria de la filosofía desde el lado maldito y en un periodo, el Barroco, de grandes filigranas viciosas, y Nuestro lado oscuro, la deliciosa y documentada contribución de Elisabeth Roudinesco a los vericuetos del exceso que aquí nos ocupan y que va desde Gilles de Rais hasta hace muy poco.
Salvando las distancias con el divino marqués, Bigas Luna fue también un pionero. Un voyeur que con Bilbao y Caniche divisó perfectamente los atributos de un género que complacía su buena educación contracultural. Dalí y Courbet y Buñuel y Valle-Inclán figuran en su peculiar santuario fetichista en el que son ya iconos populares el debut de Penélope Cruz a pecho descubierto en Jamón, jamón (hace veinte años) o Valeria Marini subida a una enorme mortadela boloñesa. Sus últimas aventuras siguen siendo coherentes con la divisa duchampiana de "desembarazarse de lo serio": Bigas ha recuperado un cabaret legendario de la mitología zaragozana, El Plata, con los mejores atributos del cabaret ibérico (ironía y mucho humor) y avanza ya la continuidad de ese proyecto iniciado con La Juani que le lleva ahora a Hollywood con DD Hollywood, en el que narrará los "infortunios de la virtud" de una actriz de carne y hueso que vive la quimera de triunfar en La Meca del cine (pronto la prensa rosa dirá de quién se trata).
"Hay un cambio de siglo", sostiene, "pero también de época. El erotismo en esos años sesenta y setenta tenía un doble valor añadido en España que eran la prohibición y el peso de la educación judeocristiana. Siempre he creído que el erotismo es un hecho profundamente intelectual y que su desaparición se debe a que se ha desplazado a otros canales, como Internet simplemente. Antropológicamente, el erotismo es hijo de la mirada, la mirada del primate hacia la primera mujer que se da la vuelta. Ésa es la explosión primigenia que todavía sigue intacta. La gran fuerza de lo escrito, de la literatura erótica, es que consigue tantas versiones eróticas como lectores hay de la historia. Ése es el gran privilegio de la literatura".
Un privilegio que Bigas separa muy mucho de la pornografía con una sencilla apostilla: "La pornografía es como un documental clínico, no comparemos, la pornografía tiene algo de médico, el erotismo, repito, es hijo de la mirada y del intelecto".
Bienaventurados los
voyeurs. La figura de Benedikt Taschen reúne algo de revolución luterana en el mundo de la edición. Desde Colonia (Alemania) este personaje de la galaxia Gutenberg ha invadido las librerías del mundo con una escala de precios y sensibilidades en la que figuran en el mismo anaquel las duras incursiones sexuales de Richard Kern, Andrés Serrano, Tom of Finland o Araki que las obras artísticas de Michelangelo, Olafur Eliasson, Jeff Koons o Diego Rivera. Democratizar una cultura elitista parece ser su afán, sin detrimento de dos consignas principales: el placer y la belleza.
"Hubo un libro publicado en Alemania en el año 1920", nos dice Benedikt, "su título era El mundo es hermoso. Esto es precisamente lo que queremos comunicar y compartir con nuestros lectores; la diversidad (anthropology) y la inspiración (aphrodesia) son la base de nuestro programa de publicaciones". Taschen ha logrado en las dos últimas décadas crear adicción a muchas ediciones secretas a precios relativamente populares; entre su febril producción el sexo ocupa un lugar destacadísimo, una pasión que le lleva a publicar obras como El gran libro de los penes o esa monumental incursión en los mundos felatrices de la mítica pornostar Vanessa del Rio, por citar sólo dos ejemplos de su pecaminosa producción. Benedikt se muestra un tanto irónico: "Podemos vivir sólo de nuestros lectores, pero los voyeurs son bienvenidos". En el horizonte de 2009 destaca la publicación de la monumental biografía de Hugh Hefner, amo del imperio Playboy, un libro que resultará casi tan exclusivo como acceder a uno de los célebres parties en su mansión de Los Ángeles. Benedikt no olvida su alma luterana entre tanto batín de seda: "Ponemos en todos nuestros libros el mismo cuidado, lo mismo si cuestan diez que diez mil euros y esto es así por dos motivos: nuestros autores y nuestros lectores".
En otro rincón del Planeta Eros, México DF, la peruana Patricia de Souza acaba de desembarcar con todas las armas de mujer en este mundo de acusadas disfunciones eréctiles. Su libro se llama Erótika y salió el pasado año en la editorial Jus y ahora, en España, lo ha editado Barataria. Unas estampas de singular osadía en las que la autora invoca ese fluido al que también aludía Anaïs Nin. "Sé del ímpetu y la fuerza", escribe Patricia, "que estas visiones me han dado y recuerdo esa primera vez, las manos de hombre sobre mis pechos despertando mi deseo y las ganas de perderme en él, sabiendo que cada caricia, cada gesto que yo hiciera para acercarme a los demás, era también un gesto de sexualidad, de mujer, de hembra". Si se quedan con hambre, otra recomendación aparecida aquí con el aval bibliófilo y orientalista de Atalanta: Hombres salmonela en el planeta porno, título a lo Philip K. Dick que responde a un alumno aventajado de los nuevos caminos del erotismo virtual: el nipón Yasutaka Tsutsui, para entendernos casi un fiel reflejo literario de las fantasías animadas de Murakami (el escultor Takeshi, ahora mismo en el Guggenheim de Bilbao): mucha ciencia-ficción, mucho manga y mucho sexo (no explícito) contado a la manera de un cibernauta que ha ingerido una dosis de LSD.
A menudo se nos acusa a los aficionados al género (aquí siempre recuerdo la opinión del pornógrafo José María Ponce que comparaba el porno con el western) de ignorar los misterios y los ministerios de la igualdad. Nada más lejos. La inspiración (aphrodesia) nos lleva cada vez a un territorio en el que de no ser por Salomé, Lulú, Justine o Juliette nos sentiríamos huérfanos de mal, independientemente de la pluma que roza la piel y fustiga suavemente nuestra inclinación al vicio.
Los libertinos barrocos. Contrahistoria de la filosofía III. Michel Onfray. Traducción de Marco Aurelio Galmarini. Anagrama. Barcelona, 2009. 320 páginas. 19 euros. Nuestro lado oscuro. Élisabeth Roudinesco. Traducción de Rosa Alapont. Anagrama. Barcelona, 2009. 256 páginas. 16 euros. Hombres salmonela en el planeta porno. Yasutaka Tsutsui. Traducción de Jesús Carlos Álvarez. Atalanta. Girona, 2008. 188 páginas. 18 euros. Erótika. Escenas de la vida sexual. Patricia de Souza. Barataria. Madrid, 2009. 156 páginas. 15 euros.

Y cuelgo el video de la edición de ese número de Babelia, muy interesante: http://www.elpais.com/videos/cultura/BABELIA/Sexo/libros/libros/sexo/elpvidcul/20090306elpepucul_2/Ves/

vendredi, mars 06, 2009

L'envie

En francés, envie, es eer ganas, desear tener, envidia, pero en un sentido muy vasto. Una amiga francesa me dice a propósito de mi anécdota de Gallimard, porque lo es hasta que no sea concreta: prepárate porque si publicas en Gallimard, perderás a la mitad de tus amigos...

Y me quedé pensando: la envida hiere, no es un sentimiento que nos fortalezca, nos debilita. Sentir envidia es una forma de reconocer al otro, de no verlo, de querer... Es un sentimiento, común, vulgar, que cuando lo sentimos, nos humilla. Si yo encuentro un libro que me habla, que me seduce, no siento envidia, me siento menos sola. La envidia por eso, tal vez sea sentida por aquellos que se sienten de alguna forma muy solos, sin cartas de nobleza. Yo la entiendo, pero la ignoro. No deseo verla porque nos hace ver lo peor en la personas, y prefiero pensar que siempre podemos ser generosoas.... lo que cuesta la generosidad, eh?... aquella que es verdadera, que no proviene de un sentimiento de superioridad que es pensar, qué me importa si soy mejor, sino de una verdadera empatía. El que siente en el lugar del otro, tal vez sea menos envidiosoa....
Hay un ensayo de Steiner sbre este tema, interesantísimo...

El día de la mujer (sic)

Se sigue celebrando el "día de la mujer", un día al año dedicado a lo que se considera una "minoría", sin serlo, me resulta patético. Es que mientras se sigan manejando estas categorías de crédito, con condiciones muy claras y costosas, creo que estamos perdidas. Si las mujeres celebramos el día de la mujer, aceptamos que somos una cuota, que ese día se hablará de los problemas de discriminación, exclusión, y sometimiento, pero que después, como ya se cumplió formalmente con ese ridículo día, pues todo sigue igual. No es desde esta discrimación positiva como se pueden cambiar las cosas, sino removiendo la estructura piscológica, cultural, de las mujeres, es decir, no actuar como minoría. Yo creo que la creatividad es la respuesta más digna. La única que inspira respeto. Pero el día de la mujer, realmente causa risa, será peor que nada dirán. Y si hacemos el día del obrero, que ya existe, el día del médico, de la enfermera?, así, ad infinitum....

jeudi, mars 05, 2009

ya regresé

Regreso a mí, a mi envoltura, mientras México me envuelve en su voluptuosidad... Envíaod documentos para la Villa Medicis intramuros, difícilísima de obtener, peor quién sabe. Fue dirigida por el pintor Balthus y ahora la dirige Fredéric Miterrand, sobrino del ex presidente, Francois. Euforia esta mañana porque Richard Millet me dijo que la novela, la mía, la parecía: Justa, intensa, interesantísima, solo que habría que revisar la sintaxis. Pensé, a Duras también le dijeron lo mismo!! Las cosas siguen su curso, Mill me dice que ha hecho un excelente informe de lectura para el comité de Gallimard, falta, Antoine Gallimard, Philippe Sollers, Michel Bradeau, y los comerciales, que cómo verán un libro en francés escrito por una escritora de origen , eruano.... Conozco también a Braudeau, y es también encantador. Yo sé que Millet me tiene cariño pero también sé que este libro no es poca cosa... ganas de mostrarle a Millet mi México, ese de ayer en la noche, lento, lleno de luces nocturnas... Y seguir con su libro...

Olivier anda alborotado porque llega Sarkozy este sábado en visita oficial. La Embajada no cesa. Visitas, reuniones... diálogos...

Ellos dos, la novela que salió en Lima sale en México en junio, en Lima debería salir la nueva edición de El último cuerpo de úrsula, podré con tanto???... por ahora tengo mucho hambre...

mercredi, mars 04, 2009

a veces

A veces tengo la sensación de ser una cabeza que piensa y piensa... que se encierra en ese cogito y después solo busca salir. Las palabras están regadas en mi mesa y atrapo algunas, decía Duras. Yo siento que, a veces me persiguen y para poder escapar, escucho a Ravel, por ejemplo. Su pavane. Imagino una atmósfera tropical, como esos paisajes de Amazonía, o miro el cielo de México: un avión atraviesa el cielo y brillan algunas estrellas...

oh, liberación! Hay en pocos minutos una presentación del libro de Daniel Alarcón, escritor peruano que publica en Sexto piso, y yo tengo ganas de salir, de perderme en las frases de los demás, de olvidarme de mí.... Por un momento...

Luchador


No sé si recuerden al actor de la película de Coppola, Los chicos de la calle, y al de El año del Dragón y al de 8 semanas y media... Micky Rourke, un hombre bellísimo, de una personalidad, como actor, impresionante, en la actualidad, irreconocible, en una regresión humana, mental, igaualmente impresionantes. Qué sucedió, ese personaje de la reciente película Luchador, que una vez vi en el festival de Cannes con el rostro destrozado y la psicología de un niño perdido; era el mismo hombre? Sí. Micky Rourke es el resultado de una sociedad y de una época, la que fábrica máscaras en lugar de seres humanos, la que finge, oculta, pierde a los que la siguen. Suena moralista... Síiiii...!! Pero es que es un caso humano, social, el de Micky Rourke. Primero es el esfuerzo por seguir siendo un individuo y no plegarse a las exigencias del mercado y del cine, luego es un hombre que se busca en medio de una violencia enorme, que boxea, que se enfrenta con la brutalidad de su época y termina desfigurado y con la cabeza alborotada por tanto golpe. En la película, hay algo de su vida, un hombre cuyo único valor social es que posee un cuerpo y, como este ha envejecido, ya no puede seguir haciendo lucha libre. Es un hombre completamente solo, sin amigos, sin familia. Ha vivido a toda velocidad y no pensó que un día envejecería. Cuando lo entiende, ya es tarde. Ya no puede alcanzar nada aunque siga teniendo la ternura de un niño. Es un niño en medio de un mundo de adultos durísimo, donde el dinero define. Ni nobleza, ni indulgencia. Este hombre consigue un trabajo en un supermercado, pero como todo el mundo lo reconoce como el coloso de la lucha libre, decide luchar de nuevo y se olvida de su edad. Y así, muere en el ring. Una muerte digna, al mismo tiempo que durante todo la película sentimos que este hombre ha ignorado qué hacía en el mundo. Cierto, no sabemos por qué existimos pero justamente es una razón para que nos hagamos la pregunta y le demos un sentido, un contenido, por más pequeño que sea... En la entrega de premios vi a un Rourke igual de ausente, llevaba la foto de su perro colgada en el cuello (sic), e irradiaba una soledad y una vulnerabilidad muy de conmovedoras. La impresión de haberse perdido en medio del laberinto. Y conmueve su lucha, ese rostro que ahora es solo una máscara. No parece real, y lo es.
Foto: Rourke, antes y después.

mardi, mars 03, 2009

Ravel

Han oído esa maravilla que es Pavane pour un Infante défunte, de Maurice Ravel? Yo creo que nunca he sentido tanta belleza... creo que esa es la función del arte, producir belleza interior. Y cuando yo escucho esta canción, toda ansiedad cesa, cualquier inquietud, me hago mansa, suave... es como los claros de luna de Debussy... La vida Ravel (conocia su casa en el pa´s vasco francés, en Saint jean de luz), aparte de que Jean Echenoz escribió una biografía novelada, es un misterio... y ahora, yo, me voy con mis 28 grados a leer a Marx, a Millet que acaba de regalarme su último libro, monumental, y a Freud... sobre Leonardo Da vinci... al sol!!!

Un día

Alguien me preguntó cómo pasaban mis días en general. Aunque siempre lo hago, a ver, voy a hacer un inventario en México:

me levanto, escucho Radio France Internationale, desayuno con Olivier. Luego me pongo a ver mails, escribo en el blog. Escucho alguna emisión de France Culture, sobre filosofía o literatura. Doy vueltas. Sueño. Voy a caminar por el parque España y trato de recordar qué he soñado. Regreso, escribo, leo, voy por el diario, El país o La jornada, escucho algo de música. Almuerzo con alguien o sola. Hago siesta cueste lo que cueste, si no, no funciono. Bebo café (ah, claro, entretanto me he tomado una ducha, claro está). Hablo por teléfono con mi madre, con Francia y España para artículos. La tarde es lenta por lo que siempre leo. Tomo notas. Empiezo a escribir. Salgo a hacer alguna compra. Regreso, cena, alguna película o salida. De nuevo lectura o escucho France Culture. Y soñar.

A veces los días cambian inesperadamente, en Lima, es otro ritmo, en París, idem... pero aquí, por ahora, son así. Satisfechos?

Compré un disco de Ana Torroja con una versión mariachi de Hijo de la luna... No es bonito el video, pero sí me gusta la versión... http://www.youtube.com/watch?v=3THD_-u247U

lundi, mars 02, 2009

de retour, los viajantes

Gracias a ustedes la vida aparece en cada país que visitan
como si fueran una lluvia que cae sobre la tierra
e hicieran ver un espectáculo de gracia
como si fuesen flores en los ojos de la humanidad

Tu luz guía al viajante hasta su destino
igual que lunas en la oscuridad de la noche

Dios no dejará que ningún barrio quede sin su visita
oh, ustedes cuya memoria quedará inscrita en cada uno de nosotros
en el centro de nuestro cuerpo y en el fondo de nuestro corazón!

SIDI ABOU MADYAN, Qasida en Ra

Me gusta este poema, toda errancia se arraiga en la escritura, que es como la mirada de los demás. André Gide, para hablar del centenario de la fundación de La Nouvelle Revue Francaise, era un gran viajante y Le Clezio, escribe: No puedo escribir sino viajo, mi casa está en mi habitación, ahí donde tengo mis libros y escribo.

Mi casa es una maleta. De veras. siempre errante. Como se han cumplido cien años de la fundación de esta revista literaria, se han publicado muchas cosas, libros, biografías, un número especial donde también escribe Mario Vargas Llosa. La Nouvele Revue Francaise (Gallimard), fue creada para ser la vitrina de la vanguardia literaria en la "República de las letras", Francesa. En el primer número publicado en noviembre del 1908, colaboró sobre todo André Gide, quien la dirigiría después, seguido de Jean Paulhan, Roger Martin du Gard, hasta su director actual, Michel Braudeau. Le Clézio publicó uno de sus primeros textos, Marcel Proust, Violette Leduc, Jean Cocteau y Jean Genet. Lo que da pena es que esta revista, tan celebrada y leída, llega ahora apenas a 5000 ejemplares, y es poco leída. Sucede que las revistas se han convertido en una manera un poco fuera de contexto para escritores que desean ser "lanzadoas" al firmamento, la verdad que no lanza a nadie. Los lanzamientos son escasos, aislados y arbirtrarios. Además, es difícil seguir lo que pasa en el mundo (demasiadas publicaiones, demasiads poderes consolidados,hechos de clientelismo y oportunismo): quién entiende por ejemplo lo que sucede en América latina y España?, un ejemplo concreto, cómo se explica que se siga produciendo una literatura profundamene conservadora, que ignora todas las vanguardias, las crisis de lenguaje, el mundo entero, pregunto, cómo es posible que se sigan manejadno los mismos clichés sobre la mujer (lean las últimas novelas publicadas en nuesro idioma y verán que no es queja, es abrumador), la religión o la Maldad??? Es decir, de una pobreza de ideas, de sentimientos un poco aplastante, de una cerrazón al mundo contemporáneo digna de la inquisición!! A mí me abruma leer novelas de algunos escritores en mi idioma porque no me reconozco en ellos y constato que me quedo sin óxígeno para seguir confiando en que algo va a cambiar. Se han consolidado en un bloque monolítico, reaccionario que hace que rebote todo lo que pueda ponerlo en peligro.
Europa, el mundo entero, no mira América latina, Perú, México, son apenas unos cuantos nombres. Y todavía representan lo exótico, lo exogámico, lo extranjero. Mientras los escritores locales, (o españoles) se sigan empeñado en regalar tarjetas postales sobre su mundo, su país, o lo que sea, seguirán pegados a un muro que nadie mirará, hasta que la foto se haga de veras amarilla y envejezca. Nunca he leído tantos autores envejecidos prematuramente por su manera de pensar, descreídos, duros, insensibles, con la indolencia también de la juventud....

Hay excepciones, muy pocas. Hoy, no me vienen a la mente... pero las hay...

Y bueno, si la NRF tuviese que publicar un especial sobre Perú, a quién pódría pedirle que escriba, a las antiguallas que dominan la crítica en el Perú, a los críticos de El comercio (l horreur!!)? No sé la verdad. Pienso y me quedo sin nombres... Ah, sí, me interesaba antes Abelardo Oquendo y su revista, pero ya no la sigo. Y no me vienen más---

Para hablar de cosas productivas. Encontré en el diario mexicano La jornada, una convocatoria a autores y autores iberoamericanos para hacer residencias artísticas de 16 semanas en este país. México es también el país invitado en el salón del libro de París. El Conaculta ha financiado algunas traducciones de autores mexicanos y un grupo de 24 autores se dirige a París. La dirección para la convocatoria de estas residencias para españoles y latioamericanos, se pueden
ver en :
http://fonca.conaculta.gob.mx

para cambiar de aire, me voy a leer un poco de a Violette Leduc...

Emociones

Quiero hablar más tarde los cien años de revista de NRF, en Gallimard.... pero acabo de recibir un mensaje de Richard Millet, que acaba de imprimir el libro, y lo lee! Por ahora, le gusta... aie!! qué nervios! Ojalá le guste íntegro. Es que cuando alguien lee un libro, este vive, existe, se hace realidad... Preparo mis ejemplares para Minuit. Nada está ganado, es mi primer paso en francés, mi primer intento... y seré paciente.

ya regreso;;;