mardi, mars 03, 2009
Ravel
Han oído esa maravilla que es Pavane pour un Infante défunte, de Maurice Ravel? Yo creo que nunca he sentido tanta belleza... creo que esa es la función del arte, producir belleza interior. Y cuando yo escucho esta canción, toda ansiedad cesa, cualquier inquietud, me hago mansa, suave... es como los claros de luna de Debussy... La vida Ravel (conocia su casa en el pa´s vasco francés, en Saint jean de luz), aparte de que Jean Echenoz escribió una biografía novelada, es un misterio... y ahora, yo, me voy con mis 28 grados a leer a Marx, a Millet que acaba de regalarme su último libro, monumental, y a Freud... sobre Leonardo Da vinci... al sol!!!
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