Siempre he pensado que lo que nos hace humanos es la imaginación, la capacidad de soñar. Siempre he sentido como Robert Walser, recluido en el "Instituto Benjamenta que : me pueden quitar todo, prohibir todo menos mi imaginación. Y también pienso en esa frase de D.H Lawrence: una mujer rica espiritualmente puede dormir donde sea... incluso en el suelo...
Sí, siempre pienso que incluso en un hueco húmedo, en un hoyito, como dice una canción de Chabuca Granda, estaría feliz soñando, aunque mi casa sea grande, pero mi imaginación es todavía más... (Le Clézio decía que su casa era la habitación donde escribía) y luego, como cuando Jesús, niño, cree que puede hacer entrar todo el universo en un hoyito (Evangelios apócrifos), yo hago entrar mi imaginación en una nada. Nadie me puede quitar ese lugar, nadie lo puede alienar, y por eso me considero afortunada de ser una persona que piensa, un ser humano. Un cogito, un afffectio... Je le sais...
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