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mercredi, mars 10, 2010

La tradición

Toute tradition est condamnée à innover sous peine de disparaître. Sans elle, il nous serait impossible de devenir tout en devenant nous-mêmes. Sans rien d’autre qu’elle, nous serions en présence de ces sociétés froides dépeintes par Claude Lévi-Strauss, de sociétés fossiles ayant évacué l’Histoire où chaque génération se contenterait de répéter les faits et gestes de la génération précédente. Une tradition qui n’est pas sans cesse revisitée et réactualisée est vouée à péricliter. Prendre exemple sur ceux qui ont fondé et transmis, ce n’est pas seulement transmettre, c’est fonder à son tour. Et pour fonder, comme nous l’a démontré la littérature, il faut savoir souverainement dépasser la loi et ne pas bêtement se contenter d’outrepasser des tabous.

Utilizo este fragmento de un artículo aparecido en el Magazine littérairehttp://http//www.magazine-litteraire.com/ en francés, no por pedantería, si no porque me gustaría que hagamos el esfuerzo de comprenderlo en su idioma original, y porque el francés, leído, es fácil de comprender... al menos eso, creo. Pero, veamos, la tradición, me gustó muchocuando dice que toda tradición se actualiza aunque no se desee. El problema reside en lo que decidimos considerar como "nuestra tradición".. Por ejemplo, en el caso de los romanos fue la tradición clásica helénica, y yo me preguntaba cuál sería la nuestra al leer un post de mi querido amigo Jaime Vargas Luna, en que podemos pensarnos sin pasar por Europa, o algo en ese estilo. La pregunta, es ¿ya lo hacemos? Es decir que toda tradición necesita de un temperamento irreverente, de una puesta en duda, y es donde encaja el rol de la literatura y de loas que escribimos para no "fosilizarnos" como dice líneas arriba el framento en francés. Y luego, como está escrito líneas después, loas escritor(a)as son aquelloas que han aceptado con más valentía esa revisión y puesta en cuestión. A veces me digo: quisiera una vida más sosegada, pero es un sosiego, que no busca adormecerse sino seguir indagando, escarbando, y, a veces, mucho en realidad, me quejo de andar siempre en constante combustión. Pero he descubierto una cosa: ese cuestionamiento, muchas veces, me viene de afuera, de la imagen que los demás me han ido dando de mí misma, desde el colegio, hasta la universidad. Y esa imagen no ha sido valorizante, sino que se ha recreado, reactualizado con el tiempo, con la escritura y con la observación para adquirir nuevos valores, me ha hecho crecer. Aquella imagen de la "agua fiestas", de la solitaria e insatisfecha, de la anti-social, de la descontenta, de la contestataria, de la que no quería ponerse el uniforme único, de la que no quería ir a la escuela, la del temperamento fuerte, he terminado por pertenecerme. Assez de ir contra mí misma!, esa irreverencia, es mi manera de inventar, de producir nuevos valores de interpretación, y de vida interior No seré nunca sedentaria, ni silenciosa, seré lo que seré, pero seré yo. Este fragmento que habla de los tormentos que pasaron algunos escritores para arrancarle al mundo su savia, pero sobre todo cuando habla de la capacidad de observación de quien escribe, es interesante. En el artículo habla también de Michel Pontalis, psicoanalista y autor de varios libros de autoficción, de quien Richard Millet me ha hablado muchas veces hasta darme ganas de entrar en su cubículo de la editorial Gallimard (cuando visito a Millet) sin atreverme. Ese ver esa parte invisible de la realidad, e inscribirla sin pedantería, con cierta inocencia, me parece importante...

entonces, las veces en que he pateado el tablero, en que no he seguido las consignas de la tribu, ya no me averguenzan, me doy cuenta que es una forma de "estar en el mundo", como en el fragmento que escribí ayer, con todo su cuerpo y toda su alma...



L’indétermination, loin d’être un fléau que nous subissons, devrait être la pulsation intime de nos vies. Après tout, assumer notre condition et vouloir librement nous diriger dans l’existence, c’est ne pas nous voiler la difficulté de s’orienter dans un monde qui, pas plus que nous le sommes à nous-mêmes, ne nous est transparent. L’invisible, vers lequel le pont de l’interprétation doit être nécessairement jeté, ne constitue ni une invention ni une fiction de métaphysicien ; c’est notre condition même pour peu que nous osions la regarder en face et admettre qu’il y a peu de chose à voir, mais beaucoup à déceler. Malheureusement, la liberté donne la nausée. Et partout se lève une nostalgie certaine pour un univers clair, limpide, un cosmos vidé de ses mystères offrant à la personne une place toute désignée : enfin, ne plus pouvoir interpréter dans la crainte et le tremblement, enfin, un monde habitable au sein duquel nous attend un statut, une fonction, un ordre qui nous reconnaisse et nous justifie !

Les vrais aventuriers sont, peut-être, ceux qui entreprennent le grand voyage dans le « pays intérieur

Joseph Macé-Scaron


Y un pequeño placer poco aventurero y egoísta será irme a comer un ceviche en terraza (ah, este sol de México!) del restaurante peruano en Polanco... afortunada, sí... a veces, muy afortunada...

frase de María Zambrano sobre su corazón: este órganoque siempre quiere hablar!!

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