Termino un corto ensayo de Humberto Beck (Monterrey, 1980) sobre la poesía de Gabriel Said (Monterrey, 1934), a quien descubro gracias a este ensayo publicado por Jus, texto corto, pero ideas claras e intensas. Este fragmento me toca de cerca y tiene que ver con el fondo de Erótika.. (Jus 2008). Cito: En medio de las ráfagas del final, se unen la muerte y el deseo: el fin es intuido en la mortalidad del cjuerpo amado. Bajo la mirada del deseo, la persona amada se revela en su finitud y su caducidad. Desear un cuerpo es mirarlo en tanto que presencia mortal; es vislumbrar, por lo tanto, su muerte. En los momentos más vívidos de la experiencia se anuncia el Apocalipsis, la revelación del deseo (p.16).
Estabas empapada. Te reías
mientras yo deseaba tus huesos
blancos
como una carcajada
sobre el incierto fin del mundo
Porque el cuerpo y el sexo tienen algo irresistible y seductor pero también algo de prueba y de miedo al confrontarnos con nuestros propios límites, con nuestra propia fragilidad como lo explica Humberto Beck de manera clarísima. Y ahora, este otro poema más luminoso que encontré de Said para hablarnos de la identificación con el otroa:
Canción del segumimiento
No soy el viento ni la vela
sino el timón que vela.
No soy el agua ni el timón
sino el que canta esta canción.
No soy la voz ni la garganta
sino lo que se canta.
No sé quién soy ni lo que digo
pero voy y te sigo.
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