Una de las cosas que más cuenta es mantener la coherencia, ser coherentes con nuestras ideas, sentimientos, aún con el riesgo de no siempre recibir una respuesta. Ser coherentes nos lleva a ser más sólidoas moralmente pero nos expone, porque serlo significa renunciar muchas veces al "amor propio", que es muy distino del orgullo, un sentimiento fútil, que yo leo como más primario (o binario?). Mantener alianzas, maistades, saber "estar" cuando nos llaman, todas esas cosas exigen un esfuerzo constante. Y creo que vale la pena hacerlo.
leo una biografía de Flannery O' Connor, por Geneviève Brisac, Lejos del paraíso, encuentro un fragmento que me seduce: Vengo de una familia que considera que la única emoción digna de ser manifestada es la irritación. En algunos provoca la urticaria, en otros una vocación literaria, en mí, las dos.
Voy a Niza, a citadear, que quiere decir , a la ciudad y el ruido de la ciudad... Etc...
Sigo escribiendo entre la evocación de México, el presente en Francia, y el pasado!presente en el Perú...
1 commentaire:
Ay Patricia
Tu post, como para mi: qué dificil resulta mantenerse. Como decía una canción de Miguel Ríos:
"Qué dificil se me hace mantenerme con coraje lejos de la tranza y la prostitución. Mantener mi ideología, buena o mala, pero mía"
Un saludo y feliz viaje
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