Sí, a veces tratamos de aproximarnos de una imgen que se hace cada vez más virtual: nuestra propia vida, a la distancia, cuando tenemos una noción de tiempo intensa. Lunes de pascual, frío glacial, blanco. Cielo bajo. Espero que no nieve!!
Este momeno ahora, concreto.
Y estos sentimientos fragmentados.
Estas escaleras, este subir ya bajar escaleras,
estas calles de París y la sensación de ser nada
O casi nada
esta vida pasajera e intensa
este querer decir y no poder
y cerrar los puños
este día nublado y la tristeza
Y las ganas de salir y decir: buenos días, aquí estoy!
de querer cambiar el curso de las cosas,
limpiar rostros entregar sonrisas
este tanto querer...
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Y ese volver abrir la mano sin reservas que se esconde bajo la muralla frágil de nuestro deseo, y ese tiempo inconexo que disfraza en segundos la sonrisa por la duda y sin embargo esa extensa cadena de palabras se disuelve bajo los pasos del silencio, aunque siempre habrá una que arriesgue sus alas recién estrenadas desde el nido, sobre aquel incierto vacío del vuelo hacia el otro...
conmovedor. las distancias que recorro... un punto en el espacio
no sé
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