Los otros
Ayer por la noche, en la estación del tren de “banlieu” (suburbios), en la Gare du Nord, explotó de nuevo un enfrentamiento entre entre policías y “ciuadadanos”. Digo esto entre comillas, porque en Francia (no solo aquí, por otro lado, sino en todo el mundo) se han creado categorías. Hay ciudadanos de "primer orden" y otros "de segunda", los que merecen respeto y los que no se lo merecen. Todo esto tiene una connotación racial, social, de origen, obviamente. Hay una prudencia sorprendente de parte de algunas personas de izquierda , que no quieren ser acusadas de “politizar” el tema, y han mantenido una cierta reserva en sus declaraciones y, concretamente, sobre la noche de ayer que empezó con una interpelación en el tren a un joven que no tenía boleto para viajar. La razón que argullen los responsables de la revuelta es que hubo maltrato y abuso. Es decir, que la persona interpelada no lo fue con respeto, sino, como un delicuente cualquiera. Esto desató los ánimos de los jóvenes que derrapó en saqueo y rupturas de luces y vidrios de tiendas. El enfrentamiento duró hasta la una de la madrugada. La verdad es que esto tiene que ver con la política intimidadora de la derecha y en especial del ex-ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. La derecha, como es usual, se apoderó del miedo timorato de los ciudadanos a los jóvenes de “la recaille” (la escoria), del “lumpen proletariado”, como se dice y ganó elecciones pasadas. El problema es que ese discurso está asustando a los mismos que creyeron que el castigo, la intimidación y la estigmatización de todo joven encapuchado con rasgos africanos o árabes como un peligro potencial para la sociedad esté dando resultados. El enfrentamiento de los que se encargan de controlar el orden, es, de hecho violento, y por supuesto discrimina derechos de un ciudadano francés (Sarkozy dirá que no lo son completamente) en el momento que se le increpa por no respetar la ley. Lo que exise actualmente es una frustración general fe parte de cierta población joven, resultado de la imigración de los últimos años, pero nacida en Francia y francó-fonos, de cultura francesa. El modelo republicano que tanto mencionan los militantes de derecha, es discrimanación o integración??? (esto tiene para rato, no sé cómo piensan concebir las bases para una nueva idea de República francesa (sic)), es mestizo, o sigue pretendiendo a estas alturas que sea únicamente continental exluyendo de su historia a todos aquellos que formaron parte de las colonias francesas, se olvidan que hasta la independencia de Argelia los habitanes de ese país tenían pasaporte francés? En Toulouse, la llegada de Jean Marie le Pen provocó también manifestaciones de cólera ante el discurso belicoso de este candidato. Esto quiere decir que el odio, apela al odio. Si ellos no se sienten respetados no respetarán a nadie. Si se les señala con el dedo como malhechores en potencia, terminarán por cumplir el rol de “chicos malos” que la sociedad les asigna. Nunca antes han habido tantos jóvenes inscritos para las elecciones presidenciales, quiere decir que le otorgan un valor a su voto, y que, en el fondo, creen que algo pueda cambiar. Ojalá estas cosas hagan ver que el discurso de seguridad primario que tiene la derecha (prioridad número uno del partido de Sarkozy si gana, es la imigración, chivo expiatorio para los populistas, y para hacer creer a una población desorientada que eso va a solucionar el desempleo, etc), no es discuasivo sino incendiario. Segolene Royal ha dicho que habría que ver estos resultados "como una escisión cada vez más grande entre la poblaciónn y las fuerzas del orden", que se han convertido, como "en la época del rey" (según la editorial de Le mode de hoy) en sus guardianes en vez de los del pueblo. ¿Volvemos a qué época???
Ayer por la noche, en la estación del tren de “banlieu” (suburbios), en la Gare du Nord, explotó de nuevo un enfrentamiento entre entre policías y “ciuadadanos”. Digo esto entre comillas, porque en Francia (no solo aquí, por otro lado, sino en todo el mundo) se han creado categorías. Hay ciudadanos de "primer orden" y otros "de segunda", los que merecen respeto y los que no se lo merecen. Todo esto tiene una connotación racial, social, de origen, obviamente. Hay una prudencia sorprendente de parte de algunas personas de izquierda , que no quieren ser acusadas de “politizar” el tema, y han mantenido una cierta reserva en sus declaraciones y, concretamente, sobre la noche de ayer que empezó con una interpelación en el tren a un joven que no tenía boleto para viajar. La razón que argullen los responsables de la revuelta es que hubo maltrato y abuso. Es decir, que la persona interpelada no lo fue con respeto, sino, como un delicuente cualquiera. Esto desató los ánimos de los jóvenes que derrapó en saqueo y rupturas de luces y vidrios de tiendas. El enfrentamiento duró hasta la una de la madrugada. La verdad es que esto tiene que ver con la política intimidadora de la derecha y en especial del ex-ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. La derecha, como es usual, se apoderó del miedo timorato de los ciudadanos a los jóvenes de “la recaille” (la escoria), del “lumpen proletariado”, como se dice y ganó elecciones pasadas. El problema es que ese discurso está asustando a los mismos que creyeron que el castigo, la intimidación y la estigmatización de todo joven encapuchado con rasgos africanos o árabes como un peligro potencial para la sociedad esté dando resultados. El enfrentamiento de los que se encargan de controlar el orden, es, de hecho violento, y por supuesto discrimina derechos de un ciudadano francés (Sarkozy dirá que no lo son completamente) en el momento que se le increpa por no respetar la ley. Lo que exise actualmente es una frustración general fe parte de cierta población joven, resultado de la imigración de los últimos años, pero nacida en Francia y francó-fonos, de cultura francesa. El modelo republicano que tanto mencionan los militantes de derecha, es discrimanación o integración??? (esto tiene para rato, no sé cómo piensan concebir las bases para una nueva idea de República francesa (sic)), es mestizo, o sigue pretendiendo a estas alturas que sea únicamente continental exluyendo de su historia a todos aquellos que formaron parte de las colonias francesas, se olvidan que hasta la independencia de Argelia los habitanes de ese país tenían pasaporte francés? En Toulouse, la llegada de Jean Marie le Pen provocó también manifestaciones de cólera ante el discurso belicoso de este candidato. Esto quiere decir que el odio, apela al odio. Si ellos no se sienten respetados no respetarán a nadie. Si se les señala con el dedo como malhechores en potencia, terminarán por cumplir el rol de “chicos malos” que la sociedad les asigna. Nunca antes han habido tantos jóvenes inscritos para las elecciones presidenciales, quiere decir que le otorgan un valor a su voto, y que, en el fondo, creen que algo pueda cambiar. Ojalá estas cosas hagan ver que el discurso de seguridad primario que tiene la derecha (prioridad número uno del partido de Sarkozy si gana, es la imigración, chivo expiatorio para los populistas, y para hacer creer a una población desorientada que eso va a solucionar el desempleo, etc), no es discuasivo sino incendiario. Segolene Royal ha dicho que habría que ver estos resultados "como una escisión cada vez más grande entre la poblaciónn y las fuerzas del orden", que se han convertido, como "en la época del rey" (según la editorial de Le mode de hoy) en sus guardianes en vez de los del pueblo. ¿Volvemos a qué época???
3 commentaires:
Hola mi nombre es Hernán, soy periodista y vivo en París, donde estoy cubriendo las campaña presidencial francesa. Junto a mi compañero Alejo estamos escribiendo un blog sobre la trastienda de las elecciones. Si les interesa echar un vistazo, nuestra dirección es http://www.franciavota.blogspot.com/
Desde ya, muchas gracias.
Hola, Patricia
Hablando de uniones y desuniones en la Europa, de violencias y silencios entre tantas otras tantas que me hacían dejar el blog el mes pasado, a inicios de este mes me encontré un comentario de un lector tuyo y llegué a una página colombiana que hablaba del manifiesto "Soy libre, soy blogger". Ese mismo día me adherí a él con mis firma y recién ayer pude publicar un post al respecto en http://vanysol.blogspot.comUn poco para variar el tema de tus inquietudes, pienso que si existen grupo como Equinoxxio que irradien tanta buena vibra desde el mundo blogger, tal vez existan esperanzas para que algunas cosas mejoren en el mundo real. Al menos es una apuesta optimista ver tanta comunión en un grupo de colombianos, rescatada de entre toda la discordia y desencuentro que anda por allí latente en diferentes países del "mundo real".
Un gran abrazo y que tengas un buen fin de semana. Vanessa S.S
Hola mi nombre es Antonio, soy actor y resido en Lima. hace poco estuve unos meses en Buenos Aires y la anecdota contada me evoca situaciones identicas que las autoridades le propinaban a los peruanos en el metro y otros espacios publicos como las grandes plazas
Enregistrer un commentaire