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mardi, octobre 10, 2006

Novela

Walter Benjamin escribe sobre el narrador en sus Escritos franceses que la narración tiene que ver con la tradición oral, es decir, preservar una cadena viva de relatos. La novela la inscribe en el plano de lo inidividualy en la época moderna. Supongo que nos habla más de la novela escénica cuando dice que “empobrecimiento de la vida del individuo” hace que tenga pocas cosas qué decir sobre sí mismo. Una cosa contradictoria, es que ahora sucede lo contrario, quiero decir que abundan los textos en primera persona (la autoficción)como un impertivo por confiarse en el texto. Estas son algunas reflexiones sueltas, y a la volada, sobre la novela y lo que hace que siga existiendo, de su importancia y de sus múltiples tranformaciones.
La otra noche, mientras paseábamos con luna llena, pensé que la fuerza de la novela radica en sus imágenes y situaciones que ayudan a visualizar lo que sucede. Por ejemplo, recuerdo muy bien escenas de Cuarteto de Alejandría, de A la búsqueda del tiempo perdido, o de Madame Bovary y El idiota, por ese lujo del detalle en la escena. Por el diálogo, también, aunque yo no los utilice mucho.

Siempre he pensado que los libros tenían que ejercer su influencia en mí, los que construyo y los que leo. Cuando esto no sucede, cuando no hay transformación ni enriquecimiento, me acosa la melancolía: ah, melancolía, clava tu dulce pico, ya! , escribió César Vallejo y lo entiendo perfectamente.
Me gustaría adherir a esta frase de Borges en su texto sobre la ceguera:

Un escritor, todo hombre, deber ver en lo que le sucede un instrumento, pensar que todas las cosas le han sido dadas con una cierta finalidad: Sobre todo si se trata de un artista. Todo lo que le sucede, incluyendo las humillaciones, los fracasos, las desdichas, todo ha sido dado como arcilla, un material para su arte; y debe aprovecharlo.

Nota bene
(ojo, he tenido que traducirlo del francés por no encontrar una versión en castellano, osea que la cita, no será exacta)

Voy a Niza, a la libreria Massena, por unos libros. Recuerdo muy bien los comentarios de Stendhal de esta ciudad que le gustaba mucho por su apariencia italiana.

1 commentaire:

Anonyme a dit…

Patricia, no pidas a la melancolía que te clave el pico, dolorosa forma de inocular en tu escritura tonos oscuros que ya tienes suficientes. Regálanos, en cambio, otras de tus epifanías…


Además, lo que quería Vallejo y creo que tú era:

“MELANCOLÍA, SACA TU dulce pico ya(…)
Melancolía, deja de secarme la vida,
y desnuda tu labio de mujer...”

Del poema Avestruz