Esta es la cara de la otra moneda, sin sublimación, con golpes para tratar de sacar algo en claro, para pensar a punta de martillazos. Acabo de pasar por la Inquisición masculina hablando del ensayo de Virgine Despentes, que termino. Yo escribo una tesis sobre la escritura como huella, como resistencia, con y contra todos (Lautréamont y Flora Tristán) y termino haciendo un trabajo semiótico del lenguaje, sobre su poder alienante y su poder para someter. Para contestar hay que apropiarse de los signos y así construir otros símbolos, es necesaria, entonces, la insolencia. Y aunque se me reproche, sé que es importante, que si escribo como escribo es por qué empecé diciendo: no deseo esto, no soy yo ésa que me muestran, es porque primero que nada siempre se ha impuesto mis ganas de auto-derminación. Me hace gracia cuando Luc me llama Madame la Présidente de Tourvel (sic), como el personaje de Relaciones Peligrosas. Pero sé que en el fondo es una cuestión de frote de roles, imposible que no sea así con alguien que se pronuncia y opina constantemente. Me gusta el lenguaje de Despentes, seco, directo, nada literario. Lautréamont adoraría y sé que va a gustar. Et. merde, alors, con la corrección, con estar fabricándose un Frankenstein a medida, con tener que andar armada hasta los dientes y lanzando bombas para seguir adelante y hacer lo que siempre hemos hecho en menos cantidad: pensar, escribir, dejar constancia. Y firmar actas.
Lo de VD puede chocar algunas suceptibilidades. Esto se escribe después del Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir. No es un debate inútil, puesto que está en juego el bienestar de montones de mujeres, sobre todo y ante todo, su libertad.
Epígrafe de Simone de Beavoir: En efecto, el hombre representa hoy en día el positivo y lo neutro, es decir, el macho es el ser humano, mientras que la mujer es tan solo el negativo. Cada vez que se conduce como un ser humano, declaran que se identifica con el macho; sus actividades políticas, deportivas, su deseo por otras mujeres, son interpretadas como "protestación viril", nos negamos a aceptar los valores hacia los cuales ellas trascienden, lo que conduce evidentemente a pesnar que hacen una inauténtica elección subjetiva. El gran malentendido sobre el cual reposa el sistema de interpretación, es que admitimos que es lo natural para els er humano hembra para hacer de sí misma un ser femenino: noes suficiente ser heterosexual, ni incluso madre, para realizar este ideal; la verdadera mujer es un producto artificial que la civilización fabrica como antes se fabricaban castrados; esos pretendidos instintos de coquetería, de docilidad, le son impuestos como al hombre el orgullo fálico, sin que no acepte siempre su vocación viril; la mujer tiene todavía más razones para no aceptar la que se le ha asignado.
Simone de Beauvoir, El segundo sexo, 1949
Virginie Despentes, octubre 2006: Kin kong Theorie
Luego de muchos años de estudio, he deducido que, de todas formas, la femeneidad es una cojudez. Es el arte del servilismo. Se puede llamar a eso femenenidad y hacer algo con glamour. Masivamente es solo el arte de comportarse como inferior. Entrar a una pieza, ver si hay hombres, tratar de gustarles. No hablar alto, no hablar en tono categórico, no sentarse con las piernas separadas, no expresarse en un tono autoritario, no hablar de dinero, no desear el poder, no buscar el prestigio ni reírse muy alto. Gustar a los hombres es un problema complicado que significa borrar toda voluntaf de poder. Durante ese tiempo, los hombres, aquellos de mi edad, por ejemplo, no tienen edad, ni corpulencia. Cualquier imbécil, enrojecido por el alcohol, calvo, panzón y look podrido, puede permitirse reflexiones desagradables sobre las mujeres si no las encuentra sufientemente buenas, o decir cosas innobles si es que no se las pueden tirar. Son las ventajas de su sexo. Pero es raro que sean Bukowski, la mayoría de las veces es algún tarado de mal gusto. Estar acomplejada, he ahí lo femenino. Borrarse. Saber escuchar. Y no brillar intelectualmente. Lo mínimo como para oír a algún bello y comprenderlo. Hablar es femenino, todo lo que no deja huella. Nada de grandes discursos, ni libros, ni grandes proezas. Las cosas pequeñas. Lindas, femeninas. Los hombres, no rush, pasamos nuestro tiempo en comprenderlos, cuidarlos, mimarlos como madres consentidoras (...) Escondan sus heridas, señoras, eso podría herir a su torturador. La palabras siempre confiscadas. Una mujer peligrosa dijeron?
(...) Las que ocupan los mejores sitios son las que hacen alianza con los más poderosos. Las más capacitadas para callarse cuando las engañan, permanecer cuando las humillan, y adular el ego de los hombres. Las otras, las furiosas, las que reniegan de su cuerpo y su belleza, las cabezas fuertes, son asfixiadas, anuladas. Non grata en el pastel.
2 commentaires:
Patricia, es muy fácil e incluso agradable – aunque no necesariamente enriquecedor- unirse a alguien que piense en uno…una persona buena que lo acompañe sin someter ni humillar. No es fácil cuantificar de qué forma ocurre esto en el mundo por regiones y grupos. Pero la gente se acomoda a la felicidad según el costo, y al lado de personas buenas no es tan alto. A diferencia de quienes se arrellanan junto a los poderosos. Es claro que esas dos cataduras de la felicidad te aburren, y por ello vale tu esfuerzo de insolencia intelectual y el estudio de la construcción de personajes como los del libro y la pelicula de Virgine Despentes. Me parece interesante. Pero encuentro simultaneamente sensato e insolente lo dicho por Doris Lessing en alguna entrevista al ponderar el papel de la pildora y la aspiradora en el salto silencioso que dio la mujer en el siglo XX… ahh, y bello lo de tu padre.
Convenir que en el mundo existe una estructura de dominacion de lo masculino sobre la mujer, creo que es una verdad indiscutible, y que esa estrucura se manifiesta de formas atroces desde una perpectiva, no ya de eufemismos intelectuales sobre igualdad de genereros, sino a traves de la violacion de derechos humanos fundamentales, como en el caso de los asesinatos de mujeres adulteras en el africa y en ciertos paises musulmanes, es insostenible con nuestra condicion de seres humanos. Donde poner el enfasis para lograr avanzar hacia la igualdad? Coincido con que es necesario empoderar a la mujer y fortalecer sus capacidades en aquellos segmentos vulnerables de las poblaciones, para que puedan lograr cierta libertad economica, porque es la unica vía para en lo futuro puedan avanzar y organizarse para revindicar nuevas posiciones sociales, que en un medio tan solo de supervivencia, es imposible imaginar. La insolencia de los gestos de mujeres emancipadas y que tuvieron acceso a la cultura, aun con gran sacrificio, no va a hacer la diferencia para lograr un cambio desde el machismo masculino al machismo femenino, la accion de una literatura comprometida en ese aspecto, debe pasar por un activismo mas efectivo.
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