Creo que hay instantes en que debemos pensar qué significa la vida frente a la muerte. Una de las cosas con las que nos confronta la situación que atraviesa Venezuela, con la enfermedad de su Presidente, es reveladora. Más allá de todas las caricaturas y simplificaciones de las cuales es víctima este proceso, la madurez de la población venezolana, me sorprende. Si hay tanto afecto, y a veces un poco de amor histérico, es porque en muchos años de una "supuesta democracia" nadie se ocupó de los más vulnerables (comparto con Jacques Rancière su idea de que las democracias representativas no cumplen realmente una función por la igualdad). Chávez, con una sensibilidad y una empatía siempre atenta, fina, se ha ocupado de todos aquellos y aquellas que no tenía rostro, que vivían sin vida- No solo convirtió a esta vocación de servicio en una convicción moral, sino en una decisión política. ¿Una Teresa de Calcula hombre? No sé, pero hay algo en la persona de Chávez que hace que entre en contacto con las aquellas que lo ven y lo escuchan y lo siguen, que hayan alcanzado un nivel de madurez moral y política. Nadie cierra los ojos frente a los errores, los temas que siempre surgen cuando una población (una parte de la población) decide hacerse cargo del destino de su país, pero hay una responsabilidad asumida. La biología no es un destino, decía Freud, tampoco la pobreza es una situación "natural" y aceptable como se pretende hacer pasar como lenitivo y sedante. La chatura de la idea de que es necesario de que existan pobres para que tengamos ricos es, desde todo punto de vista escandalosa. Para alguien que escribe, el lenguaje es importante. Cuando los responsables políticos, apoyados en la mirada de su líder se expresan, cuando los jóvenes y las mujeres (sobre todo las mujeres) con un lenguaje que organiza, piensa, reflexiona, no se puede pasar de frente. Es una dialéctica constante, y ahí donde un lenguaje busca soluciones, recuperar la confianza en el discurso y alejarlo de sus tenores retóricos, ahí donde el lenguaje asume la carga moral del otroa a quien se dirige, es cuando realmente cumple su función principal, la de hacer que seamos capaces de soñar, pensar, transformar...
En fin, quería terminar el año con esta reflexión un poco acelerada por falta de tiempo. Creo que para entender qué sucede en Venezuela, es necesario prestar atención, salir del "molde" tradicional de la labor política. Este proceso no se termina con su líder, aunque sea doloroso perder lo que se podría llamar una "compañía silenciosa". Si analizamos por qué tantas mujeres (70% de mujeres participan en este proceso) lloran a un líder, no creo que sea solo la religión, el culto a la figura masculina (además Chávez no es un líder que represente realmente los valores culturales masculinos, si dije Teresa de Calculta...) es que este proceso liderado por él les había garantizado una entrada digna en la historia de su país, un futuro, una vida completa, o como ese gerundio que usa HC, vivir viendo, y vivir muriendo, o morir de vivir para seguir el fraseo que también podría ser de Juan de La Cruz.
Cambio entonces de paradigmas, nunca he oído una sintaxis tan clara, discursos tan claros y maduros de parte de una población, y aunque mucha gente te repita la cantaleta de la la falta de derechos, producto de una propaganda muy bien orquestada por las corporaciones... espero que cuando regrese del Perú, este proceso siga en movimiento.
....
Creo que se me impone un receso, un descanso, un cierre de fin de año para pensar, observar, estar....
feliz año nuevo!
samedi, décembre 15, 2012
mercredi, décembre 05, 2012
Del mundo como un supermercado
Siempre pienso en esta frase: cuesta mucho saber dónde se encuentra su deseo. No desear siempre el deseo del otroa, según la regla mimética que describía René Girard, sino desear lo que nos es necesario, lo que nos produce placer a nosotras. Nosotras, significa escapar de toda esa panoplia de estereotipos que nos llueven día a día sobre lo que "debemos o no desear". Viendo una página de Internet, descubro que existen cada vez más editoriales virtuales (he descubierto sobre todo en francés) que editan de todo, como en un supermercado, como si el lector o la lectora entrase en un dédalo donde siempre hallará el hilo para salir. ¿Será? Intuyo que el abaratamiento de los costos de una edición por Internet, ha convencido, como me comentaba Olivier, que cualquier persona puede escribir correctamente sus memorias, contar anécdotas o conjugar historias, sin que por eso se plantee grandes problemas sobre el lenguaje, la forma, el sentido, etc.... esas personas pueden vender sus libros entre 40 o 50 personas conocidas y así, la editorial, puede llegar a vender cientos de cientos de ejemplares de esa psicología de la proximidad que plantea otra forma de "Vínculo social". Estas palabras están de moda, las he oído varias veces los últimos días, en Pierre de Rosanvallon, en Marc Augé...
Justamente, mi vínculo social es virtual en el extranjero, pero no solo lo es para mí, todas las personas viven y conversan a través de la web, compran, escriben, diseñan el mundo a su manera. El mundo parece un supermercado con el producto que necesitamos. Esto podría dar resultados inimaginables, peor también puede producir una parálisis social, es una intuición...
a medianoche desperté con dolor de cabeza. Tenía: El placer del texto (Barthes) en mi mesa de noche. Leía: ¿qué hace que muchas personas renuncien al placer noble de la lectura? Tal vez, pensé que es que no se sienten a la altura de esas experiencias que aparentemente son sofisticadas, porque, por más trabajo que le haya costado a quien lo escribió, ¿ no parece tan natural, tan real? Creo que la economía nos ha arrancado muchas cosas, la capacidad de confiar en nuestros deseos, en su autonomía, en nuestros sueños, en nuestra capacidad de soñar.
El otro día pensé: mientras soñemos, mientras el inconciente esté allí (el inconciente que son los otroas)
latiendo, imposible que no haya literatura. Nunca sé qué me empuja escribir, pero lo hago, es vital, es como soñar para después estar bien. Hablo de los sueños del sueño en sí.
He estado durante una semana recibiendo gente, hablando con gente, pero no me he recibido a mí misma, no me he hablado a mí misma.
Un día, sensación de agotamiento, de estar como distorsionada, fuera de mi eje. Resulta después de hacer muchos esfuerzos por comunicar, por dialogar. Hay algo en mí que se traiciona, no son miradas que me ven, sino que ven al personaje- Y es agotador.
para volver al supermercado, las identidades se venden y se reconstruyen a una velocidad sideral en las redes sociales, la mejor caricatura. Una persona que tiene 2000 amigoas pero cuando está enferma, o necesita a alguien, no encuentra a nadie. Estas identidades del ciber, son volátiles, no son realmente identidades porque se construyen para la mirada exterior, al menos, es lo que intuyo.
Tal vez estemos entrando a otra forma de construir nuestra psique, ¿ no será nuestro super-yo el FB? Y el Ello, el espacio sideral e inanimado de la imagen?
tendría que dar vueltas a esta idea que tengo la pretensión de exponer, sin afinar.
tal vez porque en este mundo virtual. todo se me hace alambicado.
Justamente, mi vínculo social es virtual en el extranjero, pero no solo lo es para mí, todas las personas viven y conversan a través de la web, compran, escriben, diseñan el mundo a su manera. El mundo parece un supermercado con el producto que necesitamos. Esto podría dar resultados inimaginables, peor también puede producir una parálisis social, es una intuición...
a medianoche desperté con dolor de cabeza. Tenía: El placer del texto (Barthes) en mi mesa de noche. Leía: ¿qué hace que muchas personas renuncien al placer noble de la lectura? Tal vez, pensé que es que no se sienten a la altura de esas experiencias que aparentemente son sofisticadas, porque, por más trabajo que le haya costado a quien lo escribió, ¿ no parece tan natural, tan real? Creo que la economía nos ha arrancado muchas cosas, la capacidad de confiar en nuestros deseos, en su autonomía, en nuestros sueños, en nuestra capacidad de soñar.
El otro día pensé: mientras soñemos, mientras el inconciente esté allí (el inconciente que son los otroas)
latiendo, imposible que no haya literatura. Nunca sé qué me empuja escribir, pero lo hago, es vital, es como soñar para después estar bien. Hablo de los sueños del sueño en sí.
He estado durante una semana recibiendo gente, hablando con gente, pero no me he recibido a mí misma, no me he hablado a mí misma.
Un día, sensación de agotamiento, de estar como distorsionada, fuera de mi eje. Resulta después de hacer muchos esfuerzos por comunicar, por dialogar. Hay algo en mí que se traiciona, no son miradas que me ven, sino que ven al personaje- Y es agotador.
para volver al supermercado, las identidades se venden y se reconstruyen a una velocidad sideral en las redes sociales, la mejor caricatura. Una persona que tiene 2000 amigoas pero cuando está enferma, o necesita a alguien, no encuentra a nadie. Estas identidades del ciber, son volátiles, no son realmente identidades porque se construyen para la mirada exterior, al menos, es lo que intuyo.
Tal vez estemos entrando a otra forma de construir nuestra psique, ¿ no será nuestro super-yo el FB? Y el Ello, el espacio sideral e inanimado de la imagen?
tendría que dar vueltas a esta idea que tengo la pretensión de exponer, sin afinar.
tal vez porque en este mundo virtual. todo se me hace alambicado.
mardi, novembre 27, 2012
Con Marc Augé en Caracas
He esperado varios días antes de soltar los que tenía dando vueltas en la cabeza. Sucede que en estos momentos de autopromoción espero a que sea una necesidad, o ganas de compartir algo muy personal, lo que me empuje a escribir. Es como un recorrido lento, en medio del silencio. Hemos estado acompañando (con Olivier a Marc Augé) durante su estadía en Caracas, y me atrevo a decir que se sintió muy bien compartiendo con nosotros. El hecho de que haya estado en nuestra casa ha permitido esas conversaciones que se dan solo cuando estás frente a una persona en un lugar apartado. Era la sala y yo veía la mirada de MA recorrer el verdor de los árboles, detenerse en un espacio interior, antes de empezar a hablarme del tiempo, de la edad (tiene 74 años o más, por discreción, no le pregunté su edad), de las ganas de vivir, al menos yo, siempre leí en él al joven, incluso al niño, y no al hombre de edad avanzada. Su entusiasmo por caminar por Caracas, su flexibilidad para plegarse a la aventura, su confianza en la vida, han sido para mí una lección de saber vivir.
Creo que me puse a escucharlo, sin interrumpir (cosa que suelo hacer por impaciencia) en cómo se veía y cuál era su relación con la muerte. Me citó una carta de Seneca a Lucilius, creo que hablé del miedo que siento de que mis padres ya no estén un día. Y yo sé, como le dijo él que ese miedo tiene que ver con la propia muerte. Más allá de estos temas densos, era su entusiasmo, sus ganas de conocer, decir un sí profundo a la vida, lo que más impactaba (mentener esa ilusión casi infantil por hechos casi ínfimos). Ya había estado en Caracas, y su sensibilidad acerada, lo colocaba en el mismo lugar que nosotros: en Venezuela se vive una transformación fundamental. No es un acomodamiento, no, es una transformación de un sistema de pensamiento. Vio por toda la ciudad el plan vivienda que hace crecer edificios como hongos, pensaba como Olivier que el hecho de que estas construcciones no tuvieran parqueo, no era un error, sino un avance hacia otra forma de civilización para compartir la vida en la ciudad. Durante su conferencia en la Universidad Central de Venezuela, la sala reventaba de jóvenes (1000 estudiantes en dos días!), se le acercaban, le pedía autógrafos, yo percibía una cierta fragilidad en él, en una forma de titubear al caminar, en la mirada siempre unida a su eje interno, espacio de reflexión y combustión constantes, luego nos fuimos a almorzar a un restaurante de Las mercedes, estaba luminoso, feliz...
Tuve la arrogancia de regalarle dos libros míos, la verdad que sí, hubo algo de arrogancia en ese gesto mío, como si yo hubiese recorrido la misma cantidad de años, como si pudiera haber madurado tantas ideas. Leía su libro Formas del olvido, que me llevaba a pensar la antropología, en psicoanális desde otra perspectiva menos literaria. Estoy contenta y agradecida de estos encuentros que me llenan de energía, pero sobre todo me enseñan que quien sabe más, es siempre quien sabe callar. Nobleza de la sabiduría.
Creo que me puse a escucharlo, sin interrumpir (cosa que suelo hacer por impaciencia) en cómo se veía y cuál era su relación con la muerte. Me citó una carta de Seneca a Lucilius, creo que hablé del miedo que siento de que mis padres ya no estén un día. Y yo sé, como le dijo él que ese miedo tiene que ver con la propia muerte. Más allá de estos temas densos, era su entusiasmo, sus ganas de conocer, decir un sí profundo a la vida, lo que más impactaba (mentener esa ilusión casi infantil por hechos casi ínfimos). Ya había estado en Caracas, y su sensibilidad acerada, lo colocaba en el mismo lugar que nosotros: en Venezuela se vive una transformación fundamental. No es un acomodamiento, no, es una transformación de un sistema de pensamiento. Vio por toda la ciudad el plan vivienda que hace crecer edificios como hongos, pensaba como Olivier que el hecho de que estas construcciones no tuvieran parqueo, no era un error, sino un avance hacia otra forma de civilización para compartir la vida en la ciudad. Durante su conferencia en la Universidad Central de Venezuela, la sala reventaba de jóvenes (1000 estudiantes en dos días!), se le acercaban, le pedía autógrafos, yo percibía una cierta fragilidad en él, en una forma de titubear al caminar, en la mirada siempre unida a su eje interno, espacio de reflexión y combustión constantes, luego nos fuimos a almorzar a un restaurante de Las mercedes, estaba luminoso, feliz...
Tuve la arrogancia de regalarle dos libros míos, la verdad que sí, hubo algo de arrogancia en ese gesto mío, como si yo hubiese recorrido la misma cantidad de años, como si pudiera haber madurado tantas ideas. Leía su libro Formas del olvido, que me llevaba a pensar la antropología, en psicoanális desde otra perspectiva menos literaria. Estoy contenta y agradecida de estos encuentros que me llenan de energía, pero sobre todo me enseñan que quien sabe más, es siempre quien sabe callar. Nobleza de la sabiduría.
mardi, novembre 20, 2012
respiración
regreso de una larga tarde en medio del infierno de carros que saturan Caracas. No exagero, creo que en lugar de pulmones tengo dos motores. El tráfico es un infierno a escala completamente inhumana, imposible digerir, pero parece que no todo el mundo lo siente así. En este momento muchas personas son una entidad omnisciente, dentro de un auto (pensar que solo el 80% usa el transporte público, es pensar en qué calidad de vida tiene la mayoría si esto sigue así) con varios dispositivos al alcance, lo que hace que su relación con su entorno sea abstracta, irreal, virtual, por lo que, la contaminación y el tráfico de pesadilla no importa mientras llegue a todas partes en auto, a mi casa, al trabajo (que siempre tiene el aire acondicionado), al restaurante, donde sea. El venezolano con automóvil, clase media, y clase media alta, no vive su naturaleza, no vive su ciudad, vive atomizado.
No solo es que no siente que comparte el mismo país que no tiene carro y padece horas de horas para llegar a su casa o a su trabajo, sino que no acepta (y esta es una muralla) una relación horizontal, no pone los pies en el suelo, no camina!
creo que haber recorrido algunas calles me ha hecho pensar lo irrespirable de este momento, es decir, ¿cómo vamos a vivir así, tan encerrados, tan de espaldas al mundo que nos rodea, por qué hemos globalizado la indiferencia y, claro, la estupidez?
No lo sé y la respuesta da miedo. Es una sensación de desarraigo, nunca hemos estados tan desarraigadoas en medio del smob!! Me da mucho más miedo pensar en las políticas de gobiernos ultraliberales, tan alienados con los valores mercantiles de esta época, que han hecho del deseo una dependencia, una patología cultural: el consumismo (la identidad está en el objeto de deseo, decía Lacan) ... Estas formas de vida no son naturales, son una cosa totalmente monstruosa.
¿será que hay un tercer ojo que nos hace ver que esto es escandaloso? No lo sé, pero a veces siento que este mundo no es mi mundo, que yo no sé vivir en él...
El vínculo social no existe, todos y todas estamos cada vez más atomizadoas, ¿iremos a estallar?
No solo es que no siente que comparte el mismo país que no tiene carro y padece horas de horas para llegar a su casa o a su trabajo, sino que no acepta (y esta es una muralla) una relación horizontal, no pone los pies en el suelo, no camina!
creo que haber recorrido algunas calles me ha hecho pensar lo irrespirable de este momento, es decir, ¿cómo vamos a vivir así, tan encerrados, tan de espaldas al mundo que nos rodea, por qué hemos globalizado la indiferencia y, claro, la estupidez?
No lo sé y la respuesta da miedo. Es una sensación de desarraigo, nunca hemos estados tan desarraigadoas en medio del smob!! Me da mucho más miedo pensar en las políticas de gobiernos ultraliberales, tan alienados con los valores mercantiles de esta época, que han hecho del deseo una dependencia, una patología cultural: el consumismo (la identidad está en el objeto de deseo, decía Lacan) ... Estas formas de vida no son naturales, son una cosa totalmente monstruosa.
¿será que hay un tercer ojo que nos hace ver que esto es escandaloso? No lo sé, pero a veces siento que este mundo no es mi mundo, que yo no sé vivir en él...
El vínculo social no existe, todos y todas estamos cada vez más atomizadoas, ¿iremos a estallar?
vendredi, novembre 16, 2012
Ecuador
Ayer, cuando salía del aeropuerto de Quito, pensaba en la necesidad de concentrarme en las sensaciones que iba inscribiendo durante mi viaje. Ser la tabula rasa donde esa nueva experiencia se inscriba fácilmente. He caminado sola por las calles del centro, las plazas, las calles empinadas, disfruté mucho ese tiempo lento de Quito, "ese olor a sierra" que tanto me recuerda a Cora-Cora y que me mece en los recuerdos de la infancia, allá, en la hacienda de mi abuelo materno. De hecho, hay en Ecuador esa mezcla entre el mundo urbano y andino que para mí no es exótica, si no afectiva. Una mujer con sombrero y falda de lana tejida, vendiendo la lotería en una esquina, es una sensación tan, tan natural para mí. Es algo próximo por lo que no tengo tarjeta postal, no, tengo una sensación clara, de carne y hueso. A ver, entremos en en interior y salgamos de la mirada externa, digo esto porque en cada evento público siempre tengo miedo de perderme en esas miradas, siento, siempre, un temor por no reconocerme, dejarme llevar por el entusiasmo del momento, la necesidad de compañía, la manía de "gustar". Me veo inquieta sobre mi silla, en el salón de la Feria del libro, con una cierta a angustia, una sensación de no saber por qué estoy ahí, en principio lo sé, estoy ahí porque me han invitado y estoy feliz de conocer a todas esas personas nuevas, pero no sé si me merezco ese lugar, más que merecerlo, no sé si lo justifico, si lo estoy ocupando de verdad. Creo que escribir es una pasión loca, violenta, a veces sublime, pero muchas, muchas veces, tirana, exclusiva. Es un trabajo solitario, de atención, y cuando estás en público sientes que realmente estás sola, que estás sola con tus dudas y tus obsesiones, pero, stop, no quiero perder el hilo, lo que sentí es que ese instante frente a la mirada exterior me devolvía la justa medida de mi persona: alguien que está siempre en pelea constante con su interior, alguien que intentaba juntar ese exterior con el contenido interior y darle un movimiento, una armonía. Posiblemente mi angustia provenía también de una cierta lucidez y una cierta frustración de no saber si escribir puede seguir teniendo sentido en una época en la que no hay tiempo para concentrarse, en un tiempo en que el imperativo de la vida activa y bulliciosa no estaba plantando el pie sobre la cabeza para hundirla sin prestar atención, escuchar, lentamente, de si todo esto no es una nueva forma de conocer, de pensar, o simplemente que no hay nada qué pensar ni qué decir, es decir, al mismo tiempo que asistía feliz a este evento, se desmoronaba el paradigma de la literatura como un gesto significante, un gesto humano (casi desesperado) por comunicar. ¿Estoy siendo confusa? Espero que no. Creo que la contradicción enorme es la felicidad de entregar, de hablar, y de escuchar y la sensación, clara, limpia, de que es casi imposible. Imagino que es lo que sentía mientras jugaba con el papel sobre la mesa, que igualmente escribir (no quiero hablar de Literatura con mayúsculas, simplemente ese gesto de escribir) tampoco iba a evitar que no nos reconozcamos en el mundo actual: escribir es una forma de fijar, una obsesión por ir en contra del tiempo, y el mundo es movimiento, es cambio constante. Tal vez por eso algunas personas que escribimos preferimos el retiro, el silencio, la austeridad, pero también porque creo que cada vez es más intensa la sensación de que el trabajo, el verdadero, sucede en el silencio, en el anonimato, casi como una labor secreta. Solo ahí es completa, viva la neurosis!!
pasión simple.
De todas formas me es imposible renunciar a la compañía de los otroas, y sí, lo que me apasiona son elloas, no tanto yo, tal vez escriba pasa salir siempre de mí misma, ser la pasarela para acercarme hacia los demás, y no, no hay contradicción, me encanta llenarme de rostros, de voces, de gestos. Por ejemplo, X en tal posición, Y, mirando a H, la sonrisa de P, las manos de R, la vos alta de C, todas esas impresiones que son huellas en la pared de la memoria. No son opacas esas sensaciones, son claras.
Regreso a Caracas y me doy cuenta de que tengo un lugar privilegiado donde escribir, que este país me mece con generosidad entre sus brazos, que aunque muchas veces llore mi Perú, siempre está ahí, esperando a que vaya a plantarme frente a él. Que, cada país es una experiencia que recorro y que luego me recorre por dentro, tal vez una pasión simple, simple...
Pensaba todo esto, luego las imágenes claras, de nuevo el olor de Quito, las ganas de ver, de observar. Las cosas han cambiado y están en plena revolución en este lado del mundo, en cada encuentro, cada entrevista, he sentido que hay una enorme necesidad de comprender de forma independiente, que hay un desplazamiento importante en la interpretación, es una intuición todavía no organizada. Ya vendrá.
pasión simple.
De todas formas me es imposible renunciar a la compañía de los otroas, y sí, lo que me apasiona son elloas, no tanto yo, tal vez escriba pasa salir siempre de mí misma, ser la pasarela para acercarme hacia los demás, y no, no hay contradicción, me encanta llenarme de rostros, de voces, de gestos. Por ejemplo, X en tal posición, Y, mirando a H, la sonrisa de P, las manos de R, la vos alta de C, todas esas impresiones que son huellas en la pared de la memoria. No son opacas esas sensaciones, son claras.
Regreso a Caracas y me doy cuenta de que tengo un lugar privilegiado donde escribir, que este país me mece con generosidad entre sus brazos, que aunque muchas veces llore mi Perú, siempre está ahí, esperando a que vaya a plantarme frente a él. Que, cada país es una experiencia que recorro y que luego me recorre por dentro, tal vez una pasión simple, simple...
Pensaba todo esto, luego las imágenes claras, de nuevo el olor de Quito, las ganas de ver, de observar. Las cosas han cambiado y están en plena revolución en este lado del mundo, en cada encuentro, cada entrevista, he sentido que hay una enorme necesidad de comprender de forma independiente, que hay un desplazamiento importante en la interpretación, es una intuición todavía no organizada. Ya vendrá.
vendredi, novembre 09, 2012
Tiempos de silencio
Hoy escuché algo así: dejar pasar las cosas, poder concentrarse, entrar en el silencio. A lo mejor no era para nada así, pero creo que el silencio, y el silencio interior, es importante. Odio sonar grandilocuente, pero acabo de oír a una escritora ruandesa (tutsi) hablar de la historia de su país, y la mía, atravesada de anécdotas, me parece mucho menos importante. Qué importa, dirán, pero sí importa, importa que en esta época de estridencia, se pueda mantener silencio. Me conmueve pensar que escribir puede limpira, curar. Por ejemplo, cuando Scholastique Mukasonga (que acaba de obtener el premio Renaudot en Francia) dice: las palabras son importantes en Ruanda, imprescindibles, la palabra reconciliación es fundamental. Entonces es indispensable pesar sus palabras, saber qué dicen, si dicen... Hay que saber observar.
No he podido sentarme a escribir en este blog, no ha sido falta de ganas, demasiados temas, demasiadas historias, diálogos, noticias. Esta es una época saturada de información, si seguimos así, vamos a !explotar!
Ayer pensaba en escribir sobre las ciudades, este infierno de ciudades que se han convertido en pequeñas prisiones. Caracas y sus miles de autos, su contaminación, el calor de este año, y de nuevo, los automóviles, el padecimiento del tráfico, el embrutecimiento del tráfico, la desconfianza que a veces asoma como un filo, un espacio por donde toda la confianza se desliza. ¿funcionará todo esto, a dónde va todo esto? Más allá de la retórica están los gestos...
volveré sobre este tema de forma más clara, aunque, a veces me parece imposible ver claro si no es un acto de amor, de amor, de confianza en lo que intuimos... y confianza en los demás...
No he podido sentarme a escribir en este blog, no ha sido falta de ganas, demasiados temas, demasiadas historias, diálogos, noticias. Esta es una época saturada de información, si seguimos así, vamos a !explotar!
Ayer pensaba en escribir sobre las ciudades, este infierno de ciudades que se han convertido en pequeñas prisiones. Caracas y sus miles de autos, su contaminación, el calor de este año, y de nuevo, los automóviles, el padecimiento del tráfico, el embrutecimiento del tráfico, la desconfianza que a veces asoma como un filo, un espacio por donde toda la confianza se desliza. ¿funcionará todo esto, a dónde va todo esto? Más allá de la retórica están los gestos...
volveré sobre este tema de forma más clara, aunque, a veces me parece imposible ver claro si no es un acto de amor, de amor, de confianza en lo que intuimos... y confianza en los demás...
dimanche, octobre 28, 2012
Weyergans, un libro en el calor de octubre
"Royal Romance" (Julliard, 2012) es el título del último libro de Francois Weyergans (premio Goncourt y Renaudot), uno de los autores más importantes en idioma francés. "Royal Romance" se traduce en español por "Romance real", o un romance de "Realeza", que es lo que quiere decir directamente en francés pero que me gusta pensar que ha querido decir "real", una historia de amor "real", de carne y de huesos, de goce y padecimiento. No puedo evitar hablar de FW sin evocar a la persona también en carne y hueso. Una persona que debí conocer en los pasadillos de la editorial Grasset, tal vez en el año 1999, o tal vez en el 2000, no recuerdo muy bien, pero sí recuerdo los paseos con FW por las calles del Marais, las conversaciones en un café de Beaubourg, los encuentros en la librerías, las caminatas, las cenas, una noche en un local que llevaría su nombre: "Chez W" y donde bebimos un champagne excelente mientras me enseñaba las piezas donde otros escritores y escritoras se reunirían, y alguien me esperaba impaciente en una esquina. Se acababa de ganar premio Goncourt o el Goncourt recibía el premio W! Tal vez para escribir un libro con pasión, se tenga que estar en estado de hacerlo. FW es como una máquina vital en movimiento, la vida es él, y él la vida (suena rimbombante, poco importa), pero de veras que fluyen al mismo ritmo. Entramos en sus libros en un mundo donde todo lo que sucede es tan verdadero como la persona que escribe, una persona que escribe y se acerca a todas sus debilidades, a todas sus limitaciones como hombre y como persona, con una naturalidad que nos sorprende. Mucha gente podría ver en este gesto algo de arrogancia (algo de snob en sus referentes, que es un más bien un refinamiento interior), alguien que fascinado con su propia historia, considera que todo lo que le sucede es importante, pero no, creo que es mucho más complejo y más arriesgado: FW siente que toda su experiencia, grandiosa y miserable es la de todo hombre (y mujer) de la calle, de cualquiera que, aunque no tenga una cultura literaria, puede comprender y sentir lo que está escribiendo. De ahí que sus libros hagan que quienes leen se encariñen con el que escribe.
Justine, Laurence, Olga, Ingrid, mujeres que están de acompañantes de la vida de Daniel, el personaje central. Mujeres que son espejos, espejos de la propia vulnerabilidad, y, aunque haya un apasionamiento, la pasión siempre lleva a quien la siente, siempre regresa a quien la inventa. ¿Será que los demás siempre son el reflejo de lo que somos? Sí, y no, y ese reflejo, ese espesor de quienes nos rodean, depende de nuestra fascinación, de nuestra generosidad para conocerlos. Conócete en mí, decía Teresa de Ávila, pues, sí, hay una especie de beatitud en esto. La pasión por unoa mismoa es la pasión por los demás.
Ahora pienso en Francois, ese rostro fino, de manos delicadas, esa manera apresurada en hablar, esa manera de decirme "chiquilla"! entre exclamaciones, esa manera tumultuosa de existir, sí, FW, es todo eso y esta novela es real porque no se aleja de la vida, gira dentro de ella.
Ojalá escribas pronto otra novela Fr...
en espera, en el tórrido clima de Caracas!!
Justine, Laurence, Olga, Ingrid, mujeres que están de acompañantes de la vida de Daniel, el personaje central. Mujeres que son espejos, espejos de la propia vulnerabilidad, y, aunque haya un apasionamiento, la pasión siempre lleva a quien la siente, siempre regresa a quien la inventa. ¿Será que los demás siempre son el reflejo de lo que somos? Sí, y no, y ese reflejo, ese espesor de quienes nos rodean, depende de nuestra fascinación, de nuestra generosidad para conocerlos. Conócete en mí, decía Teresa de Ávila, pues, sí, hay una especie de beatitud en esto. La pasión por unoa mismoa es la pasión por los demás.
Ahora pienso en Francois, ese rostro fino, de manos delicadas, esa manera apresurada en hablar, esa manera de decirme "chiquilla"! entre exclamaciones, esa manera tumultuosa de existir, sí, FW, es todo eso y esta novela es real porque no se aleja de la vida, gira dentro de ella.
Ojalá escribas pronto otra novela Fr...
en espera, en el tórrido clima de Caracas!!
lundi, octobre 22, 2012
¿Que hacer con la literatura?
Creo que esta pregunta se impone en estos momentos. ¿Qué puede hacer la literatura, qué le queda como espacio frente a la avalancha de imágenes, de microrelatos, de los twitter, el FB, y otras formas de narración de la "realidad"? Siempre hemos pensado nos reservaba un espacio, un espacio de imaginación, de reflexión, incluso de recogimiento y de diversión o de distracción. Este espacio, ahora, está saturado de mensajes, de textos hablantes, de voces, la literatura, como formas de representación y de evocación de la realidad, como algo paralelo, terreno intransitivo donde ella mantiene sus propias leyes, se ha transformado. Las leyes que la regían han sido, desde un punto de vista Occidental, la Academia, la universidad, las instituciones literarias. Resulta que ahora esas instancias, como podríamos llamarlas han perdido prestigio al ser identificadas como una forma de hegemonía y de imposición vertical, han perdido su contacto con las masas, o las mayorías populares que además, ya no desean entrar a ese espacio. Todo el mundo tiene cosas qué decir, todo el mundo posee el derecho de dar su propia versión de las cosas. ¿Hasta cuándo podrá la literatura servir de barrera a este embalse semántico de la época, y hasta dónde podrán los y las que escriben, con la idea de modernizar sus dispositivos, seguir este movimiento?
No lo sé, lo que se me ha ocurrido es que las personas que escriben han sido siempre las "mediadoras" de un contenido, de algo que flotaba en el aire pero que no estaba escrito, ¿qué hay ahora que todo el mundo escribe, quién autoriza, quién dice quién está en condiciones de producir un efecto de realidad con el lenguaje, no estamos todoas en lo mismo, día a día?
Honestamente, no me parede desesperante, simplemente honesto asumir la literatura, no como un hecho profesional, creo que la sistematización ha sido otra idea "mercantil" de la literatura, fabricar textos como si se fabricase cualquier otro producto, sino como un gesto de sobrevivencia, un gesto urgente que impone un problema de representación con el lenguaje. Tenemos que pensar que si la literatura no está a la altura de su época, no deja de considerarse como un producto más de mercado, no puede responsabilizar a nadie de su devaluación. No sé si escribir sea un proceso tan frío, ni calculado, creo que es una necesidad que no se reprime, pero su valor en tanto que objeto estético, solo la pueden determinar los demás. Por eso escribir es siempre un gesto de generosidad, dar sin pensar en qué vamos a obtener a cambio, es una moral de vida, una vocación que nos plantea el hecho de organizar nuestra vida en función de ella aunque esto implique una situación nada cómoda: no sabemos realmente para qué estamos trabajando. Estamos, diría alguien, para llenar un vacío en la representación que tenemos de nosotroas en las la historia del mundo, de nuestro propio país, de nosotroas como geografía humana hablante. Pero, de nuevo, ¿para qué si tenemos tantos, tantos testimonios? Vamos a tener que aprender de nuevo la humildad, olvidar los flashes y la idea de que quienes escriben son guías o personas extraordinarias, esa idea de autoría absoluta, también está en entredicho. Nadie escribe sin apoyarse en un idioma que ya existe, que es comparitido. Existe un "derecho moral" de los autores, pero no existe un derecho absoluto. Me cuesta tener una opinión clara, y quisiera decir que, solo puedo imaginarme que seguiré siendo una mediadora, que las maquinarias de propaganda, la difusión, son cosas que no podemos manejar ni prescribir, son consecuencias inmediatas de esta época. El otro día pensaba, a propósito de una editorial de poco prestigio, o nulo, literario que me proponía editar un libro digital en francés, que entraría en contacto con gente que no era lo que se dice "escritore(a)s", sino gente que necesitaba decir algo, que quizás no habían hecho de la literatura el eje de su vida, y si lo hubiesen hecho tal vez serían excelente escritores, sino una afición, un hobby. Ahora ¿qué hace que una persona sea más talentosa con las palabras que otra, lo que podría ser su autoría? No lo sé, intuición, disposición, atención, talento, el problema es ¿cuántas personas que tienen aptitudes literarias pueden dedicarse a escribir? En suma, sí, es necesario que tengamos gentes que imaginen nuestro mundo con los mismos códigos, que mantengan la oreja parada y sepan escuchar a su época, es necesario que se trabaje con el lenguaje, la memoria, pero es necesario también que se olviden de ser consideradoas como personas "especiales", de lo contrario esa "especificidad" terminará por aislarlos tanto que no se quedarán soloas. Tiendo a pensar que toda persona está en capacidad de inventar, imaginar, soñar, la posibilidad, que algunas de entre ellas, destaquen, es un azar. No podemos explicarnos el "genio" inventivo, sino no tendríamos a Mozart, a Dostoievski, ni a Emily Bronte, pero podemos tratar de pensar que la manera, el modo como pueden seguir existiendo, tendrá que adaptarse a la época. De lo contraria, tendremos que aceptar fosilizarnos y plantearnos otras formas de representación, que son también espacios en blanco. Sería terrible, pero, ¿cómo resistirse a esa contradicción de desear también desaparecer? Lo que dura, lo que se prolonga, no parece un valor de esta época, que, con sus combustión, consume todo. Nuevo desafío, imaginación, vocación. No se me ocurre otras ideas.
No lo sé, lo que se me ha ocurrido es que las personas que escriben han sido siempre las "mediadoras" de un contenido, de algo que flotaba en el aire pero que no estaba escrito, ¿qué hay ahora que todo el mundo escribe, quién autoriza, quién dice quién está en condiciones de producir un efecto de realidad con el lenguaje, no estamos todoas en lo mismo, día a día?
Honestamente, no me parede desesperante, simplemente honesto asumir la literatura, no como un hecho profesional, creo que la sistematización ha sido otra idea "mercantil" de la literatura, fabricar textos como si se fabricase cualquier otro producto, sino como un gesto de sobrevivencia, un gesto urgente que impone un problema de representación con el lenguaje. Tenemos que pensar que si la literatura no está a la altura de su época, no deja de considerarse como un producto más de mercado, no puede responsabilizar a nadie de su devaluación. No sé si escribir sea un proceso tan frío, ni calculado, creo que es una necesidad que no se reprime, pero su valor en tanto que objeto estético, solo la pueden determinar los demás. Por eso escribir es siempre un gesto de generosidad, dar sin pensar en qué vamos a obtener a cambio, es una moral de vida, una vocación que nos plantea el hecho de organizar nuestra vida en función de ella aunque esto implique una situación nada cómoda: no sabemos realmente para qué estamos trabajando. Estamos, diría alguien, para llenar un vacío en la representación que tenemos de nosotroas en las la historia del mundo, de nuestro propio país, de nosotroas como geografía humana hablante. Pero, de nuevo, ¿para qué si tenemos tantos, tantos testimonios? Vamos a tener que aprender de nuevo la humildad, olvidar los flashes y la idea de que quienes escriben son guías o personas extraordinarias, esa idea de autoría absoluta, también está en entredicho. Nadie escribe sin apoyarse en un idioma que ya existe, que es comparitido. Existe un "derecho moral" de los autores, pero no existe un derecho absoluto. Me cuesta tener una opinión clara, y quisiera decir que, solo puedo imaginarme que seguiré siendo una mediadora, que las maquinarias de propaganda, la difusión, son cosas que no podemos manejar ni prescribir, son consecuencias inmediatas de esta época. El otro día pensaba, a propósito de una editorial de poco prestigio, o nulo, literario que me proponía editar un libro digital en francés, que entraría en contacto con gente que no era lo que se dice "escritore(a)s", sino gente que necesitaba decir algo, que quizás no habían hecho de la literatura el eje de su vida, y si lo hubiesen hecho tal vez serían excelente escritores, sino una afición, un hobby. Ahora ¿qué hace que una persona sea más talentosa con las palabras que otra, lo que podría ser su autoría? No lo sé, intuición, disposición, atención, talento, el problema es ¿cuántas personas que tienen aptitudes literarias pueden dedicarse a escribir? En suma, sí, es necesario que tengamos gentes que imaginen nuestro mundo con los mismos códigos, que mantengan la oreja parada y sepan escuchar a su época, es necesario que se trabaje con el lenguaje, la memoria, pero es necesario también que se olviden de ser consideradoas como personas "especiales", de lo contrario esa "especificidad" terminará por aislarlos tanto que no se quedarán soloas. Tiendo a pensar que toda persona está en capacidad de inventar, imaginar, soñar, la posibilidad, que algunas de entre ellas, destaquen, es un azar. No podemos explicarnos el "genio" inventivo, sino no tendríamos a Mozart, a Dostoievski, ni a Emily Bronte, pero podemos tratar de pensar que la manera, el modo como pueden seguir existiendo, tendrá que adaptarse a la época. De lo contraria, tendremos que aceptar fosilizarnos y plantearnos otras formas de representación, que son también espacios en blanco. Sería terrible, pero, ¿cómo resistirse a esa contradicción de desear también desaparecer? Lo que dura, lo que se prolonga, no parece un valor de esta época, que, con sus combustión, consume todo. Nuevo desafío, imaginación, vocación. No se me ocurre otras ideas.
mardi, octobre 16, 2012
Si existe tal lugar
he encontrado un lugar, dentro de un centro comercial donde apartarse del ruido infernal de ciudad. Parece que después de las elecciones una parte de la población anda exaltada, colérica y toca sin parar la bocina, arremete en las pistas, nadie puede devolverle la serenidad, al menos no por ahora. Entonces, en medio del centro comercial Tolon, en el último piso, hay un espacio que es un acremente tiene vista sob la montaña y es silencioso, no hay nadie!! Resulta increíble lo difícil que es encontrar un poco de silencio, no es que los libros son menos leídos, es que nadie se puede concentrar en nada, además, se añade el calor, que es intenso y se hace pesado con la combustión y el ruido de los autos. En este pequeño espacio, leeré unas cuantas página de diario, antes de recuperar fuerzas y seguir con mi camino, me espera n traducciones, ganas de empezar otro texto en francés... Qui Saigón... Creo que hemos creado ciudades que son al mismo tiempo un infierno en la tierra... No me acostumbro a escribir en un aparato con teclado virtual... Sentó qué... Dejare hasta más tarde....
vendredi, octobre 12, 2012
Pasolini, como un héroe de nuestro tiempo
La vida y la obra de Pier Paolo
Pasolini (Boloña 1922-Ostia 1975) tiene ese brillo oscuro y denso del petróleo,
título de su novela póstuma. Es de una materia que se adhiere a la piel y nos
marca, obligándonos a pensar en nuestra más inmediata actualidad: ¿qué estás
sucediendo en nuestra época, qué significa ser una persona de izquierda, qué
significa el compromiso, y qué significa el pacto histórico en la literatura?
Poeta, ensayista, novelista, cineasta, un artista que estuvo en movimiento
perpetuo tratando de no perderse en el tumulto de máscaras que la sociedad le
fue entregando, liberando el rostro, la palabra, la escritura, y sobre todo, la
imagen (el cine como la confirmación de la vida en la muerte, de lo que dura
dentro del movimiento), una forma de huir de la asfixia existencial. Este libro
gráfico de Davide Toffolo (451 ediciones), revive al personaje tal y como lo
desearían las generaciones de ahora, accesible en Internet, viviendo en un
pueblo de Italia, dispuesto a mantener diálogos en línea. Sin embargo Pasolini
fue asesinado brutalmente en 1975 por un joven italiano de quien se decía que
era su amante. Esta muerte terrible, que Pasolini presagió en sus textos
autobiográficos, hicieron sospechar que más que un crimen pasional, se trataba
de una venganza contra un personaje polémico e insobornable con su época, capaz
de comprender que el consumismo sería la ideología de moda, y el conformismo,
el modo de vida más celebrado. Pasolini no dejará de denunciar que el consumo
mata a la cultura, que el poder es alienación (tal como lo vio Michel Foucault),
que se acercaba un tiempo atroz donde todo se transformaría en producto
desechable, un desfile continuo de personas fragmentadas en su deseo y con
máscaras terribles. Para entender a Pasolini hay que entender su relación con el
cuerpo, el cuerpo proscrito y castigado del homosexual, que trata de mostrar el
desagarro del sometimiento en Saló y los 120 días de Sodoma, y que llega a
rozar un “angelismo” casi místico en Teorema. El cuerpo material nunca llega a
ser espiritual al someterse a la plusvalía de la mirada codiciosa del otroa (Marx nunca está ausente en toda su
reflexión como artista). Sin esperanza, sin utopías, sin poesía, la solidaridad,
el amor, no existen, solo las personas extraordinarias sobreviven; su pesimismo
es a veces radical. Como figura
clave de los años que le tocó vivir, Pasolini siempre fue implacable en sus
críticas hacia una Italia que veía cada vez más reaccionaria, arcaica y
entorpecida por la religión y la sociedad de consumo: Italia es un país que se vuelve cada vez más estúpido e ignorante, que
cultiva retóricas cada vez más insoportables… Convencido de que los jóvenes
que se rebelan no hacen más que levantar una piedra que terminará por caerles
encima (sus críticas a mayo del 68) al carecer de convicción y seguir los
valores dominantes, Pasolini se convierte en una especie de “chivo expiatorio”
que calmará la sed de venganza de una clase pequeño-burguesa indignada por los
insultos que recibe; escribió entonces: La
paz, la verdadera paz del poeta es irrealizable. El problema en el mundo es el
racismo (…) odio de todo lo que es
distinto, de todo lo que no entra en la norma y que por eso perturba el orden
burgués. Libre, entre arcaico y completamente moderno, Pasolini mantuvo el
fuego en su vida, pero dentro del petróleo, el fuego se extiende.
Pasolini,
Davide Toffolo
451 editores, 2012
147 páginas.
lundi, octobre 08, 2012
¿por qué no dejamos hablar a los venezolanos?
Terminaron las elecciones en Venezuela en medio de la algarabía y la serenidad. No quiero redundar en el tema, ya dije lo qué pensaba en mi post anterior, además, no soy una especialista, sino una persona que observa y trata de entender. Es una pasión entender y compartir más que dictaminar y dar lecciones de moral. Lo que vi ayer fue una población que votaba no en miedo y la intimidación, como se ha pretendido mostrar en muchos medios, sino con confianza y con vitalidad. No ha salido ningún artículo en los medios que esté a la altura del fenómeno social y político que vive Venezuela. Todos tienden al análisis sumario, maniqueo, y prejuicioso que no se esfuerza en entender sino en juzgar y clasificar. Creo que lo hemos visto ayer es una población que ha votado por su soberanía como país (incluso la oposición ha reconocido la importancia de este proceso plenamente democrático) y por las prioridades e inquietudes inmediatas: el reemplazo del modelo capitalista por un modelo social y participativo, la preservación del medio ambiente y la mejora de las condiciones generales de vida. Son años de democracia intensa, como lo dijo uno de los dirigentes del PSUV, y todo no se encuentra en manos de su dirigente principal, Hugo Chávez, pese a las connotaciones mesiánicas y autoritarias que le atribuyen, y aunque se trate de una persona que está en sintonía con su población, descifrando sus expectativas y sus necesidades, la decisión está en manos de la población que hizo colas larguísimas para pronunciarse. Es curioso, pero incluso en el lenguaje simbólico, Chávez entra en sintonía (de forma casi carnal) cuando dice que él es el "corazón del pueblo". No es una frase cursi, creo que siente que es un órgano de su población, que late con ella, lo que hace que mucha gente que no asume el proyecto bolivariano confíe en él como dirigente del país. Es simbólico, pero también es real, de otra forma no hubiese ganado las elecciones después de 14 años en el poder y de un desgaste inevitable, a pesar de la campaña espectacular de Henrique Capribles y otra campaña en su contra orquestada por casi todos los medios de comunicación en el extranjero. Chávez molesta, molesta porque su proyecto está teniendo resultados concretos, con una población que se siente legitimada, que habla de la dignidad y la solidaridad como valores imprescindibles y estructurantes que preservan de la neurosis social y la sicosis del miedo, que habla de visibilidad, de confianza en el futuro, una demostración que este es un proyecto vitalista, abierto, y no tirano ni cerrado. Frente a la lógica del poder del dinero, el privilegio, y la consolidación de la ignorancia y la parálisis social, se ha impuesto la lógica de la democracia, de la reflexión, de la movilización social, frente a la lógica del dinero, la de la creatividad (es impresionante la cantidad de canciones, de grafitis, de juegos de lenguaje que ha dado esta campaña, se merece un estudio semiótico), frente a la exclusión y la lógica del privilegio, se ha impuesto la participación masiva (más del 80% de venezolanos han ido a votar aunque el voto no es obligatorio). Entonces, sin ser una especialista, me atrevo a decir que Venezuela puede ser un motor para una nueva democracia, plena, en el resto de América Latina, que ha nacido como país desde hace un tiempo; estas últimas elecciones lo han demostrado. Venezuela será a lo mejor el laboratorio de esta nueva forma de democracia, una utopía reflexiva que podrá dar mucho más de sí misma, si se atreve a recorrer su experiencia y aprender de las erratas y derrapes. También intuyo que con un proyecto político consolidado como alternativa real, el socialista, Hugo Chávez podrá pasar a la alternancia, a preparar el terreno para que una mujer o un hombre siga con el trabajo, no solo por su salud (al margen de los comentarios que abundan sobre sí llegará al fin de su mandato) sino porque hay una oposición que se ha manifestado y ha comprendido que la forma es el diálogo y la persuasión, no las imposiciones y los golpes de Estado, que su población ha madurado, ha crecido y sabe, pese a todas las virtudes carismáticas de su líder, dónde está su voluntad. Es un No rotundo a la alienación y no lo contrario. Además que ha dejado demostrado que el problema social es el centro del problema político, no solo para Venezuela, es un problema fundamental a nivel planetario, lo es ahora mismo (saltando las diferencias) en España, Italia, Grecia, Portugal (no menciono a países como Perú, donde el tema se sigue siendo tratado de soslayo). Venezuela se piensa a sí misma, no está dormida, eso lo tienen que tener en cuenta todas las personas que juzgan y siguen haciendo una caricatura de este proceso tan intenso como vital. Toda una población ha ratificado su confianza para que este proceso continúe. Hay que tenerlo en cuenta.
regreso a mis libros de ficción. Son semanas, días de hiper-realismo, de esfuerzo por tratar de comprender qué está pasando. No pretendo haber comprendido del todo, nada está terminado, es solo un comienzo, pero uno prometedor...
En imágenes, Caracas de fiesta ayer por la noche.
En imágenes, Caracas de fiesta ayer por la noche.
dimanche, octobre 07, 2012
Venezuela decide, envers et contre tous
Complicado tratar de romper con todos los clichés que circulan en la prensa internacional sobre lo que sucede en Venezuela, nada que ver con el ambiente que se vive aquí, tan auténtico, en la confianza y el diálogo constante. Enrique Capriles (candidato de la MUD) no es un candidato del "centro de izquierda" como se dice en la prensa internacional, ni de la social democracia, sino de la derecha, y la derecha como líder de un pensamiento completamente neo-liberal que no pone en duda una economía sujeta a las leyes brutales del mercado. Capriles también pertenece a una de las familias más adineradas de Venezuela, participó en una asociación neo-facista durante su juventud y no esconde sus ganas por llegar al poder para operar una in-volución, es decir, volver al modelo que había antes de que empezara el "movimiento bolivariano", como se le llama aquí al proceso que vive el país. Pero, ¿eso lo invalida como candidato? No, lo que sucede es que Capriles carece de discurso político salvo el "paquetazo" neo-neoliberal que le tienen reservado a la población, y es más la carta improvisada de una oposición hiper conservadora que quiere volver a tener el poder económico en un país que es uno de los más ricos de la región. Venezuela posee una de las reservas más importantes del mundo en petróleo. ¿Sino por qué tanta aversión contra el gobierno de Chávez? Trato de comprender qué sucede, al margen de los clichés, que Chávez sea militar, de su cercanía con Castro, pese a las diferencias abismales, de los miedos que despierta con un gobierno que se proclama abiertamente socialista, que propone la igualdad social, la plena ciudadanía, el equilibrio de poderes (el Estado social como promotor de la democracia participativa, los Consejos comunales y las Misiones como ejes de desarrollo), y una verdadera revolución de ideas: salir de una sociedad de consumo, brutalmente cruel que se basa en la desigualdad y se nutre de la competencia, hacia una sociedad de crecimiento equilibrado, solidaria y autónoma. ¿Es eso lo que se le reprocha al gobierno del PSUV liderado por Chávez? Políticamente es cierto que podemos reprocharle una ingenuidad política que le ha ganado cierta desconfianza, alianzas con países que, a diferencia de Venezuela, son prepotentes, violentos desde sus Estados, pero, ¿es suficiente¿? Me pregunto, porque me quedo perpleja cuando veo esa resignación planetaria a la dinámica de la sociedad, cuando leo todos los ataques constantes, muchas veces difamatorios, sobre lo que sucede con Venezuela: ¿qué maneja todo eso? Jean-Luc Melénchon (líder del Frente de izquierda francés e Ignacio Ramonet, ex director del Monde diplomatique) han dicho que se trataba de un complot de la derecha internacional contra un gobierno que está dando excelentes resultados, reducción del desempleo, sobre todo de la pobreza del 25% según organismos internacionales, la artillería que se despliega no ve nada sino lo que desea ver, con una intolerancia muchas veces escandalosa (además, los medios de comunicación son los únicos en formatear la opinión pública, el "apolitismo" de la época ha facilitado esa tiranía). Hay algo de nihilista en esto, no creer que un "milagro social" sea posible, no creer en la madurez de un pueblo, ignorarla y despreciarla. Incluso hay algo de racista: ¿cómo todos esos ignorantes venezolanos van a darnos lecciones de democracia? Veo ganas de ver siempre balkanizada a América latina, de no dejar nacer países con democracias plenas, países fragmentados socialmente, de economías semi-feudales, con mano de obra barata, patriarcales y brutales. Es como un ship integrado en una mayoría que es de derecha, insensible, como decía Leon Blum, y cínica con estas realidades violentamente ciertas. Venezuela es ahora uno de los países que lidera la Unasur, la Celac, y acaba de entrar al Mercosur, es uno de los países que proponen no solo una economía mixta: colectiva y privada, sino esa transformación de valores que esta crisis de civilización debería fomentar. No hay nada resuelto, pero hay una población activa, dinámica, anti nihilista, radiante, y con confianza en la vida y el futuro, ¿hay que seguir burlándose de ella y desfigurando su proceso?
Cuando veo que en le Perú, mi país, hay más de dos generaciones abortadas, cuando veo sus pasos perdidos en un país que no los oye, siempre ahogados en la estridencia y la improvisación, lo que sucede en Venezuela es una lección de vida y de valentía para enfrentar el futuro. Como escribe también Leon Blum en lo que significa ser socialista: una revolución instala la razón y la justicia ahí donde domina el privilegio y el azar.
Esta madrugada me han despertado los fuegos artificiales que llamaban al voto como una celebración. Hay gente en la televisión que sonríe con todo el rostro, algunas, en cola desde la medianoche. Muerta de sueño, creo que Venezuela se merece un gesto de solidaridad presente y lejos del filisteísmo político dominante como del nihilismo deliberado de la derecha. Sí, a lo mejor siempre podemos ser mejores, ¿tanto miedo da?
Cuando veo que en le Perú, mi país, hay más de dos generaciones abortadas, cuando veo sus pasos perdidos en un país que no los oye, siempre ahogados en la estridencia y la improvisación, lo que sucede en Venezuela es una lección de vida y de valentía para enfrentar el futuro. Como escribe también Leon Blum en lo que significa ser socialista: una revolución instala la razón y la justicia ahí donde domina el privilegio y el azar.
Esta madrugada me han despertado los fuegos artificiales que llamaban al voto como una celebración. Hay gente en la televisión que sonríe con todo el rostro, algunas, en cola desde la medianoche. Muerta de sueño, creo que Venezuela se merece un gesto de solidaridad presente y lejos del filisteísmo político dominante como del nihilismo deliberado de la derecha. Sí, a lo mejor siempre podemos ser mejores, ¿tanto miedo da?
samedi, octobre 06, 2012
In memoriam Antonio Cisneros
Primero llegué eufórica, en plena fiesta electoral al Caracas, me tocó un atasco y descender en calles repletas de gente vestida de rojo, la algarabía era general y el ambiente familiar. Esta mañana me levanto y veo se anuncia la muerte de Antonio Cisneros (1942) en el facebook. "Toño", como lo llamábamos todas las personas que nos considerábamos próximas ha sido no solo un escritor fundamental en la poesía peruana : su relación con el idioma y nuestra historia, ha sido siempre tan libre, llena de resonancias orales y de imágenes poderosas, sino en mi pequeña historia personal. Un día, cuando empezaba a interesarme en la literatura (debe ser a los veinte años o más) recuerdo haber visto una foto de Toño en una revista y soñar con conocerlo. Er una rostro era hermoso, ojos de halcón, nariz pronunciada y filuda, rostro anguloso, los cabellos largos y alborotados, una expresión irreverente, fantasiosa. Una noche lo conocí y quedé impactada por su sentido del humor, de una inteligencia mordaz, rápida. Cuando publiqué min primer libro, Julio Ramón Ribeyro debió dárselo, o yo se lo mandé con él, no sé muy bien, pero sí recuerdo su llamada en medio de una mañana de invierno y la euforia que sentí cuando me dijo que le había encantado. Siempre he seguido los libros de Toño, son esas personas que acompañan y que llevamos siempre presentes, sin pensar que un día morirán- Por eso, cuando me dijeron que estaba muy enfermo, y que se había traslado a casa de su madre, pensé que resistiría, que volvería ver a Toño y su sonrisa pícara, que volvería a oír sus comentarios demoledores, y a reírme o a conversar con él. Pero no, eso es solo en la imaginación y ahora es el tiempo de duelo, darse el tiempo de duelo. O son esas "enormes preguntas celestes" a las que nadie sabe poner una respuesta, pero la vida termina por ponerle una.
LA CASA DE PUNTA NEGRA
(ESE IMPERIO) Primero se marcaron las fronteras con estacas y cal, y las antiguas tribus que habitaban los campos -culebras, lagartijas- fueron muertas sobre la tierra plana; sólo manchas de sal y restos de gaviotas como toda heredad, y en los últimos días del verano llegaron los camiones con ladrillos y arena de agua dulce: así vi edificarse ante mis ojos Tebas, Jerusalem, Nínive, Roma, Atenas, Babilonia, y apenas la casa fue techada hubimos grande fiesta el maestro albañil hizo una cruz de palo y amarré geranios, mimosas lluvia de oro, hubimos también panes con carne asada y yerbas y cebollas -un bosque de botellas de cerveza- y el mar era una loma de algas muertas mezcladas con la niebla: los pelícanos viejos celebraron mi canto antes de alimentar a las arañas, a los cangrejos peludos de las rocas. La casa fue clavada con la cara al Oeste, a más de 80 metros de las aguas en arenas seguras -y ese sol- tras los muros del Este los camiones y los autos veloces ardían en la brea como torres de paja, y al fondo inacabables las colinas de arcilla, el aire rojo, los perros salvajes, y fue todo, y ese mar ya no puede lavarnos otra vez -aunque brillé en los 7 veranos- (y yo fui dorado, alegre, veloz) y busco algunas veces esas piedras chatas y redondas para tirar al agua -revuelta a 87 millas sur de esta vieja caverna edificada en la isla del viento donde llevan los hombres a sus muertos colgados de la espalda y brilla este mal sol más frío que un cangrejo entre la boca: el parque de St James sembrado de muchachos y muchachas que se enredan comoblandas culebras bajo el aire (y fue un desenredarme y enredarme sobre todos los campos de la sal y la arena mojada antes de la caída de ese Imperio). Algunos Libros
LIBROS DE ANTONIO
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lundi, octobre 01, 2012
Punto ciego
Una mañana de invierno típica de Lima, el cielo bajo, blanco, la humedad del aire, olor a mar. Hay como un punto ciego en Lima, algo fijo, repetición de las mismas situaciones, la misma música que se repite y se repite, detrás de la belleza hay siempre algo que se rehusa a cambiar. Ganas de desmontar ese punto de ciego, de ver qué hay detrás de él. Hay una némesis que se produce cuando camino por las calles, en el olor a tierra, en cualquier escena e incluso en la sensación de espacio que me da el mar. Barranco es una parte de Lima que mantiene zonas populares, totalmente distintas de las zonas que miran al mar, sobre el Acantilado. Un país que crece, otro que se mantiene inmóvil.
.....
Un sueño intenso con X, pienso que voy a encontrar un mensaje pero no hay nada. No tiene nada que ver el sueño con la realidad, es una proyección de un presente, una caída oblicua de la memoria que se impregna de lo que encuentra a su paso.
Cumbre de los países árabes y de AL en Lima... la ciudad está casi paralizada.
.....
Un sueño intenso con X, pienso que voy a encontrar un mensaje pero no hay nada. No tiene nada que ver el sueño con la realidad, es una proyección de un presente, una caída oblicua de la memoria que se impregna de lo que encuentra a su paso.
Cumbre de los países árabes y de AL en Lima... la ciudad está casi paralizada.
lundi, septembre 17, 2012
Exterior-interior
Ahora que ya me encuentro en un lugar frente al mar, empiezo a poner un poco de texto a todo lo que voy recorriendo. Esta mañana, caminata por Barranco, ganas de recorrer con la mirada, permanecer, disfrutar de los detalles. Ayer paseaba por un mercadillo de barrio con mi madre, nos perdíamos entre puestos de comida, gente inclinada sobre sus platos, luego, para salir al movimiento de la ciudad. Imposible que no me haga la pregunta: ¿qué estamos produciendo; qué es todo este crecimiento que no se compara con la calidad de vida de algunas personas que conozco? Sí, hay un crecimiento, una primavera en este ambiente indulgente, ligeramente húmedo, y con olor a mar. Pero no sé si es suficiente y si no es mi mirada nueva. Toda opacidad esconde una luminosidad, o viceversa, o sea que hay que estar expuestas a esos espacios que ofrece Lima y el Perú, en pleno proceso, buscándose a golpes, sin demasiada confianza. Tal vez el problema fundamental es que no confiamos, ni en lo que sentimos, ni en lo que representamos. De ahí que sienta que no hemos propuesto nada nuevo al mundo, que somos una copia con ciertas particularidades del mundo que nos han entregado como modelo, que ese mundo que nos ha servido de modelo está en crisis, y que podemos aportar algo antes de ser completamente un híbrido.
el paisaje mineral de esta costa.
La casa de Emma que me ofrece su habitación con vista.
mi madre siempre radiante cuando estoy en Lima
mis hermanos
chaclacayo y su sol sobre los cerros desérticos
miramos con mi papá la desaparición de cactus
este malecón de Barranco donde antes paseaba con Ribeyro
el mismo café en la esquina, el puesto, el olor a mar...
en este ambiente podré escribir, mis puntos cardinales se han organizado y reconozco mi ciudad, mi tempo, mi casa inicial....
sigo en estos días...
el paisaje mineral de esta costa.
La casa de Emma que me ofrece su habitación con vista.
mi madre siempre radiante cuando estoy en Lima
mis hermanos
chaclacayo y su sol sobre los cerros desérticos
miramos con mi papá la desaparición de cactus
este malecón de Barranco donde antes paseaba con Ribeyro
el mismo café en la esquina, el puesto, el olor a mar...
en este ambiente podré escribir, mis puntos cardinales se han organizado y reconozco mi ciudad, mi tempo, mi casa inicial....
sigo en estos días...
cuando llegue a Lima, las elecciones aquí...
Estaba releyendo el texto corto de Agota Kristof, La analfabeta. Me gusta por su limpieza, su sencillez. Sin embargo la historia es dura, desarraigo, exilio, soledad. A veces me reconozco en algunas descripciones: "días de trabajo solitario (desolado), noches silenciosas, vida fija, sin amigos, sin familia". Lo que se busca cuando se regresa al lugar de donde venimos es ese acompañamiento en gestos afectivos, ese ruido del habla, de la complicidad, de una resonancia de la experiencia, incluso del hecho más banal, mirar la tv y reconocer un rostro, compartir la misma historia, los mismos intereses. Se me ocurre, ahora que lo pienso, que nuestras sociedades son también conservadoras, y la familia es fundamental. Digo todo esto porque he estado deseosa de amistades, y he sentido pocas en mi entorno, ausencia de mirada en realidad. No tenemos la impresión de participar en lo que sucede, es decir, eso les pertenece a elloas, loas venezolanos...
Hablando de participar, esta madrugada veo que me han llegado mensajes de texto advirtiéndome sobre la enfermedad de Hugo Chávez:" mira como camina, está muy mal" (???). No tengo idea de cómo consiguen tus números, Olivier dice que es fácil recuperarlos en cualquier tienda.
Escucho France Culture y dan una información sesgada; nadie dice en qué consiste el programa de Enrique Capriles y ni siquiera se habla del "paquetazo" que tanto se ha comentado aquí, tampoco del escándalo de los videos. Una cosa me parece abrumadora: que hay una información que no pasa a través de los medios, que solo se tiene una versión. Con todas las carencias que pueda tener este proceso, hay una implicancia masiva, completa. Me parece evidente que hay una confrontación de intereses y una oposición de clases, la que ha sido recuperada, moral y socialmente (la palabra moral es fundamental), que, con todos los populismos del caso, es una recuperación de la población más golpeada y es un elemento clave para comprender este proceso. Este gobierno (porque aunque repitan lo mismo, gobiernan los consejos comunales, las asociaciones, no una sola persona) les ha dado voz a los mudos, a los silenciados. Ese mensaje, esa habla, no se escucha. ¿Solo hay algunos que merecen ser escuchados? ¿Por qué no se mandan reporteros a Venezuela y solo se trabaja con agencias? Ni idea, pero es injusto por todas esas personas que están involucradas. Los sondeos dan como ganador a HC con un margen entre el 9% y 12%. La campaña de Enrique Capriles es rimbombante, hay afiches en cada esquina, grandes carteles recortados sobre las autopistas, algunas veces, también del actual Presidente, pero la diferencia de medios es notable. Lo he visto yendo al Estado de Carabobo, uno de los más importantes. A Catia, etc... No puedo generalizar, pero que la oposición está, y está cosechando los votos de los que están cansados de escuchar hablar de revolución, de anti-capitalismo sin entender qué sucede, aferrados a una oferta mediática, aparentemente relampagueante como la EC.
Sobre el problema que a todo el mundo inquieta, la perennización de HC en el poder, yo me inclino a pensar (no es una idea mía sino que he tomado de otra fuente) que más que un proceso de alternancia y acomodamiento de una sociedad neo-liberal, es un proceso de transformación, una revolución cultural (en la forma como se ven a sí mismoas, cómo ven el futuro e interpretan el pasado, desde una visión constructiva) que busca afirmarse, por lo que pide tiempo. Que su líder esté omni.omni, creo que se puede criticar, pero esas críticas deben reconocer lo que la población ha adquirido en madurez política. Yo no creo que se prolongue más allá de este mandato, se están formando cuadros, nuevas figuras políticas, sobre todo mujeres. Si hay un "irenismo" (http://fr.wikipedia.org/wiki/Irénisme) en este proceso, es posible, aunque no creo que sea un argumento para desautorizarla, no todoas participamos de esa vulgata que defiende siempre el neo-liberalismo y lo ve como el "mal menor". Si el cinismo político es una clave, no he entendido nada. Mis análisis son afectivos, tienen un rostro, una voz, por más que intente tener un razonamiento lógico y crítico... voila.
Termino, casi, el libro de Christine Angot: Une semaine de vacances, "trepidante", rápido, inicisivo, poético, osado, cruel por momentos, son las ideas que se me vienen a la cabeza.
hace unos días recibí un mensaje de una editora importante en Francia: Votre texte est interessant, assez bien écrit, mais nous sommes partagés (divididos), pas emballés (no del todo convencidos) ... Un gran signo de interrogación sobre qué significa todo eso. Pas un mot, sobre qué les ha parecido interesante, ni nada...
Quedan, correcciones, relecturas, y empezar a hacer maletas, yeahhhh!!
Hablando de participar, esta madrugada veo que me han llegado mensajes de texto advirtiéndome sobre la enfermedad de Hugo Chávez:" mira como camina, está muy mal" (???). No tengo idea de cómo consiguen tus números, Olivier dice que es fácil recuperarlos en cualquier tienda.
Escucho France Culture y dan una información sesgada; nadie dice en qué consiste el programa de Enrique Capriles y ni siquiera se habla del "paquetazo" que tanto se ha comentado aquí, tampoco del escándalo de los videos. Una cosa me parece abrumadora: que hay una información que no pasa a través de los medios, que solo se tiene una versión. Con todas las carencias que pueda tener este proceso, hay una implicancia masiva, completa. Me parece evidente que hay una confrontación de intereses y una oposición de clases, la que ha sido recuperada, moral y socialmente (la palabra moral es fundamental), que, con todos los populismos del caso, es una recuperación de la población más golpeada y es un elemento clave para comprender este proceso. Este gobierno (porque aunque repitan lo mismo, gobiernan los consejos comunales, las asociaciones, no una sola persona) les ha dado voz a los mudos, a los silenciados. Ese mensaje, esa habla, no se escucha. ¿Solo hay algunos que merecen ser escuchados? ¿Por qué no se mandan reporteros a Venezuela y solo se trabaja con agencias? Ni idea, pero es injusto por todas esas personas que están involucradas. Los sondeos dan como ganador a HC con un margen entre el 9% y 12%. La campaña de Enrique Capriles es rimbombante, hay afiches en cada esquina, grandes carteles recortados sobre las autopistas, algunas veces, también del actual Presidente, pero la diferencia de medios es notable. Lo he visto yendo al Estado de Carabobo, uno de los más importantes. A Catia, etc... No puedo generalizar, pero que la oposición está, y está cosechando los votos de los que están cansados de escuchar hablar de revolución, de anti-capitalismo sin entender qué sucede, aferrados a una oferta mediática, aparentemente relampagueante como la EC.
Sobre el problema que a todo el mundo inquieta, la perennización de HC en el poder, yo me inclino a pensar (no es una idea mía sino que he tomado de otra fuente) que más que un proceso de alternancia y acomodamiento de una sociedad neo-liberal, es un proceso de transformación, una revolución cultural (en la forma como se ven a sí mismoas, cómo ven el futuro e interpretan el pasado, desde una visión constructiva) que busca afirmarse, por lo que pide tiempo. Que su líder esté omni.omni, creo que se puede criticar, pero esas críticas deben reconocer lo que la población ha adquirido en madurez política. Yo no creo que se prolongue más allá de este mandato, se están formando cuadros, nuevas figuras políticas, sobre todo mujeres. Si hay un "irenismo" (http://fr.wikipedia.org/wiki/Irénisme) en este proceso, es posible, aunque no creo que sea un argumento para desautorizarla, no todoas participamos de esa vulgata que defiende siempre el neo-liberalismo y lo ve como el "mal menor". Si el cinismo político es una clave, no he entendido nada. Mis análisis son afectivos, tienen un rostro, una voz, por más que intente tener un razonamiento lógico y crítico... voila.
Termino, casi, el libro de Christine Angot: Une semaine de vacances, "trepidante", rápido, inicisivo, poético, osado, cruel por momentos, son las ideas que se me vienen a la cabeza.
hace unos días recibí un mensaje de una editora importante en Francia: Votre texte est interessant, assez bien écrit, mais nous sommes partagés (divididos), pas emballés (no del todo convencidos) ... Un gran signo de interrogación sobre qué significa todo eso. Pas un mot, sobre qué les ha parecido interesante, ni nada...
Quedan, correcciones, relecturas, y empezar a hacer maletas, yeahhhh!!
lundi, septembre 10, 2012
la época del silencio
Cada vez estoy más cerca de esa idea de que vivimos en una época huidiza, veloz, muchas veces sin presencia, en la que los paradigmas que animaban nuestra imaginación van desapareciendo poco a poco. ¿Quién cree en esta época de internautas solitarios que el mundo va a cambiar con una idea, un libro, una película, cualquier tipo de producción cultural?¿ Quién si no es desde su espacio solitario confinado a unos cuantos muros se entrega a una búsqueda de sentido en este tiempo en el que le sentido está reducido a mi computadora, a la abstracción de una conversación, a un movimiento mínimo? Mínima moralia también, todo lo que me implica está suscrito a ese espacio cada vez más virtual, cada vez más abstracto. Si la economía se ha vuelto cada vez más abstracta y tirana, las relaciones humanas no lo son menos, se miden y se buscan a través del FB, siempre sin rostro.
Me pregunto hasta qué punto reduciremos nuestro espacio público, ¿hasta dónde podrá ir esta simplificación de acciones y de gestos, y si un día perdemos definitivamente el gusto del intercambio, de la palabra, del diálogo? Tendremos que acostumbrarnos a vivir con tan poco, o lo que es peor, ¿aterrorizadoas con un futuro sombrío, oyendo mensajes de guerra, anuncios de crisis interminables, sin poder llorar por todas esas vidas que se pierden, cada vez más duroas, más ausentes?
Por lo pronto, creo que la literatura será el terreno más afectado, desaparecerán los libros impresos, las librerías, loas editores, las personas que escriben... ¿qué más va a pasar? Si escribir un libro se convierte en una repetición de lo que vemos y oímos en la televisión ¿para qué nos servir áescribir y leer? No es que entre en mi fase pesimista, es que creo que cada vez debemos ir renunciando a más cosas, aprender a vivir con lo justo, incluso afectivamente (las grandes aventuras amorosas quizás llegan a su fin en una época de gente tan escéptica, tan desesperada por no sucumbir), es lo que voy sintiendo en el aire...
Entonces detenerse, mirar por unos instantes alrededor de nosotroas, decirnos que quizás esta época está cambiando velozmente, pero que en el fondo, nosotroas nos mantenemos de pie respirando a todo pulmón, sin pulmón artificial.
L affaire Millet.
Estoy cada vez más perpleja de ver los artículos que siguen a la aparición del texto de Richard Millet, Langue fantome, seguido de un elogio del asesino de Noruega. Me toca de cerca porque he visto emerger un personaje tan oscuro, tan abyecto.¿Es la misma persona que conozco, que a veces me recibía en su oficina de la calle Gallimard para hablar de libros, del Líbano, de los viajes? Aparentemente, sí es el mismo. Ni literario, ni inventado, real.
La última vez que vi a Millet, en la misma editorial, lo sentí más ofuscado que nunca. Cuando le comenté que un amigo escritor me había comentado un fragmento suyo infame en contra de algunos franceses de origen africano, me contestó que no se refería a ellos, sino a la mayoría de la gente que estaba en el RER (tren de cercanías en parís). Sin duda disimulaba este libro aun más terrible (los anteriores no los había leído o los había empezado a medias-no sabría explicar las razones-, lo conozco más por sus novelas que tienen una belleza sombría, lejos de estos horrendos panfletos). Recuerdo que sentí una opresión, un miedo a a algo desconocido, lo que podría ser esta locura del odio y la violencia. ¿Qué le hacía perdonarme la existencia? (según él los franceses solo existen cuando son de sangre"), no lo sé, pero esto es un agujero negro, una cosa terrible, que parece no terminar aquí.
Me pregunto hasta qué punto reduciremos nuestro espacio público, ¿hasta dónde podrá ir esta simplificación de acciones y de gestos, y si un día perdemos definitivamente el gusto del intercambio, de la palabra, del diálogo? Tendremos que acostumbrarnos a vivir con tan poco, o lo que es peor, ¿aterrorizadoas con un futuro sombrío, oyendo mensajes de guerra, anuncios de crisis interminables, sin poder llorar por todas esas vidas que se pierden, cada vez más duroas, más ausentes?
Por lo pronto, creo que la literatura será el terreno más afectado, desaparecerán los libros impresos, las librerías, loas editores, las personas que escriben... ¿qué más va a pasar? Si escribir un libro se convierte en una repetición de lo que vemos y oímos en la televisión ¿para qué nos servir áescribir y leer? No es que entre en mi fase pesimista, es que creo que cada vez debemos ir renunciando a más cosas, aprender a vivir con lo justo, incluso afectivamente (las grandes aventuras amorosas quizás llegan a su fin en una época de gente tan escéptica, tan desesperada por no sucumbir), es lo que voy sintiendo en el aire...
Entonces detenerse, mirar por unos instantes alrededor de nosotroas, decirnos que quizás esta época está cambiando velozmente, pero que en el fondo, nosotroas nos mantenemos de pie respirando a todo pulmón, sin pulmón artificial.
L affaire Millet.
Estoy cada vez más perpleja de ver los artículos que siguen a la aparición del texto de Richard Millet, Langue fantome, seguido de un elogio del asesino de Noruega. Me toca de cerca porque he visto emerger un personaje tan oscuro, tan abyecto.¿Es la misma persona que conozco, que a veces me recibía en su oficina de la calle Gallimard para hablar de libros, del Líbano, de los viajes? Aparentemente, sí es el mismo. Ni literario, ni inventado, real.
La última vez que vi a Millet, en la misma editorial, lo sentí más ofuscado que nunca. Cuando le comenté que un amigo escritor me había comentado un fragmento suyo infame en contra de algunos franceses de origen africano, me contestó que no se refería a ellos, sino a la mayoría de la gente que estaba en el RER (tren de cercanías en parís). Sin duda disimulaba este libro aun más terrible (los anteriores no los había leído o los había empezado a medias-no sabría explicar las razones-, lo conozco más por sus novelas que tienen una belleza sombría, lejos de estos horrendos panfletos). Recuerdo que sentí una opresión, un miedo a a algo desconocido, lo que podría ser esta locura del odio y la violencia. ¿Qué le hacía perdonarme la existencia? (según él los franceses solo existen cuando son de sangre"), no lo sé, pero esto es un agujero negro, una cosa terrible, que parece no terminar aquí.
lundi, septembre 03, 2012
En escándalo con Richard MIllet, la costa venezolana..
dos temas opuestos, uno oscuro, terrible, el otro solar, vital. He estado pensando en qué puede haber pasado con RM, amigo personal, para haber hecho una publicación como la de su último ensayo, La langue fantome. Quiero explicar lo que intuyo en este alegato largo en favor de la "pureza del idioma", contra el multicultarismo que ha ido formateando a lo largo de varios libros )más bien panfletos, textos enredados y crudos). Sucede que siempre siento que hay un problema con el idioma cuando las personas se resisten a pensar "de otra manera", cuando la alienación ocupa el lugar de la reflexión. Además creo que hay dos dinámicas muy distintas en el hecho de escribir, la creativa, que se deja llevar libremente y es casi una aventura (la más democrática posible) y la racional o esquemática, que intenta demostrarnos siempre algo. La pregunta que podríamos hacernos es ¿por qué es tan común ver que en Francia y otros países en etapa post-industrial se inclinen por un forma de pensar tan radical y de ultra derecha, qué sucede? Si el idioma no logra comunicar valores concretos de una cultura, si este no dialoga, se termina por asfixiar girando sobre sí mismo. Millet, posee una gran nostalgia de un tiempo que ha pasado, es un sueño de un idioma adámico, sin fallas, que refleje realmente el "ser europeo". Es una postura ontológica que no tiene salida porque este "ser", esta esencia, no existe. El origen de Francia, como el de otras naciones, es diverso. Pero aquí surge un problema que hace que se desespere y escriba esos panfletos tan terribles: lo que tiene frente a él, es una inmensidad de personas, de pieles, de idiomas, y de individuoas impenetrables (de ahí que sea tan violenta su reacción, creo yo), incapaces de devolverle el mundo que ha creado en sus libros y que preserva una imagen idílica del pasado, siempre traicionando su idioma, al no reflejar los mismos valores de antes. Esto es lo que nos sucede a todoas en algún momento de nuestras vidas, pero aceptamos ese despaisamiento, ese volvernos exóticoAs en nuestros propio territorio, el lenguaje que se enfrenta a la vastedad del mundo, se convierte y nos convierte en otrAs...
No sé si se trate de entender el Mal, fuera de persona encarnadas, se trata de entender la insania en un monstruo como Bevrick, en todas aquellas personas que ven con indulgencia las llamaradas políticas, los clamores de un pueblo que sufre, y muchas veces con una sonrisa en la boca. El sufrimiento no es virtual, es. Creo que hasta aquí llega mi comprensión de lo que puede ser una provocación. Richard Millet, y me duele decirlo, está entrando en ese limbo de una lengua solitaria y privada, violenta y destructiva, es el nihilismo absoluto.
El mar...
fin de semana a través de la costa de Vargas, sensación de recorrer las entrañas de la tierra habitada por gente fuerte, soleada, hablante y sonriente.
baños en el agua de mar, sensación de bienestar durable, pelícanos, mariposas en pleno mar. La exuberancia de Venezuela me embriaga, Ayer intento leer en la terraza, no puede dejar de mirar extasiada la montaña, las aves, el cielo... podría pasar largas horas así. Je pourrai pleurer de bonheur!
de regreso, pánico en un túnel de entrada a Caracas (mi gran pesadilla; el tráfico) en el que quedamos bloqueados la última vez con Olivier, pensando que nos íbamos a asfixiar con el gas de los autos que seguían encendidos... bajamos, luego, sentí que había sido una cobarde, el chófer del taxi no se podía mover!!
llegando esta vez desde la Guaira, decidí bajar y hablar con la Guardia Nacional, pensando que en el pregunta: ¿por qué no controlan la entrada de carros al túnel? encontraría la cura para mi ansiedad desmesurada... los guardias me miraron serenos desde sus hermosos rostros bronceados, nadie leía ese peligro, salvo yo, gran neurosis.
de todas formas insisto en que ese túnel, demasiado largo y sin ventilación es peligroso. Y, para alguien como yo, una tortura...
No sé si se trate de entender el Mal, fuera de persona encarnadas, se trata de entender la insania en un monstruo como Bevrick, en todas aquellas personas que ven con indulgencia las llamaradas políticas, los clamores de un pueblo que sufre, y muchas veces con una sonrisa en la boca. El sufrimiento no es virtual, es. Creo que hasta aquí llega mi comprensión de lo que puede ser una provocación. Richard Millet, y me duele decirlo, está entrando en ese limbo de una lengua solitaria y privada, violenta y destructiva, es el nihilismo absoluto.
El mar...
fin de semana a través de la costa de Vargas, sensación de recorrer las entrañas de la tierra habitada por gente fuerte, soleada, hablante y sonriente.
baños en el agua de mar, sensación de bienestar durable, pelícanos, mariposas en pleno mar. La exuberancia de Venezuela me embriaga, Ayer intento leer en la terraza, no puede dejar de mirar extasiada la montaña, las aves, el cielo... podría pasar largas horas así. Je pourrai pleurer de bonheur!
de regreso, pánico en un túnel de entrada a Caracas (mi gran pesadilla; el tráfico) en el que quedamos bloqueados la última vez con Olivier, pensando que nos íbamos a asfixiar con el gas de los autos que seguían encendidos... bajamos, luego, sentí que había sido una cobarde, el chófer del taxi no se podía mover!!
llegando esta vez desde la Guaira, decidí bajar y hablar con la Guardia Nacional, pensando que en el pregunta: ¿por qué no controlan la entrada de carros al túnel? encontraría la cura para mi ansiedad desmesurada... los guardias me miraron serenos desde sus hermosos rostros bronceados, nadie leía ese peligro, salvo yo, gran neurosis.
de todas formas insisto en que ese túnel, demasiado largo y sin ventilación es peligroso. Y, para alguien como yo, una tortura...
mardi, août 28, 2012
El viaje, la política, la vida escribiendo.
Me doy que casi no tengo tiempo para escribir en mi blog, es decir, mientras más regularizo mi trabajo de escribir, menos tiempo tengo para dedicarle, entre la redacción, la corrección, los artículos, y las traducciones. Je suis au but de forces, como se dice en francés!
Regresamos del Quintío, una región en la sierra de Colombia, viaje relámpago bajo invitación de unos amigos franco-colombianos que tienen una finca realmente hermosa, con una vista increíble de la campiña cafetera de esa región. Su idea es dedicarse al cultivo del café, una de las culturas más importantes allá. Tengo una impresión como de ficción de este lugar, hombres con poncho, sombrero y bastón, caminando por las calles, plazas repletas de gente, colores verdes, bosques de bambú, cafetales, montaña (muy distinta de la cordillera peruana, tal vez haya un parecido con la vegetación de ceja de selva), y noches a la luz de velas, además de largas conversaciones marcadas por el vino tinto...
Hay una manera de hablar muy curiosa, se trata de usted y se pone mucha atención en su interlocutor(a), es una forma de hablar cuidadosa, cargada de afecto, pero, el rostro, permanece rígido...
regresando a Caracas, me esperaba la noticia de la explosión en la refinaría de Amuay, con la oposición afilando los tiros para cultivar votos (la metáfora de la siembra es importante), pero que los ha dejado desarmados ante la respuesta inmediata del gobierno actual. Pese a eso, hay algo con lo que coincido, al margen de la presencia de los responsables, incluyendo el Presidente: es que se utilice esta intervención, esta ayuda, como propaganda electoral. Ayer pasaron imágenes de Chávez abrazando, acogiendo gente entre su brazos, comprometiéndose a dar ayuda, etc. pero, ¿no deberían mostrar más bien a las personas que han actuado inmediatamente como los cuerpos médicos, los bomberos, y la guardia nacional, es necesario personalizar aun más cualquier gestión? No es poner en duda la eficacia y el cariño que le tiene el Presidente a su población más vulnerable, es deificarlo, ponerlo en lugar de Dios. Es solo un hombre con una capacidad de alteridad inmediata....
Hoy escuchaba a un periodista (de la oposición) que decía que la intervención había sido inmediata, que, fiel a la verdad, tenía que decir que los periodistas habían hecho su trabajo de informar y no causar el pánico (como lo deseaba la oposición) sin ningún problema y con el apoyo de la guardia nacional que se encuentra en el lugar del desastre. que se había inventado una agresión a un periodista que no existe en el gremio. Todo esto da garantías de un gobierno que cree en la democracia y que no necesita taladrar con imágenes a la población para convencerla de su calidad moral.
Hoy recibo una propuesta de edición de una editorial digital en Francia para un texto que escribí directamente en francés. NO sé qué hacer, no sé si insistir con las editoriales tradicionales, confiar en el soporte digital, es un albur...
y debo ponerme a trabajar en otras cosas, regresaré con más calma.
Regresamos del Quintío, una región en la sierra de Colombia, viaje relámpago bajo invitación de unos amigos franco-colombianos que tienen una finca realmente hermosa, con una vista increíble de la campiña cafetera de esa región. Su idea es dedicarse al cultivo del café, una de las culturas más importantes allá. Tengo una impresión como de ficción de este lugar, hombres con poncho, sombrero y bastón, caminando por las calles, plazas repletas de gente, colores verdes, bosques de bambú, cafetales, montaña (muy distinta de la cordillera peruana, tal vez haya un parecido con la vegetación de ceja de selva), y noches a la luz de velas, además de largas conversaciones marcadas por el vino tinto...
Hay una manera de hablar muy curiosa, se trata de usted y se pone mucha atención en su interlocutor(a), es una forma de hablar cuidadosa, cargada de afecto, pero, el rostro, permanece rígido...
regresando a Caracas, me esperaba la noticia de la explosión en la refinaría de Amuay, con la oposición afilando los tiros para cultivar votos (la metáfora de la siembra es importante), pero que los ha dejado desarmados ante la respuesta inmediata del gobierno actual. Pese a eso, hay algo con lo que coincido, al margen de la presencia de los responsables, incluyendo el Presidente: es que se utilice esta intervención, esta ayuda, como propaganda electoral. Ayer pasaron imágenes de Chávez abrazando, acogiendo gente entre su brazos, comprometiéndose a dar ayuda, etc. pero, ¿no deberían mostrar más bien a las personas que han actuado inmediatamente como los cuerpos médicos, los bomberos, y la guardia nacional, es necesario personalizar aun más cualquier gestión? No es poner en duda la eficacia y el cariño que le tiene el Presidente a su población más vulnerable, es deificarlo, ponerlo en lugar de Dios. Es solo un hombre con una capacidad de alteridad inmediata....
Hoy escuchaba a un periodista (de la oposición) que decía que la intervención había sido inmediata, que, fiel a la verdad, tenía que decir que los periodistas habían hecho su trabajo de informar y no causar el pánico (como lo deseaba la oposición) sin ningún problema y con el apoyo de la guardia nacional que se encuentra en el lugar del desastre. que se había inventado una agresión a un periodista que no existe en el gremio. Todo esto da garantías de un gobierno que cree en la democracia y que no necesita taladrar con imágenes a la población para convencerla de su calidad moral.
Hoy recibo una propuesta de edición de una editorial digital en Francia para un texto que escribí directamente en francés. NO sé qué hacer, no sé si insistir con las editoriales tradicionales, confiar en el soporte digital, es un albur...
y debo ponerme a trabajar en otras cosas, regresaré con más calma.
lundi, août 20, 2012
¿para qué educarnos?
Ayer vi una entrevista a la Ministra de la educación en el Perú, Patricia Salas, en la que hablaba de las reformas que deben hacerse para mejorar la educación en mi país, una de ellas, la más importante, es la calidad de la enseñanza que reposa en la calidad de los que enseñan. Para esto, la opinión en general está de acuerdo en que loas que enseñan deben pasar una evaluación. Es decir, pasar un examen de prueba de conocimientos generales. Lo que no se dice, con estas medidas que distraen y que son más bien, inquisidoras e humillantes para quienes se someten a ellas, es que si nos e confía en los maestros, es que no se confía en todo el sistema educativo, en realidad, también en la educación superior encargada de formar a estos cuadros. Sucede que la educación es en muchas partes del mundo, considerada como una mercancía. No se aprender para vivir mejor y comprender el mundo en que se vive, se aprende para distinguirse, para pertenecer a una clase privilegiada. La educación es difundida en estos casos como un instrumento de poder y no de comunicación, y en el caso, peruano, de integración social, de bienestar social. Todo tiene un precio, y si se puede ganar con la educación, mejor. Se deja hacer porque no hay, no existe un proyecto, al menos, esa es la impresión que se siente desde afuera. Hemos entrado en la carrera por los diplomas, por los doctorados, sin importar el uso, la importancia del conocimiento como instrumento de autonomía, de formación de individuoas capaces de vivir en grupo en el mundo de ahora. la educación es un motor de búsqueda, una herramienta de intercambio y no una consolidación de prejuicios y valores, que es lo que parece que hace la educación en mi país. No ayuda a pensar con independencia, somete y aliena.
Si un día, si solo un día se decidiese debatir sobre este tema, sería ya una salida. convocar a diferentes ámbitos para lograr perfilar un proyecto viable en el país que vivimos, con sus síntomas de época, con sus desfases históricos y su falta de memoria, que es una manera de mantener en vilo y paralizada a una población entera.
.....
he leido todo el fin de semana libros y más libros, no puedo, es un vicio, siento que la realidad de los libros puede ser más rica que la misma realidad, salvo excepciones y estar en condiciones de verlo, que los libros son un tesoro, y leí la correspondencia entre Bolívar y Manuela Saenz, dos personas que se encuentran en un punto importante de sus vidas, se escriben, se ayudan, se acompañan, hasta el exilio de Manuela en el norte del Perú. Bolívar muere a los 44 años, y Manuela, llega a una edad avanzada cargada de recuerdos, de ese pasado intenso con el que fue la persona que más contó en su vida. Recuerdo las Ensoñaciones de un paseante solitario, de Rousseau, una cosa que me impactó fue reconocer que solo había tenido 6 años de felicidad en su vida, a través de una persona, ¿tan poco? No sé, será que algunas personas están más dotadas para absorber la savia de la vida, o que en realidad es cierto que pocas veces llegamos a esos picos de intensidad, no lo sé, pero en ambos casos, Manuela y Rousseau, hay esa misma confesión. Manuela escribe: en vida te adoré, muerto, te respeto y venero (sic).--- Idolatría del ser amado que, en este caso, aunque fuese mutua, suena fuera de tiempo, ¿por qué? Porque estamos en una época en que el amor no nos parece un sentimiento absoluto sino fragmentado, en que es casi imposible la atención, en la manera en que la permitía su tiempo, a una sola persona, a una sola voz, a no ser de vivir en autarquía. Para seguir un sentimiento tan fuerte como la pasión amorosa es necesario poder imaginar, y sabemos cuán alienadoas estamos con nuestras necesidades, cuán bombardeadoas estamos con los mensajes exteriores, cuánto agobio y cansancio. Imagino que es descifrar una música en medio de un ruido constante. Exige atención, empeño, osadía, un sentimiento casi épico de la vida, una lucha...
vaya...
Si un día, si solo un día se decidiese debatir sobre este tema, sería ya una salida. convocar a diferentes ámbitos para lograr perfilar un proyecto viable en el país que vivimos, con sus síntomas de época, con sus desfases históricos y su falta de memoria, que es una manera de mantener en vilo y paralizada a una población entera.
.....
he leido todo el fin de semana libros y más libros, no puedo, es un vicio, siento que la realidad de los libros puede ser más rica que la misma realidad, salvo excepciones y estar en condiciones de verlo, que los libros son un tesoro, y leí la correspondencia entre Bolívar y Manuela Saenz, dos personas que se encuentran en un punto importante de sus vidas, se escriben, se ayudan, se acompañan, hasta el exilio de Manuela en el norte del Perú. Bolívar muere a los 44 años, y Manuela, llega a una edad avanzada cargada de recuerdos, de ese pasado intenso con el que fue la persona que más contó en su vida. Recuerdo las Ensoñaciones de un paseante solitario, de Rousseau, una cosa que me impactó fue reconocer que solo había tenido 6 años de felicidad en su vida, a través de una persona, ¿tan poco? No sé, será que algunas personas están más dotadas para absorber la savia de la vida, o que en realidad es cierto que pocas veces llegamos a esos picos de intensidad, no lo sé, pero en ambos casos, Manuela y Rousseau, hay esa misma confesión. Manuela escribe: en vida te adoré, muerto, te respeto y venero (sic).--- Idolatría del ser amado que, en este caso, aunque fuese mutua, suena fuera de tiempo, ¿por qué? Porque estamos en una época en que el amor no nos parece un sentimiento absoluto sino fragmentado, en que es casi imposible la atención, en la manera en que la permitía su tiempo, a una sola persona, a una sola voz, a no ser de vivir en autarquía. Para seguir un sentimiento tan fuerte como la pasión amorosa es necesario poder imaginar, y sabemos cuán alienadoas estamos con nuestras necesidades, cuán bombardeadoas estamos con los mensajes exteriores, cuánto agobio y cansancio. Imagino que es descifrar una música en medio de un ruido constante. Exige atención, empeño, osadía, un sentimiento casi épico de la vida, una lucha...
vaya...
lundi, août 13, 2012
Guerras silenciosas
después de un fin de semana muy lluvioso, esta mañana me levanto y leo en el periódico: mujeres manifiestan en Túnez contra un texto de la constitución que las considera como"complemento" y no iguales a los hombres". Sucede que desde la "primavera árabe", lo que se vive desde hace un tiempo es el "invierno para las mujeres". Se han establecido estados-religiosos donde la sociedad civil, y todos los logros que las mujeres han logrado a través de la historia, han retrocedido dejando lugar al dogma y la doctrina religiosa. incluso, creo que eso va más allá, es una especie de respuesta en este momento de individualismo depredador. En este "sálvese quien pueda", de correr contra el sentimiento de muerte, la falta de un futuro y la amenaza ecológica planetaria, las mujeres y los hombres están más divididos que nunca. Prima el garrote, el instinto de supervivencia, la dominación de género y de especie. Es terrible, ¿qué va a producir esto y hasta dónde nos va a llevar, se puede hablar de democracia si las mujeres pierden derechos y cuál es la responsabilidad que tenemos todoas en esto? No sé, pero estas guerras nadie las ve, porque son silenciosas... no decimos nada, creo que no podemos asimilar tantas cosas a la vez y vivimos en un estrés permanente.
El domingo pasado gran discusión con un dueño de una librería en Altamira, Kalathos es el nombre que hace reír porque en peruano "calato" es desnudo (sic). La discusión con un hombre prepotente que trataba de mostrarme que la candidatura de Capriles Radowski es de izquierda (sic) y que estaban a "punto de entrar en democracia" (resic) , apoyado en una serie de ejemplos de personas y casos particulares hipostasiados como regla general. Hace tiempo que vengo contando lo que vivo en Venezuela y lo que veo. No sabía mucho de este país antes de llegar, pero lo que he visto, y siempre lo digo, es una población activa, madura, presente en el momento que le toca vivir. He visto (y veo) diálogo, dialéctica, diarios de oposición feroces, un oficialismo muy presente, pero receptivo, y un apoyo popular innegable al gobierno de Hugo Chávez. No me voy a repetir, yo son soy experta, pero soy alguien que observa y escucha. Y si me equivoco, no tardaré en reconocerlo. Lo que últimamente está resonando en el ambiente como una verdad no dicha, es que la oposición pueda negar los resultados electorales. Hace tiempo que orquesta una campaña en contra de la imparcialidad y autonomía del CNE ( Consejo Nacional electoral), acariciando la idea de que sí no ganan, recusarán los resultados y pedirán un peritaje exterior. Uno de sus argumentos (era el del dueño de la librería) es que el sistema de voto no es seguro y que el conteo es electrónico, cuando en Estados Unidos también es así, además de otros países de sudamérica. Ah, yo no sé cómo es en Estados unidos ( sic), me dijo enfadado el hombre. Cansada de oírle hablar casi solo, dije, vámonos Olivier, y me contesto: váyase! Creo que hubiese deseado darme un empujón, pero estaba acompañada de un hombre, y eso, lamentablemente, frenaba.
Lectura de Marcel Schwob, acelerada, corrección de un ensayo. cansancio, a veces siento que mi ilusión de que el lenguaje pueda comunicar, es una ingenuidad. todoas parecemos alienadoas, imposible dejar que otra persona pueda entrar en nuestra cabeza, en nuestro lenguaje...
una pequeña luz en el fondo del pasillo. espero no estar ciega.
El domingo pasado gran discusión con un dueño de una librería en Altamira, Kalathos es el nombre que hace reír porque en peruano "calato" es desnudo (sic). La discusión con un hombre prepotente que trataba de mostrarme que la candidatura de Capriles Radowski es de izquierda (sic) y que estaban a "punto de entrar en democracia" (resic) , apoyado en una serie de ejemplos de personas y casos particulares hipostasiados como regla general. Hace tiempo que vengo contando lo que vivo en Venezuela y lo que veo. No sabía mucho de este país antes de llegar, pero lo que he visto, y siempre lo digo, es una población activa, madura, presente en el momento que le toca vivir. He visto (y veo) diálogo, dialéctica, diarios de oposición feroces, un oficialismo muy presente, pero receptivo, y un apoyo popular innegable al gobierno de Hugo Chávez. No me voy a repetir, yo son soy experta, pero soy alguien que observa y escucha. Y si me equivoco, no tardaré en reconocerlo. Lo que últimamente está resonando en el ambiente como una verdad no dicha, es que la oposición pueda negar los resultados electorales. Hace tiempo que orquesta una campaña en contra de la imparcialidad y autonomía del CNE ( Consejo Nacional electoral), acariciando la idea de que sí no ganan, recusarán los resultados y pedirán un peritaje exterior. Uno de sus argumentos (era el del dueño de la librería) es que el sistema de voto no es seguro y que el conteo es electrónico, cuando en Estados Unidos también es así, además de otros países de sudamérica. Ah, yo no sé cómo es en Estados unidos ( sic), me dijo enfadado el hombre. Cansada de oírle hablar casi solo, dije, vámonos Olivier, y me contesto: váyase! Creo que hubiese deseado darme un empujón, pero estaba acompañada de un hombre, y eso, lamentablemente, frenaba.
Lectura de Marcel Schwob, acelerada, corrección de un ensayo. cansancio, a veces siento que mi ilusión de que el lenguaje pueda comunicar, es una ingenuidad. todoas parecemos alienadoas, imposible dejar que otra persona pueda entrar en nuestra cabeza, en nuestro lenguaje...
una pequeña luz en el fondo del pasillo. espero no estar ciega.
lundi, août 06, 2012
Imágenes de resistencia
En todo viaje, en toda partida, cuando se trata de irse íntegra, hay una experiencia de resistencia, de prueba de nuestra capacidad de ponernos al margen de las certezas, las convicciones, las creencias. Ayer repasaba, con ganas de tener a todos mis referentes cerca, la etapa en que decido irme de Lima, o del Perú. Mi malestar a los 18 años, la falta de perspectivas, la violencia económica, las carencias, y la desarticulación social (que compruebo, no sin frustración, que son las mismas para mis sobrinos, en la misma etapa que yo cuando decido partir). Es decir, las relaciones sociales se quebraban, siempre enfrentadas a una precariedad en la continuidad de una vida, de una experiencia. Es el tiempo en el que el futuro para una mujer no tiene forma, no tiene voz (de ahí que escriba) es un anuncio de exilio constante, de muerte civil, no existirás como ciudadana. Mi aburrimiento era mortal, no podía resignarme a quedarme así, en ese estado casi de apnea. Ir a la universidad no me abría las puertas a nada, respiraba siempre ese ambiente opresor, chato y filisteo regentado por hombres, por la desconfianza de la clase, del tipo, de piel, y todo el enjambre de los prejuicios semi-vireinales de la sociedad limeña.
Huida.
El frío de París y la desorientación en París, ganas de regresar a casa. No hay regreso, entraba en la experiencia del desarraigo, imprescindible para escribir para mí, pero, ¿qué hubiese pasado si no me hubiese marchado, plancharía camisas, cuidaría niños y adolescentes y organizaría mi vida en función de ellos o, de haber sido posible, hubiese estudiado, seguido escribiendo, dedicado a la lectura y la investigación? Casi seguro que hubiese sido la primera opción, la única duda es que no pude elegir. la maternidad también como una elección y no como fatalidad social. Y de ahí la idea de escribir este blog, es que todo lo que nos huele a fatalismo social, hay que revertirlo, enviarlo a su sentido más creativo, encontrarle una salida creativa. Hay cientos y cientos de personas que huyeron de sus países buscando nuevos relatos, otras luces, personas, que, como yo, se han visto confrontadas a la contingencia de sus vidas, aprendiendo a seguir el latido de otras, o juntarse con ellas. Y hay personas que han vivido esto muy mal, la neurosis del exilio es común, No existe el lugar ideal, solo aquel que nos permite acomodarnos a nuestras necesidades. De todas formas, como escribió al final Gauguin en su diario de la Polinesia: no todoas estamos hechoas para el exilio, tenemos que ser fuertes, estar abiertas al exterior, dejarse invadir, no tener celos de nuestra intimidad, hay una exigencia urgente de generosidad. A veces, sueño que estoy en casa, me remuevo en la cama, trato de volver ahí, a esa casa inicial que siempre permanece cerca (mis sueños con casas son recurrentes). A lo mejor por eso escribo tanto, no lo sé, ¿será una neurosis de exilio?
Psicoanálisis al margen, a veces pienso que para que la experiencia sea completa, la elección es importante, saber que elegimos ese éxodo, esa partida. Y que un día, cualquiera, ese país de origen, no sea esa tierra hostil y sin futuro donde los jóvenes no pueden soñar con el futuro, no pueden sino subsistir, que el Perú concretamente se transforme en un país hospitalario donde vivir con serenidad. Hace tiempo, sobre todo ahora que leo a José Carlos Mariátegui, que pienso en eso.
Un día...
Leo a Pierre Bourdieu, luego Annie Erneaux, y pienso como ellos dos: lo político está en el "uso" del lenguaje y en la manera como representamos situaciones, del valor que les damos, de sus usos también poéticos. Nadie puede pensar que se escribe en un lenguaje neutro, al menos, yo, no lo creo. Elegimos un código, un registro, es una idea clara de elección, tal vez escribir sea construir esa casa que ya no tengo...
Annie Eerneaux: "Escribir es para mí, una actividad política, es decir, puede contribuir a una transformación del mundo, un descubrimiento, o, de lo contrario, es confirmar el orden social, moral existente".
La literatura siempre ha sido como un pliegue oscuro que hay que desplegar, en eso, está para mí el deseo, el deseo de escribir, de iluminar. Quizás no se transforme nada, salvo nosotroas, en ese mismo proceso de escribir, devenir mujer, hombre, persona...
La horizontalidad.
Practicar la horizontalidad en las calles de Caracas, caminar, no andar en auto.
El auto, sobre todo, las grandes camionetas que abundan en Venezuela, actúan como acorazados, son un lugar de aislamiento mental y social. Cuando caminas por la calle, te hablan con facilidad, se produce el nexo social. No entiendo cómo tanta gente puede circular solo en carro.
Hay dos clases sociales separadas por una cicatriz que marcan estos objetos fríos, separan. Y hay una percepción muy distinta de la ciudad, otro ritmo en el pensar. Necesito caminar...
Huida.
El frío de París y la desorientación en París, ganas de regresar a casa. No hay regreso, entraba en la experiencia del desarraigo, imprescindible para escribir para mí, pero, ¿qué hubiese pasado si no me hubiese marchado, plancharía camisas, cuidaría niños y adolescentes y organizaría mi vida en función de ellos o, de haber sido posible, hubiese estudiado, seguido escribiendo, dedicado a la lectura y la investigación? Casi seguro que hubiese sido la primera opción, la única duda es que no pude elegir. la maternidad también como una elección y no como fatalidad social. Y de ahí la idea de escribir este blog, es que todo lo que nos huele a fatalismo social, hay que revertirlo, enviarlo a su sentido más creativo, encontrarle una salida creativa. Hay cientos y cientos de personas que huyeron de sus países buscando nuevos relatos, otras luces, personas, que, como yo, se han visto confrontadas a la contingencia de sus vidas, aprendiendo a seguir el latido de otras, o juntarse con ellas. Y hay personas que han vivido esto muy mal, la neurosis del exilio es común, No existe el lugar ideal, solo aquel que nos permite acomodarnos a nuestras necesidades. De todas formas, como escribió al final Gauguin en su diario de la Polinesia: no todoas estamos hechoas para el exilio, tenemos que ser fuertes, estar abiertas al exterior, dejarse invadir, no tener celos de nuestra intimidad, hay una exigencia urgente de generosidad. A veces, sueño que estoy en casa, me remuevo en la cama, trato de volver ahí, a esa casa inicial que siempre permanece cerca (mis sueños con casas son recurrentes). A lo mejor por eso escribo tanto, no lo sé, ¿será una neurosis de exilio?
Psicoanálisis al margen, a veces pienso que para que la experiencia sea completa, la elección es importante, saber que elegimos ese éxodo, esa partida. Y que un día, cualquiera, ese país de origen, no sea esa tierra hostil y sin futuro donde los jóvenes no pueden soñar con el futuro, no pueden sino subsistir, que el Perú concretamente se transforme en un país hospitalario donde vivir con serenidad. Hace tiempo, sobre todo ahora que leo a José Carlos Mariátegui, que pienso en eso.
Un día...
Leo a Pierre Bourdieu, luego Annie Erneaux, y pienso como ellos dos: lo político está en el "uso" del lenguaje y en la manera como representamos situaciones, del valor que les damos, de sus usos también poéticos. Nadie puede pensar que se escribe en un lenguaje neutro, al menos, yo, no lo creo. Elegimos un código, un registro, es una idea clara de elección, tal vez escribir sea construir esa casa que ya no tengo...
Annie Eerneaux: "Escribir es para mí, una actividad política, es decir, puede contribuir a una transformación del mundo, un descubrimiento, o, de lo contrario, es confirmar el orden social, moral existente".
La literatura siempre ha sido como un pliegue oscuro que hay que desplegar, en eso, está para mí el deseo, el deseo de escribir, de iluminar. Quizás no se transforme nada, salvo nosotroas, en ese mismo proceso de escribir, devenir mujer, hombre, persona...
La horizontalidad.
Practicar la horizontalidad en las calles de Caracas, caminar, no andar en auto.
El auto, sobre todo, las grandes camionetas que abundan en Venezuela, actúan como acorazados, son un lugar de aislamiento mental y social. Cuando caminas por la calle, te hablan con facilidad, se produce el nexo social. No entiendo cómo tanta gente puede circular solo en carro.
Hay dos clases sociales separadas por una cicatriz que marcan estos objetos fríos, separan. Y hay una percepción muy distinta de la ciudad, otro ritmo en el pensar. Necesito caminar...
lundi, juillet 30, 2012
¿Se puede y se debe compartir?
Esta pregunta me viene en contacto con la realidad más violenta a la que nos enfrentamos ahora: la soledad en medio del tumulto, el tumulto de los medios, el tumulto de la calle. Un sentido importante de la vida podría ser compartir, tal vez existir en ese puente, ese link que se crea al tener que hablar con otra persona, otro cuerpo, aunque sea ausente. Es en este intercambio en que nos reconocemos como personas, en que dibujamos nuestra presencia y le damos un aliento, una existencia. ¿Por qué es tan difícil compartir? No lo sé, tal vez porque hemos perdido la inocencia del lenguaje, y también del gesto, A todo le asignamos un valor de intercambio perdiendo la gratuidad de un gesto, de una palabra. Una ama porque ama, desea porque está viva y puede seguir su deseo, salvo si hemos perdido la ruta en nuestro propio mapa emocional, nuestro lenguaje... al final, todo es un problema de lenguaje... es mi intuición...
Pensaba: actuamos con más seguridad cuando estamos más alienadoas con el lenguaje, cuando creeemos que posee una verdad, que manifiesta la verdad sobre nosotroas y el mundo. Nunca hemos estado tan encerradoas en nuestras fortalezas hechas de convicciones y verdades, nunca antes tan aferrados a nuestras contingencias culturales asumiéndolas como absolutas.
Ese repliegue nacionalista y regional, tiene que ver con el escándalo que produce el ruido, con un pánico animal a desaparecer en medio del ruido.
En las relaciones, amistosas, amorosas es donde más sentimos esta soledad: abandonamos todo intento de ser oídoas, de ser escuchadas, es mejor no pensar en compartir, al final, es imposible. La complicidad, la ternura, el riesgo que implica compartir, no son valores muy resistentes. El mundo nos hace creer que podemos vivir sin los demás, que son prescindibles, cuestión de no arriesgarnos más en esa vorágime del movimiento y de la pérdida de identidad. Todo encuentro verdadero nos pierde porque nos señala el límite de nuestra percepción. Encuentro un número especial de la revista Philosophie, con un documento dedicado a " si es posible vivir a dos", si es posible compartir con alguien sin miedo, sin amargura. Caigo sobre un fragmento que me interesa. Según Martin Buber (filósofo austriaco) el Yo es yo en contacto con Tú, madre, padre, amigo, pareja, de lo contrario es la desesperanza absoluta. " Los sentimientos, que, según Buber, son casi accesorios comparados con la preeminencia del Tú, no nacen y no duran que a partir del reconocimiento ético, de la alteridad y la voluntad de entrecruzar su existencia con alguien que no sea uno mismo"... en suma, no podemos ver a otra persona como un elemento exótico, fuera de nuestro territorio, sino que tenemos que enraizarlo, hacer que confíe en él, ¿cómo? Queda el lenguaje como un promotor de alienación y des-alienación, como certeza y como duda constante. Creo que sí, y, aunque no se pueda conocer el mundo "tal como es"abrazar el conjunto de una persona en toda su inmensidad, tal vez sea solo suficiente quedarse con el gusto de alguien entre los dedos... Total siempre estamos inventando la vida en el día a día....
Pensaba: actuamos con más seguridad cuando estamos más alienadoas con el lenguaje, cuando creeemos que posee una verdad, que manifiesta la verdad sobre nosotroas y el mundo. Nunca hemos estado tan encerradoas en nuestras fortalezas hechas de convicciones y verdades, nunca antes tan aferrados a nuestras contingencias culturales asumiéndolas como absolutas.
Ese repliegue nacionalista y regional, tiene que ver con el escándalo que produce el ruido, con un pánico animal a desaparecer en medio del ruido.
En las relaciones, amistosas, amorosas es donde más sentimos esta soledad: abandonamos todo intento de ser oídoas, de ser escuchadas, es mejor no pensar en compartir, al final, es imposible. La complicidad, la ternura, el riesgo que implica compartir, no son valores muy resistentes. El mundo nos hace creer que podemos vivir sin los demás, que son prescindibles, cuestión de no arriesgarnos más en esa vorágime del movimiento y de la pérdida de identidad. Todo encuentro verdadero nos pierde porque nos señala el límite de nuestra percepción. Encuentro un número especial de la revista Philosophie, con un documento dedicado a " si es posible vivir a dos", si es posible compartir con alguien sin miedo, sin amargura. Caigo sobre un fragmento que me interesa. Según Martin Buber (filósofo austriaco) el Yo es yo en contacto con Tú, madre, padre, amigo, pareja, de lo contrario es la desesperanza absoluta. " Los sentimientos, que, según Buber, son casi accesorios comparados con la preeminencia del Tú, no nacen y no duran que a partir del reconocimiento ético, de la alteridad y la voluntad de entrecruzar su existencia con alguien que no sea uno mismo"... en suma, no podemos ver a otra persona como un elemento exótico, fuera de nuestro territorio, sino que tenemos que enraizarlo, hacer que confíe en él, ¿cómo? Queda el lenguaje como un promotor de alienación y des-alienación, como certeza y como duda constante. Creo que sí, y, aunque no se pueda conocer el mundo "tal como es"abrazar el conjunto de una persona en toda su inmensidad, tal vez sea solo suficiente quedarse con el gusto de alguien entre los dedos... Total siempre estamos inventando la vida en el día a día....
lundi, juillet 23, 2012
El lujo es interior
esta mañana en la que me he despertado a abrir mi computadora, me encuentro con una foto de José Mujica, Presidente de Uruguay, parado, junto a una Ministra, lavando platos, en una cocina modestísima, austera y frugal, como la vida que le gusta llevar, totalmente distinta de los líderes políticos en medio del lujo ostentoso, de la rigidez del terno, o de la frialdad de una postura. Esta foto es subversiva porque rompe con los paradigmas tradicionales de bienestar. Se nos ha dicho que somos "pobres" y que debemos aspirar una vida mejor, llena de objetos cuyo valor no es impuesto desde el exterior, acabando con nuestro deseo y una identidad que podría surgir de ese deseo. Nos han industrializado deseando lo mismo, consumiendo lo mismo. ¿Dónde se quedó nuestro deseo?
El lujo, sin duda es interior, es el "cómo" vivimos cada instante de nuestras vidas, qué valor le damos a las cosas "no materiales", durables, y cuánto y cómo compartimos lo que poseemos. Siempre pienso en esta frase que pertenece a D.H Lawrence, una mujer rica interiormente puede dormir en el piso. No es que nuestro paradigma sea la pobreza, la falta de un mínimo vital para poder existir, no solo vivir, sino que estamos en el momento de saber qué deseamos como "desarrollo" y qué encierra esta palabra. Si desarrollo es el individualismo que nos encierra en la soledad, si el desarrollo es seguir pensando que vamos progresando como una economía humana sin rostro, sin derecho a hablar y soñar, tal vez este término sea engañoso. Creo que nadie está entendiendo lo que sucede en una parte de América Latina, el cambio no solo es de valores y paradigmas, es también de lenguaje y es, entonces, epistemológico, Las palabras tienen ahora otro valor, quieren decir lo que señalan más que enmascarar, ocultar, disfrazar, las palabras quieren estar ahí donde hay personas de carne y hueso y no fantasmas. Que la literatura cambiará por estas mismas razones, ¿cuánto quieren apostar a que sí? Lo que me gusta de este momento es que quizás haya llegado el momento de juntar las partes fragmentadas en las que hemos nadado durante años, casi a punto de hundirnos y acercarnos más de una realidad que es distinta, cuya realidad histórica es otra, y que busca otra manera de "vivir bien". No sé si habremos comprendido que la crisis es una profunda crisis de sentido y de valores, o que simplemente, por un aislamiento involuntario vamos en una dirección que hemos trazado con nuestras propias manos, sin cinismo, con mucha poesía. Que nos equivoquemos, aunque ninguna equivocación es posible si estamos en contacto con lo que tenemos de más importante, nuestra sensibilidad, y nuestra capacidad a soñar, a ser seres trascendentales, capaces de fraternidad, pero sobre todo de deseo y sueño. Tal vez ahí donde la capacidad de soñar e imaginar sigue estando intacta, los valores más nobles, siguen latiendo. El corazón brinca de alegría porque el lujo está en el interior.
mercredi, juillet 18, 2012
La sensación
tengo muy presente esta imagen: Nathalie Sarraute, extendida sobre su cama, diciéndome: No olvide algo muy importante cuando se escribe, la sensación. pienso ahora en que me apuro a regresar a casa para no perder las sensaciones que tengo luego de la relectura de Victor Segalen y Nicolas Bourriaud. la de Nicolas es una sensación tangible, lo conozco, lo he visto en París en su oficina de Beaux Arts en la rue Bonaparte y escucho esta frase: il fallait se voir, c est importante de se voir. Sí, el cuerpo tan ausente de la comunicación debe estar a veces presente, hacerse visible. Para no perder esas sensaciones, es necesario escribirlas cuando las siento, no dejar pasar el tiempo y prestar Atención. Recorrerlas, entre la lectura de Segalen, que me hace pensar en el apretón de manos de Jean-Luc Mélenchon y la mirada directa, porosa, en algunas frases suyas que resuenan todavía frescas. La verdad que me siento menos sola cuando encuentro lecturas que me reconfortan, personas que acompñan. Vuelvo a Victor Segalen, gran viajante, uno de los primeros en escribir sobre lo que se dice "exotismo", o menor dicho una crítica del exotismo que significa traducir (eso lo dice Nicolas) y no tratar de ponerse inútilmente en el lugar del otro, que es más una suplantación, un borrar al sujeto que nos interroga para ponernos en su lugar con toda nuestra carga subjetiva. Compré una impresora que cuesta más barata que la tinta, necesito imprimir, ir viendo lo que voy escribiendo, como si fuesen un río negro que recorre estas sensaciones. Me hace ilusión pensar que JLM pueda llamar y pasar por esta casa, mostrarle la vista y algunos libros, esas conversaciones, promesas de momentos de identidad y de satisfacción interior.
Sigo con la lectura de Segalen, pienso en Bretaña, lugar donde nació, su muerte cerca de Brest, en un bosque donde se fue a caminar y caminar hasta el agotamiento. ¿Qué buscaba? No lo sé, tal vez el exilio, saber que nunca sabremos estar bien con nosotroas sea intolerable. La insatisfacción, qui sait... Tal vez no escribiría sin esta sensación de no estar completa, o satisfecha... es mi motor...
Sigo con la lectura de Segalen, pienso en Bretaña, lugar donde nació, su muerte cerca de Brest, en un bosque donde se fue a caminar y caminar hasta el agotamiento. ¿Qué buscaba? No lo sé, tal vez el exilio, saber que nunca sabremos estar bien con nosotroas sea intolerable. La insatisfacción, qui sait... Tal vez no escribiría sin esta sensación de no estar completa, o satisfecha... es mi motor...
lundi, juillet 16, 2012
Paisaje interior
Solo ahora puedo escribir en mi blog, realmente escribir, no solo inscribir palabras. Durante mi estadía en Francia he estado siempre como flotante en la superficie de mí misma, y me explico esta situación por el ambiente que me rodeaba, pese a la belleza de algunos instantes de soledad, un ambiente frío, con una sequedad en las relaciones, un ambiente demasiado codificado para alguien que desea sentirse libre. Sentía que había demasiadas cosas que elegir, que comprar, que consumir, pocos encuentros de verdad que atravesasen ese umbral de la formalidad y la representación de un rol, como si todos los intercambios sociales se viesen reducidos a su estereotipo social, sin nada más que ofrecer. Además creo que para poder estar en contacto con la verdad es necesario una realidad más desnuda en la que podamos entrar iluminando con nuestra mirada, no estar en la proyección de nosotroas mismos, sino en el interior. Al final, ¿una vez que estás en una ciudad maravillosa, qué cuenta si no es el estado que te inspira? Para poder navegar en aguas interiores necesito el silencio, la soledad, no verme atrapada en la mirada estereotipada de nadie. Y creo que sentía que mi sitio no estaba allí, por más que hable el idioma y comparta tantas lecturas, creo que he sentido ese rechazo de una Francia que vive un repliegue sobre el regionalismo de las identidades, tan anacrónico como cruel. Esa sequedad de corazón, no poder entrar en contacto con lo que más me importa, los sentimientos, me hacía pararme frente a mi ventana como frente a una tarjeta postal. Estaba ahí la Torre Eiffel, la calle donde llegué la primera vez a París, pero toda la gente que había conocido no estaba, ni siquiera sabía que había sido de sus vidas. Me sentía un poco fantasmal y una cierta angustia me apretaba el estómago. Terminar entonces con el mito de las grandes ciudades europeas como lugar ideal para vivir , tal vez no sea el momento, y a lo mejor, con el tiempo busquemos con más ansiedad un espacio afectivo, más cálido. Por nada cambiaría mi casa aquí en Caracas, esta montaña, mis pájaros, esta soledad que es sonora, cargada de ruidos. A veces, de hecho, me pesa, pero si allá sentía que estaba en un mundo de ruidos subterráneos, de latidos subterráneos densos y pesados, aquí siento que todo es exterior, que hay un tiempo humano respetado, a veces, luminoso y que me permite circular a mi ritmo (hay curiosamente, como un espacio de cura que viene del idioma, de un idioma que expresa siempre afecto de manera espontánea, menos cartesiado y perdido en su sociabilidad). He vuelto a pasar por mis "lugares" parisinos, pero ninguna presencia humana la ha iluminado. Creo que esta vez me ha hecho mucha falta, pese a mis compañías, ex parejas, amigos y amigas. Además percibo una parálisis, un no saber cómo responder a lo que sucede en medio de esta jungla de redes de comunicación, de ofertas que desvían el deseo y paralizan. No sé si estoy siendo muy clara, espero que sí.
¿Cómo desear, querer, inyectar generosidad a nuestras vidas en una sociedad tan enmarañada? Al final, como ya me ha pasado otras veces, noté que me saturaba el consumo, que la oferta era demasiado grande para una persona que ahora se acostumbra a la austeridad y selecciona más sus necesidades, su afectos. Me es imposible retroceder. Venezuela ha sido toda una" revolución" para mí en varios sentidos, sobre todo en los valores de vida, y en una lección de vida. Muchos esnobs dirán, oh, cómo puede ser cierto, y lo es, tan pis pour eux. Creo que lo importante es estar en un lugar que saque lo mejor de nosotros, y en París me sentía vulnerable y villana. Una villana que contemplaba su ventana y solo quería la calidez del afecto, un poco de soledad acompañada para ponerse de nuevo a escribir. Que esta experiencia sea definitiva, no sé. Pese a todo, París es un espacio de reflexión, donde existe gente que se mantiene también al abrigo y entrega cosas excelentes, con generosidad, con valentía. Son esas las cosas que me quedan, más la idea de tal vez tener un día un molino viejo acondicionado como casa en la costa de Brest (una ciudad sin pretensiones, austera y vacía), su mar, la casa de Chateaubriand en Saint Malo, la imagen vívida de verlo atravesar el patio con frío y con miedo (como escribe en sus Memorias), el monte Saint Michel, el mar de Dinard y de Brest, la casita que alquilamos en Combourg, y sí, también mi miedo, miedo a secarme por dentro y no saber ser generosa conmigo y con los demás. Olvidando la parte más noble de esta pequeña persona; escribir.
¿Cómo desear, querer, inyectar generosidad a nuestras vidas en una sociedad tan enmarañada? Al final, como ya me ha pasado otras veces, noté que me saturaba el consumo, que la oferta era demasiado grande para una persona que ahora se acostumbra a la austeridad y selecciona más sus necesidades, su afectos. Me es imposible retroceder. Venezuela ha sido toda una" revolución" para mí en varios sentidos, sobre todo en los valores de vida, y en una lección de vida. Muchos esnobs dirán, oh, cómo puede ser cierto, y lo es, tan pis pour eux. Creo que lo importante es estar en un lugar que saque lo mejor de nosotros, y en París me sentía vulnerable y villana. Una villana que contemplaba su ventana y solo quería la calidez del afecto, un poco de soledad acompañada para ponerse de nuevo a escribir. Que esta experiencia sea definitiva, no sé. Pese a todo, París es un espacio de reflexión, donde existe gente que se mantiene también al abrigo y entrega cosas excelentes, con generosidad, con valentía. Son esas las cosas que me quedan, más la idea de tal vez tener un día un molino viejo acondicionado como casa en la costa de Brest (una ciudad sin pretensiones, austera y vacía), su mar, la casa de Chateaubriand en Saint Malo, la imagen vívida de verlo atravesar el patio con frío y con miedo (como escribe en sus Memorias), el monte Saint Michel, el mar de Dinard y de Brest, la casita que alquilamos en Combourg, y sí, también mi miedo, miedo a secarme por dentro y no saber ser generosa conmigo y con los demás. Olvidando la parte más noble de esta pequeña persona; escribir.
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