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lundi, septembre 03, 2012

En escándalo con Richard MIllet, la costa venezolana..

dos temas opuestos, uno oscuro, terrible, el otro solar, vital. He estado pensando en qué puede haber pasado con RM, amigo personal, para haber hecho una publicación como la de su último ensayo, La langue fantome. Quiero explicar lo que intuyo en este alegato largo en favor de la "pureza del idioma", contra el multicultarismo que ha ido formateando a lo largo de varios libros )más bien panfletos, textos enredados y crudos). Sucede que siempre siento que hay un problema con el idioma cuando las personas se resisten a pensar "de otra manera", cuando la alienación ocupa el lugar de la reflexión. Además creo que hay dos dinámicas muy distintas en el hecho de escribir, la creativa, que se deja llevar libremente y es casi una aventura (la más democrática posible) y la racional o esquemática, que intenta demostrarnos siempre algo. La pregunta que podríamos hacernos es ¿por qué es tan común ver que en Francia y otros países en etapa post-industrial se inclinen por un forma de pensar tan radical y de ultra derecha, qué sucede? Si el idioma no logra comunicar valores concretos de una cultura, si este no dialoga, se termina por asfixiar girando sobre sí mismo. Millet, posee una gran nostalgia de un tiempo que ha pasado, es un sueño de un idioma adámico, sin fallas, que refleje realmente el "ser europeo". Es una postura ontológica que no tiene salida porque este "ser", esta esencia, no existe. El origen de Francia, como el de otras naciones, es diverso. Pero aquí surge un problema que hace que se desespere y escriba esos panfletos tan terribles: lo que tiene frente a él, es una inmensidad de personas, de pieles, de idiomas, y de individuoas impenetrables (de ahí que sea tan violenta su reacción, creo yo), incapaces de devolverle el mundo que ha creado en sus libros y que preserva una imagen idílica del pasado, siempre traicionando su idioma, al no reflejar los mismos valores de antes. Esto es lo que nos sucede a todoas en algún  momento de nuestras vidas, pero aceptamos ese despaisamiento, ese volvernos exóticoAs en nuestros propio territorio, el lenguaje que se enfrenta a la vastedad del mundo, se convierte y nos convierte en otrAs...
No sé si se trate de entender el Mal, fuera de persona encarnadas, se trata de entender la insania en un monstruo como Bevrick, en todas aquellas personas que ven con indulgencia las llamaradas políticas, los clamores de un pueblo que sufre, y muchas veces con una sonrisa en la boca. El sufrimiento no es virtual, es. Creo que hasta aquí llega mi comprensión de lo que puede ser una provocación. Richard Millet, y me duele decirlo, está entrando en ese limbo de una lengua solitaria y privada, violenta y destructiva, es el nihilismo absoluto.


El mar...

fin de semana a través de la costa de Vargas, sensación de recorrer las entrañas de la tierra habitada por gente fuerte, soleada, hablante y sonriente.

baños en el agua de mar, sensación de bienestar durable,  pelícanos, mariposas en pleno mar. La exuberancia de Venezuela me embriaga, Ayer intento leer en la terraza, no puede dejar de mirar extasiada la montaña, las aves, el cielo... podría pasar largas horas así. Je pourrai pleurer de bonheur!

de regreso, pánico en un túnel de entrada a Caracas (mi gran pesadilla; el tráfico) en el que quedamos bloqueados la última vez con Olivier, pensando que nos íbamos a asfixiar con el gas de los autos que seguían encendidos... bajamos, luego, sentí que había sido una cobarde, el chófer del taxi no se podía mover!!

llegando esta vez desde la Guaira, decidí bajar y hablar con la Guardia Nacional, pensando que en el pregunta: ¿por qué no controlan la entrada de carros al túnel? encontraría la cura para mi ansiedad desmesurada... los guardias me miraron serenos desde sus hermosos rostros bronceados, nadie leía ese peligro, salvo yo, gran neurosis.

de todas formas insisto en que ese túnel, demasiado largo y sin ventilación es  peligroso. Y, para alguien como yo, una tortura...

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