mardi, septembre 22, 2009
Le silence
No sé, salió así, le silence... de nuevo en la calma de mi casa en La condesa, en el D.F... muchas ideas en el avión, un poema, que quisiera transcribir más tarde. La torridez de México me invade, una sensación de tierra. En Nueva York sentía que era más aire, que cada espacio era de desarrarigo, presumo que porque es una tierra de emigrantes. Un detalle que no me seducía, la impresión de ghetto, de falta de puentes entre las diferenetes poblaciones que viven allá y luego, la falta de prensa extranjera. Yo, que soy una lectora insaciable de prensa, sentía esa falta y hoy corrí a comprar El País, y el jugo de naranja mexicano, no caminé por el Central park, demasiado grande para una cabeza que busca los espaciós íntimos, sino por el parque España. Lo que sí es que recibido una lección de vida de parte de algunas personas, la generosidad con que Mariela presentó mi libro en la librería Mc Nallys, el acompañamiento de Fernando y sus amigos, etc... de veras muy cálido. Poco tiempo y luego regreso a mi guarida para partir-Ah, ese es un detalle, yo no comparto las necesidades de signos de identidad d emis semejantes, la mía se construye, como se dice: a la carta, es decir elijo de cada lugar lo que me ayuda a crear y a vivir. No logro pensarme en términos más homogéneos, y eso no sé si es un defecto o una cualidad, simplemente sucede. Ya regresaré con más ideas... No poseo el don de la ubicuidad...
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