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vendredi, septembre 11, 2009

Las lluvias torrenciales

Acabo de llegar, mojada hasta la punta de los pelos por la tempestad. Los truenos son ensordecedores. El otro día, un personaje rarísimo (era boliviano y parece que estaba basante desirquilibrado) secuestró un avión de Mexicana y dijo una serie de profecías descabelladas sobre una catástrofe. Esta tarde oía hablar en la tienda Palacio de Hierro a las vendedoras sobre la profesía maya, y escuché algo sobre el ciclo que se cumple, como llueve demasiado, como el cielo tronaba, truena de manera estrepitosa, las personas se ponen nerviosas y superticiosas. Y lo entiendo. Lo que no me gustaría nada es un terremoto (en cuarto piso, ya sé lo que es, además aquí es sin ruido). Vade retro. Escribo de puro nervios... la verdad... Desde mi sala veo los aviones aterrizar en medio de la tempestad y me producen vértigo...

si pienso en las inundaciones que les esperan a los barrios más pobres, me deprimo...

espero que amaine, de paso, salir a comprar unas cosas que olvidé... c est la vie titi! Pero ahora que estoy miedosa, brrr, aprovecho para decir que mi relación con México es parte de mi vida ahora y cuando trato de pensar sobre mis vínculos, es porque importan. Creo que pensar tu presente es también una manera de involucrarse, y antes de que me castiguen los dioses mayas o aztecas, confieso que me gusta el tequila, el mezcal, mis calles con árboles de La condesa, Acapulco y Xalapa, Veracruz, Oaxaca, mi casa en México, el cielo del D.F, los tlacoyos, los escamoles, mian... cuando dicen, no manches... su manera de moverse lentamente y sin apremio, su costas, su pasado que me acerca al mío, y muchas cosas más que me impulsan a escribir, pero... un gran pero... me encantaría encontrarme dentro y no fuera de sus vidas, como esas niñas que quieren meterse a la cama de sus papás para dormir con ellos, bien abrigada, sobre todo cuando llueve!! Voilá!

Y aquí va Lila Downs, en una versiones de la famosa Llorona...

2 commentaires:

marichuy a dit…

Patricia

Nos quejábamos tanto por la sequía (junio y julio), que ahora, en venganza, el Dios Tláloc nos ha mandado lluvias torrenciales.

Ay querida, a mí lo del "secuestro", se me hizo un show mediático.

Saludos

XIGGIX a dit…

Bien pudiera enamorarme de tus ojos, también de tus labios, y de ese cuerpo que no es otro bañado con el orgullo andino de tu piel; pero más allá de esa extensión finita, me envuelve ese viento suave de tus palabras que empuja mis pensamientos hacia muchos puertos...