Estar en un aeropuerto es extraño. Antes, recuerdo que me parecían emocionantes, ahora, se me hacen un poco rutina, espera tediosa. Ya quisiera estar en Lima, comprar La república y leer sobre el fallo a Alberto Fujimori, que aunque no me gusten los castigos, creo que es una respuesta que sirve de antecedente para que nadie abuse del poder y cometa los excesos que él cometió. Para el resto del mundo es importante, una democaracia tiene que porteger ciertos valores. Acabo de leer en Le monde que le han dad 25 años... Un efufemismo.
Pocos minutos para subir al avión. No me siento tensa como solía hacerlo, me rei mucho con un artículo de Javier Marías sobre su viaje a Santiago, sino, ansiosa por llegar. Pisar el suelo de Lima, sentir los mismos olores, recuperar mi "Magdalena proustiana".
1 commentaire:
A mí me parecen lugares extraños que me producen no sé qué y aún a veces, cuando salgo de casa, y pienso en todo los bares, clubes, cines, super mercados, centros comerciales, teatros y discotecas que abundan en la ciudad, me entran unas ganas enormes de decirle a quien sea que me acompañe en ese momento, "¿sabes qué? ¿Por qué no vamos a pasear al aeropuerto?"
Bernardo G. Silva
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