Flora Tristán siempre decía que el nivel de desarrollo de las democracias se medía en la condición de las mujeres, los niños y los ancianos... Pese a que reconozco cierta madurez en el proceso al ex presidente Alberto Fujimori, un análisis interesante de parte de los implicados y d ela población en general, espesor, presencia, tengo también que decir que la situación de los que he citado líneas antes, es inquietante. Muchos niños trabajan y son explotados, los ancianos viven en una vulnerabilidad casi inhumana, y las mujeres, igual, soportan las mismas cosas además del menosprecio de la sociedad. Nunca he visto ancianos más maltratados, niños más desvalidos (claro que hay sitios donde es peor, pero hablo de aquí) y mujeres más prisioneras de un destino digno de esclavas de la época feudal. La misogiia contribuye a transmitir esos valores que comparten tanto hombres como mujeres (a veces desconfían más ellas de sí mismas y entran en una neurosis de fracaso), solidificándolos... en suma, hay cambios y algunas, muy pocas mejoras, pero el proyecto social, del país, me parece rígido, anacronico, injusto, casi cruel. Qué sociedades tan crueles!!
Y yo tengo que correr a Miraflores!!
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