Nueva entrada este día: escuchar a Debussy, Claro de luna, La tarde de un fauno, Ce serain amour, claridad. Luz.
Casi terminando Los cuadernos de Simone de Beauvoir que describe una conversación: ... yo le explico como me es suficiente algunas tomas de conciencia para ver en mi vida una obra embriagadora, le digo que tengo momentos maravillosos en mi vida, y él tiernamente me dice: ... espero que sea así, porque se lo merece... etc...
Faltan pocas páginas para terminar este texto luminoso: para mí el individualismo es inclinarme hacia un dios que se llama Yo, un dios exigente, de culto serio, y amar no es anexarme a un cierto número de reacciones amables, sino aproximarme de esta divinidad que solo me puede hacer sentir a mí misma, divina.... No mi felicidad, mi bienestar espiritual, porque mi indidualismo tiene una base sentimental, es una teorización de la pasión por mí misma, una pasión que está hecha por aquella que siento por lo otros. No se trata de oponerme y definirme por eso, sino de pensar en lo que soy, y entregar reflexiones a un mundo que es inseparable de los demás.
Nunca nadie ha tenido esa lucidez y honestidad para hablar de sí misma, nadie a los 20 años y menos una mujer. La verdad que me quedo impresionada y es una lección de vida, de confianza en lo que somos, y en los demás.
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