Pages

jeudi, avril 10, 2008

Torre de Babel

Creo que el pensamiento de Simone de Beauvoir (traducire el final de La fuerza de las cosas, que es alucinante), el rigor con que se enfrenta a sus límites, es remarcable. A veces, resulta ingrato saber que en muchos casos vivimos en el patio trasero de la historia, es decir que no hay debate de ideas, o que si existe este, es casi invisible. Siento, muchas veces que tratar de engrosar ciertas cosas, el pensamiento, es casi imposible porque nuestras necesidades son muy concretas y no dejan mucho espacio para la literatura o la creación en general. Es una constante. Es un poco como vender productos sofisticados (y sin embarggo no los son sino en su interpretación) en una sociedad que necesita alimentarse con productos básicos. Cuando escucho, o leo, un debate muchas veces siento un diálogo cruzado, como si todos hablásemos a la vez y no hubiese consciencia del lenguaje, como si fuésemos hablados por el lenguaje, sin poder actuar sobre él...
Hay cosas que, definitvamente me sorprenden, por ejemplo, siempre he andado hablando de mis problemas con la narración, en diferentes lugares, cada vez que la oportunidad se presentaba, pero nunca ha habido una discusión que pudiera ayudar a esclarecer algunos puntos que entonces estaban para mí, turbios, ni siquiera mucho interés. Había distracción, no calculada, sino esa que no escucha lo que no le suena familiar. Yo planteo siempre qu el problema con la narración con la novela no viene de ahora, no, es que tiene que ver con una crisis moderna que viene desde Europa y que nos ha llegado, a través de los libros con otra interpretación: si para Europa, Francia, Alemania, esta tiene que ver con las guerras y especialmente con la Segunda, en nuestros países tiene que ver con una crisis social intensa que ha desarticulado los elementos clásicos del discurso que se emplean en la novela, en suma la relación con la representación. Cada vez que leo una crítica en un diario en mi idioma, la siento epigonal, cada vez que escucho un discurso sobre la literatura, idem. Eurocentrado, sin distancia. No sé si tenga que ver con que yo viva entre Europa y América y ande comparando contenidos, no es que sea una privilegiada, sino una constante insatisfecha, eso es todo. Pero me siento sola en esa reflexión y la verdad que me da mucha envidia cuando leo a Simone de Beauvoir y veo que en su momento encontró a Sartre, a Camus, a Queneau, o al Leiris, era una época riquísima, llena de hallazgos y de complicidad en la creación. La prueba son sus textos. Digan lo que digan, pocas sociedades han producido tantas rupturas en el siglo XX que ahora son parte de nuestra vida cotidiana, pocas. Yo siento, como le decía el otro día a un amigo, que hay una cosa muy fácil, un acomodamiento, lo que se podría llamar un "dispositivo": adecuarse rápido a algún argumento para salir del asunto (la reflexión).

Ayer por la noche si tuviese que encontrar una palabra que resumiera mi relación con los demás, diría Fraternidad. Si podemos llegar a ser frateranles escribiendo, no todo está perdido. Es ya algo.

Ps: publico una carta de mi madre, dirigida a mí, desde mi blog ( era difícil que ella pudiera colgarlo). Ella me hizo saber su deseo de que sea publicada y, aunque al principio dudé por pudor, porque mi mamá ve mis cualidades y no todos mis defectos, pensé que era una exigencia de derecho a la palabra, de reivindicación de su rol de madre activa, pero también como mujer. Y aunque me ruboriza, lo publico como un pequeño gesto de generosidad hacia con ella, a su deseo de estar presente y de legitimarme con su mirada.

2 commentaires:

Patricia De Souza a dit…

Nadie es profeta en su tierra.

Hay seres únicos excepcionales en el mundo, en muchas profesiones, dignos de ser copiados, haciendo de ellos un patrón de vida: hay que romper el egoísmo y luego ver lo maravilloso que hallamos en otros semejantes, muchas veces oculto a nnuestra mirada por nuestros prejuicios.

Esta es parte de la vida de mi hija Patricia de Souza Lopez; quien nace un 9 de abril en un pintoresco pueblito de la sierra de Ayacucho Cora Cora protegida por el volcan Sara Sara y el nevado perpetuo de Pumahuiri.

Esa noche el cielo se encontraba bordado de estrellas y la luna se abría paso a traves de su manto negro el concierto de ritmos de la tierra comenzaban a sonar con grandeza.

Yo, tu madre, te esperaba con los brazos abiertos y una oración de gracias en los labios a Dios por esta hija a la que bendigo todos los dias de mi vida.

su obra hasta el momento comprende 7 novelas publicadas, algunas de ellas se han traducido al Alemàn y al Frances: Aunque ya se sepa, me gusta decirlo. Sé que pronto presentará otro libro en Mexico, el mes de Junio y que escribe otra novela en francés.

También sé que le gusta traducir y ya lo hizo de escritores reconocidos como Jean Echenoz que ganó el Congourt con su novela "Un año", Michael Leiris (poemas) y a Richard Millet con "El gusto de las mujeres feas".

El 21 de marzo de este año pasó su titulo de doctora en literatura comparada, en la universidad Sorbona de Paris, y yo no pude ir, pero estuve orgullosa por mí y porque era en otro idioma y estando an lejos de su país. Espero que empiece a enseñar el año que viene, eso es lo que me ha dicho.

El adagio se cumple al desconocer estos logros que menciono sin poder ser justa con la verdad.

Acaso el machismo predomina aun en el mundo?

A ella no le preocupa y siempre la escucho feliz y con el firmed eseo de ser crecer cada día, sin límites ni cansancio ¡Vamos mi hija! que ya eres grande!

Miryam Lopez Bragagnini

Fernando a dit…

Hermosisima estas letras. De repente puedo ver a mi madre reflejada ahi en esas palabras de orgullo y satisfaccion por los logros de su hija...
Pero asi como Miryam, mucha gente nos identificamos con sus exitos y los disfrutamos como si fueran nuestros.
Bon Anniversaire Patricia!