Pienso en cómo tenemos que hacer esfuerzos para lograr ver bien. Muchas veces tenemos la mirada puesta en muchas cosas que nos distraen de lo esencial y pasamos de frente. Ver bien, implica un riesgo. Y un compromiso. Por lo general no vemos lo que nos atemoriza y, sin caer en la moralina, la vida es una lucha constante por deslizar la mirada por aquellas zonas desnudas. Nuestro riesgo es ese. Como una vela en la oscuridad, nos alumbramos solos para conocer el camino que debemos seguir. Y el primer paso que damos, cada vez que tomamos decisiones importantes, es como el paso de los niños. Estamos tan atrapadoas en nuestro fatum y sin embargo vivir, es siempre un riesgo. Intensamente, una apuesta que podemos seguir, como decía Pascal, entre dios y la nada.
Caminata al borde del mar, grisalla tupida de invierno.
2 commentaires:
Saludos de un lector español.
Cordialmente,
Diego
Quizá ver bien consista en escapar de lo esencial. Es lo que hacen todos aquellos que se agarran a la rutina como forma de vida.
Saludos
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