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samedi, septembre 08, 2007

Encore Millet

Vuelvo al tema porque me concierne directamente, justamente ahora. Hay cosas que Millet ha dicho y pueden ser verdad: la banalización de la creación, de la literatura en general, del valor agregado de los libros cuando encuentran un mercado, y de toda una especie de enredo en este circuito: mercado, plusvalía, y no sé qué más, que, la verdad, qué tienen que ver con un trabajo que siempre se ha concebido como espiritual... Ni idea... Creo que su denuncia, y se lo preguntaré, va más bien por el lado de la separación entre el idioma y las personas, de una instrumentalización del lenguaje, y de su empobrecimiento. Hace poco pensaba que muchas, muchas personas, pueden vivir con muy pocos contenidos e ideas, en suma, con los elementales: dos o tres certezas que irán reforzando a lo largo de los años sin poner a prueba, dos o tres citas de autores conocidos, dos máximas que serán sus divisas. Y ya está. Es decir, es fácil vivir alienados. Cuando Millet denuncia esa "noche del idioma francés", para mí una frase muy grandilocuente, lo que quiere decir es lo que varias veces he querido hacer sentir, esa ausencia de sujeto en el idioma, ese idioma que ya no es habitado por una persona, un sujeto, sino una idea exterior o un dogma. Con las cámaras numéricas todo el mundo hace fotos bonitas, y cualquiera puede ser fotógrafo, de ahí a mostrar realmente algo invisible al ojo del espectador, no lo sé, hay un tramo vital que recorrer. En realidad, yo no le temo a que desaperzcan las jerarquías (algo que aterra a M), a lo que le temo es al aburrimiento y sí, es cierto que a raíz de los talleres de creación, ahora masters de creación (re-re-sic), todo el mundo cree que se puede obtener un diploma de escritor!! ¿Se puede obtener un diploma de sensibilidad y de talento, o incluso de bondad? ¿No está claro que se necesita una vida para todo eso, e incluos, eso, no basta? Eso no significa que se deban respetar las categorías como lo pretende Millet ni restablecer la figura de la autoridad, eso significa tal vez que vivimos una época muy secular y muy aburrida, porque todo el mundo cree que es posible promocionarse socialmente con un libro, adquirir "status" (!!!). Me hace gracia ver como "ofician" algunas personas de escritores y en esos casos no hay espontaneidad en el trato y las amistades abortan. Me sucede todo el tiempo y siempre termino apartándome con la pregunta de si encontraré a alguien dispuesto a dialogar conmigo desde la espontaneidad. Volviendo a Millet, de ahí a querer hacer el elogio de Stalin!! No sé, también escuché al economista italiano Toni Negri banalizar ese tema y casi comparar a Stalin con un héroe! No sé qué les pasa, a fuerza de querer protestar se resucitan a los tiranos para que empuñen el látigo, ¿quién ha dicho que el castigo hace reflexionar R?

1 commentaire:

Fernando Visbal Uricoechea a dit…

Los post sobre Millet me dejaron pensativo. Han sido de las pocas veces en que no eres clara, como si en este caso la amistad nublara la escritura. Sigo tratando de entender la relación entre desilusión , desmoronamiento de la autoridad, del padre, de las jerarquías, y el carácter reaccionario de Millet. El désenchantement -Entzauberung der Welt- de la modernidad(M.Weber). La tensión entre la servidumbre y la libertad en que se debaten estas democracias de masas (A.Tocqueville). Todo eso me vino a la mente para entender qué resulta en la literatura. Me inclino por creer que de la basura del derrumbe (de las torres 11-S) saldrá la garra del arte que acompañe lo que sigue. Sin quejarnos ni posar de reaccionarios.