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mardi, septembre 11, 2007

Claridad



Sí, tal vez no siemre logre ver con claridad, sobre todo cuando hay afecto de por medio. Pero ahora salgo a recoger libros y es una celebración inividual, personal, egoísta y narcisa ir a recoger un libro como si se tratara de una persona viva!




Cuando algo me disguta, el hecho de no poder comunicar, de sentirme muchas veces un objeto más que un sujeto, de tener que mirarme al espejo y no reconocerme como lo que creo que soy (una mujer a par entiere, Flora dixit), me quedan los libros. Robert Walser decía: me puede suceder cualquier cosa, incluso estar encerrado en un sanatorio (Benjamenta), pero nadie me puede robar mi imaginación. Entonces yo pienso cómo este libro es Olivier y soy yo, y son otras personas, y tb Ch leyendo en un parque de Barcelona este texto con generosidad, en suma todas, esas voces, gestos, huellas, que los demás dejan en mí y que se transforman en algo con movimiento, pero que me han hecho pensar, pensar muchísimo en muchas cosas y sentirme más viva, más completa. Por eso, siempre pienso que aunque tengo mucha soberbia, puedo llegar a poseer cierta humildad. Y no creo estarme maquillando...


Foto del centro de Lima que se parece al lugar donde me dirijo y video de autoficción en la casa de Chateaubriand.


2 commentaires:

Fernando a dit…

Es interesante, sobre este post y la entrega anterior, Daniel Goleman en "Vital Lies Simple Truths" (traducido al espanol como "Psicologia del Autoengano")le da una respuesta tanto cientifica como literaria a la mayoria de sus inquietudes. En uno de sus capitulos se lee: "La desdicha que sienten quienes prestan una atencion exagerada a esa verdad que se filtra por entre las apariencias manifiestas es, en cierta forma, el costo social que tienen que pagar por contravenir un contrato social basico. Esto explicaria la contradiccion de que quienes ven -y expresan-con mayor claridad lo que la gente realmente siente, tienen que pagar un precio por esa claridad"...

Pablo A. Fernández Magdaleno a dit…

"La claridad viene del cielo: es un don."
Así comienza Don de la ebriedad de Claudio Rodríguez.
Un saludo