he estado pensando en los mensajes que recibo y en la lucidez de muchos de entre ellos. Es cierto, la coherencia y la claridad tienen un precio, pero siempre es una batalla que ganamos en el plano íntimo. Justamente porque hay una forma de pensar que no tiene oxígeno, prejuiciosa, conservadora, castradora y sin oxígeno, que vale la pena seguir escribiendo. No hay culpables, y siempre pienso en una frase que tomé de un libro de Simone Weil, solo hay víctimas: el que padece y el que ejerce dominación. Es la alienación de la que siempre hablo. Si la crítica literaria sigue siendo conservadora, aún más en sociedades que están en pleno movimiento, tratando de configurarse un rostro, es porque el lenguaje, sobre todo el escrito, representa un sistema de valores, y estos no cambian a no ser que la estructura de la sociedad cambie. En una sociedad de categorías tan fijas como la peruana, estos valores cambian muy lentamente y cualquier discurso o propuesta que atente contra ese orden es desactivado o silenciado. No hay eco. Pero también porque todo discurso abierto y sin categorías, no encuentra espacio y parece subversivo. Curioso, pero la sociedad peruana, en todos sus niveles sociales es conservadora, no es irreverente ni independiente, es pasiva y se moviliza poco, salvo por cuestiones de subsistencia. Las ideas, los símbolos no convocan demasiado, son tan abstractos, tan poco concretos que se hacen invisibles. Sin embargo, existe una atención, una espera de parte de la población que desea reconocerse de alguna forma en todas las manifestaciones que va viendo, sobre todo las culturales. Cuando se habla de países "subdesarrollados" (término que me parece detestable) no se habla ahora de la economía (el cfecimiento económico es un hecho, otra cosa la distribución de las riquezas) sino de un contenido cultural, de ahí que la auto-crítica, la auto-reflexión y los espacios de convergencia donde el recorte social sea distinto y posea otros contenidos, se hace indispensable.
No he puesto el video de autoficción, imposible comprimir el contenido.
1 commentaire:
Lo que pasa en Perú, también pasa en mi querida patria. La iglesia y nuestro apego a la iglesia nos deja cada vez más atrás.
Te cuidas.
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