Algunas cosas, imágenes, instantes, intuiciones, son siempre una reserva de bienestar, en ellas me recuesto, coloco la cabeza, me relajo y duermo un sueño dulce y relajado, sin miedo.
Algunos lugares en México, el D.F, Oaxaca, Xalapa, Veracruz...
Mi Lima querida, su mar, su caos, las calles de Barranco, ;Miraflores y el centro de Lima, la casa de mi madre en las afueras de Chacalacayo, de mis amigas queridas Elba y Tatiana y Patricia... Mis hermanos... Mi nube de sobrinos... Mis amigos....
París y sus calles, sus cafés, Belleville, Odeón, Chatelet, los Jardines de Luxemburgo...
Pensar que no he comprendido nada pero que siempre voy a desear hacerlo...
Escuchar France culture y oír, como esta mañana, alguien que dice las cosas que siento (Le déclin de la gauche en Occident, con Raphaelle Simone, filósofo italiano).
Mirar ahora el Monte Ávila... pensar en los viajes a las islas del Caribe... los Roques, por ejemplo..
recordar la casa de mis abuelos en Coracora, los viajes a la hacienda, el micro destartalado..
algunos vocativos dichos por algunas personas queridas...
mis libros siempre abiertos,
las ganas de confiar siempre y el descubrimiento que solo así descrubrimos lo mejor de los demás
el querer desear, amar, dar...
X en la mañana....
Y algunas cosas más..
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