Estoy sumergida en la lectura de Los desposeídos, del irlandés Robert Mc Liam, que me acaba de llegar desde Francia. Es sobre la pobreza en Irlanda del norte...
Ya traduciré algunos fragmentos. La noche luce encendida, todos los cafés y restaurantes de La condesa, llenos. El domingo hay eleccciones legislativas y municipales en México. Ambiente caldeado, solo votan 30 por ciento y de ese 30, un 15 piensa votar nulo.... Alarmante...
qué hace algunas veces busquemos la compañía de personas con las cuales no podemos comunicar? Me sucede a menudo, no sé si a ustedes. Creo que tiene que ver con la confianza que ponemos en las capacidades proteicas de lenguaje, de habla y de afecto implicado. Si estuviésemos convencidoas que solo podemos dirigirnos y establecer relaciones únicamente con personas de nuestro medio cultural, social, o del mismo idioma, sería terrible. Yo no creo en las categorías, ellas están para removerlas, y para pensarlas. Así, siempre me digo, toda persona es inteligente, que yo posea mayores signos para expresar ciertas cosas, no me hace mejor, simplemente, me sitúa en otro sitio de la experiencia. Creo que eso me mantiene en cierto estado de inocencia... enfin, je le crois....
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