En suma siempre partimos desconfiando de nosotras mismas, con culpabilidad, partimos a escribir con cuatro centavos en un modedero que los otros nos han dado. No partimos con libertad. Hay que confiar en sí misma. Así como confiamos en los demás, en el amor... en el deseo... y sin embargo, con nosostros mismos, estamos llenas de desconfianza, por qué? No es justo. Yo confío en mí como en otra. Confío completamente en mí.
Esta es una frase de Marguerite Duras que encontré en un libro de Los lugares de MD.... Y sí, había arrogancia en ella y algo de vehemente... justamente, esta mañana me decía que la lucidez nos impide crear a costa del sufrimiento de los otros, quiero decir, haciendo abstraccción de lo que sucede con los demás. Me sucede a menudo con personas muy cercanas y me duele no poder hacer nada. Me siento inútil y la literatura me puede parecer una pretención sin nombre. A veces también pienso que pude haber ofrecido libros más vitales, menos duros... Oh, la culpa! Confío en mí? No lo sé, creo que yo no confío tanto en mí, pero sí en los demás... de ahí la necesidad de saber que están ahí, como lectores, como compañías... en realidad creo que todos llevamos una criatura asustada dentro de nosotros, pero seguimos, avanzamos....
2 commentaires:
Enciendo la Vaio mientras intento despertarme y busco tu último post. Hasta hoy no había pensado que sos parte de mi desayuno, de mis mañanas y lo que podría ser catalogado como simple costumbre, yo lo considero una excelente elección.
Para mí es un placer saber que soy la compañía de ciertas personas...
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