vendredi, janvier 23, 2009
La mujer rota
Tengo que empezar diciendo que la presentación de ayer ha sido bastante extraña. Pocas personas, amigos que, generosamente, vinieron a acompañarme. Pero resulta que la presentadora, una escritora muy buena y conocida, de quien no diré el nombre para no comprometerla, por una improvisación que se prolongó espontáneamente (respondía a unos comenatrios de Carola, mi editora), se paró indignada dejándonos a todos plantadoas (usar la "a" ahora es poco menos que irónico, porque la mayoría de los asistentes fueron hombres), con su presentación rota (gesto que me hizo pensar en "La mujer rota") sobre la mesa (sic). Creo, honestamente, que hubo un malentendido y que esa no fue su intención, ni la mía usurparle el rol de presentadora... simplemente, estaba nerviosa. Siento que, entre las mujeres no circula mucho oxígeno (porque no lo tenemos), menos cuando el espacio es compartido y surgen imprevisibles. Leí en ese gesto un diálogo perturdo por un agente exterior y la idea de que, a veces, son las circunstancias las que nos empujan a actuar de una manera que no esperábamos. Este camino es solitario, lento y largo, peor si hay acompañantes, mujeres y hombres, es menos largo y más alegre. Antes, yo había hablado con Olivier del Amor Fati, de amar su instante con todo lo que pueda tener de bueno y de malo, pues bien, amo mi instante. Para no desestabilizarme, pensé en los mensajes que iba recibiendo por mi blog, en las frases de mis amigas queridas, en mi familia. Y seguí con la presentación, sin amilanarme. La verdad que fue una pequeña prueba, tal vez de humildad, porque no quise tomarme tan en serio, porque sé que, aunque haya oro en mí (el oro del Perú!) y en los demás, no somos gran cosa, a lo sumo, como dije, "mediadores" que intentan poner entre las menos de sus lectores un poco de belleza, un poco de vida, aunque me quede un poco vacía, un poco perdida en ese intento. Y que siempre intentará estar a la altura.
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4 commentaires:
oh, una pena menor lo que pasó en tu presentación, me hizo recordar ese cuento de calvino de la mujer que pierde su traje de baño y no confía en las mujeres que la rodean para que la ayuden...
Por cierto, felicitaciones por el libro, y me sumo a lo que ya te han preguntado:lo podemos encontrar aquí en Lima???
Saludos
Gracias por este mensaje. Debería llegar por el Fonde de Cultura económica, de México, en su edición mexicana. Pero no lo sé... esper que sí. Ya pasó ese momento y ahora quisiera seguir trabajando.
Bueno, como que la gente Importante no tiene paciencia en estos días. Hay que agradecerle a los que estuvieron y se quedaron.
Hubiese sido bueno ver un video de todo el asunto.
Saludos, espero que las próximas presentaciones sean más concurridas y menos extrañas.
Amor de mis huesos para los tuyos. Qué cosa puede ser más propia, más íntima, que un hueso.
Abrazos, claridad pá tus ojos y muchos más milagros que contemplar.
Yo mera
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