En ciertos instantes de fuga, de pérdida de sentido, de "Not being", como los llamaba Viginia Woolf, encuentro un frase que me devuelve la autonomía-esta peligra cuando encontramos pocas personas con quien hablar y con quienes compartir nuestras dudas, no persoonas que nos ayuden a adaptarnos sino a pensar-, y esta es la frase: « Faire le choix du confort lorsqu’on a en soi une aspiration à la beauté, à la transcendance, à la poésie, et donc à l’inconnu, c’est se condamner bien plus qu’à l’ennui : c’est être à soi-même sa propre greffe et son propre rejet ».
Traduzco: Elegir la comodidad mientras tenemos dentro de nosotros una aspiración a la belleza, a la trascendencia, a la poesía, por lo tanto a lo desconocido, es condenarse a algo más que el aburrimiento: es ser su propio injerto, y su propio rechazo"... La frase es de Jean Rouaud, escritor francés y perteece a su último libro, La femme promisse.
Esta tarde paseo por las ramblas de cataluña, a la búsqueda de un cine... hacia sol, la ciudad estaba alegre, pero serena, con menos ruido. Encantadora. Barcelona puede llegar a ser encantadora y yo la encantada que escribe en el despacho de Barataria oyendo música clásica, comiendo un sánguche de jamón y una copa de vino, y ahora, adivinen! Me voy a caminar y a afinar unas ideas para ponerlas luego por escrito. J aime ma vie, et ces gens qui sont autour de moi!!
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