Quizás, pensaba, hemos pasado a una época post-literira, es decir, en la cuál el registro escrito etsá en crisis, pero también la lectura. Ambas cosas cuestionada por una etapa tecno-económica de nuestra historia. No sé si creo que hemos llegado al final de nada, sino a una transformación, como decía Heráclito, nunca son las mismas aguas. Y aunque piense que el libro como soporte, cambiará, ya anuncian los libros elctrónicos en español, lo que permitirá ahorrar papel, en lo que no confío es en que sigamos leyendo y produciendo tantos textos de ficción porque los lectoreas son cada vez más escasos... esa es la inquietud, cuáles serán sus puntos de interés, los más concretos e imprescindibles o los más durables, los interiores...
Esa es una pugna constante, dejar que nuestro espacio interior viva, pida, escuche y divague... La mayor crisis del libro, la vemos en América donde se lee lo mínimo y no ganamos espacio sobre nuestro tiempo ocupado, bombardeados de información y de productos que muy pocas veces nos permiten comunicar de verdad. Estamos en la comunicación virtual. Creemos estar acompañadoas pero estamos soloas hablando con gente que nunca vemos ni sentimos... Cuántas horas de messenger al día, cuánto Facebook y Twitter y cuántas conversaciones frente a frente? Incluso diría hablar sin que alguien no tenga un aparato en la mano, Yo creo que la técnica nos ha aportado muchísimo y nos ha dado la posibilidad perseverar y mantener vínculos, pero que también nos distrae de lo esencial, y nos hace vivir en un mundo de apariencias... para eso es importante la autoderteminación, saber administrarse, saber elegir y decir no a ciertas cosas, pero si observamos, la cantidad de personas, niños, jóvenes y adultos que tienen aparatos que usan para juegos y supuestamente comunicar, los convierten en autistas!
en fin, no sé, pero el silencio, diablos, el silencio, es importante...
o no??
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