Ahora todo el mundo ha entrado en crisis a raíz del desmoronamiento económico de los Estados Unidos. Es increíble porque esto se veía venir: el monopolio capitalismo ha sido brutal, se ha manejado bajo la especulación y acumulación de riqueza en manos de poca gente, sin ética, con soberbia, haciendo de la ecomía de mercado un valor sustancial. Por eso me sorprendió ver el otro día que Hugo Chávez había instaurado el trueque en su país, con una moneda simbólica ("para intercambio de saberes y bienes"). Salir de ese mundo virtual que crea el dinero, como un valor que es sinónimo de bienestar, es una urgencia. El bienestar no está solo en los bolsillos sino en el interior de nosotroas. No es que haya menos dinero en el mundo, nunca ha habido tanto, es que la distribución y la angurria es cada vez más importante. Y la pobreza va a aumentar, una locura.
Rimbaud (tenía 16 años), durante la Comuna en Francia, había imaginado una sociedad basada en el trueque, que es una manera menos especulativa de intercambio.
El aburrimiento en el que me hundo a veces es soberbio. Cuando leo el diario de Flaubert me doy cuenta de las razones por las que escribía tanto. Sin escribir no existo.
Siento que en este momento estoy rodeada de algunas personas amuralladas, difíciles de penetrar con palabras o con gestos. Frente a una realidad muy dura, terminamos encerrados, como autistas, sin prestar atención a los demás, ni a sus necesidades. Cuando recibimos poco, porque la vida moderna es agreste, hosca, perdemos esa capacidad de dar sin pensar, sin intercambio, y sin plusvalía. Yo le temo mucho a la idea de volverme así, seca, incapaz de ofrecer con los brazos abiertos, sin miedo. Cada día es una lucha por no perder esa capacidad, esa sensualidad de la vida que puede estar presente en cada instante si sabemos observarlo.
Pongo el link con el Libro Voyeur de Pablo Gallo, que se comenta mucho en blogs, pero que aún no se edita. Es refrescante. Me da curiosidad ver los textos...
www.flickr.com/photos/pablogallo
2 commentaires:
Patricia, todos los excesos se pagan y lo que ha ocurrido con la economía americana en los últimos años ha sido sólo eso: excesos. ¿A quién se le ocurre prestar dinero a quien no tiene recursos ni medios para pagar contando sólo con la plusvalía que el mercado inmobiliario proporcionaba ante una irracional demanda alimentada por dinero barato que venía de todo el mundo?
Todo el esquema se ha venido abajo una vez la demanda se ha detenido y quiénes hubieron esperado saldar sus hipotecas con el incremento del valor de sus propiedades quedaron atrapados una vez los recursos para pagar eran inexistentes. Pero no sólo han quedado atrapados los propietarios de esas viviendas sino tambien los bancos que prestaron para adquirir lo que hoy ante la escasez de compradores han resultado ser instrumentos sobrevaluados.
Ante los excesos las correcciones son necesarias y la historia nos presenta suficientes ejemplos de ellas.
Esta no es la primera ni será la última y dentro de poco la confianza será restaurada y utilizaremos esta crisis como ejemplo de lo que no debemos hacer en todas las cátedras de economía de las universidades de todo el mundo...
Sí, Fernando, es increíble lo que puede crear la especulación. Que está presente en todo, bajo forma de ambición, hasta que se da de golpes con la realidad. Un zorro que quiere alcanzar las uvas y se le viene el árbol encima.
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