No llego a sentir que me apropio del lenguaje a través de la escritura, algo actúa todavía en mí. Llegar a conocer a otra Patricia, una nueva, es lo que deseo, podré, tendré las agallas, la fuerza? No lo sé. La soledad de sta residencia me ha ayudado pero excluye del relato general. Mi crisis se origina cuado siento que el lenguaje, en lugar de acercarme de acercarme a los otros, solo me aleja. Y en eso, la vanidad tiene que ver. No somos ángeles somos un cuerpo, decía Teresa de Ávila, de quien casi termino el libro de Kristeva. Pero esa vanidad, ese orgullo pittoiyable (patético), no lo quiero, solo deseo la dignidad, no el orgullo. Autorizarse a ser arrogante con los arrogantes, sí, pero no con los humildes, saber reconocer. Y sin lamentos. Establecer un equilibrio entre necesidad y contingencia, entre exterior e interior, siempre amenazados por los movimientos en sentido o el otro, por ese juego de espejos que son los otros.
He estado pensando en todo esto y en el comentario de Rocamadour, sí hay un desafío a la autoridad, ya lo he dicho, la única forma de ser independiente, y eso toca de forma figurativa a otras esferas, al orden social y político, etc... Kristeva escribe: sufrir es un destino femenino, está claro y morir humanamente natural. Como creo tener una lectura vitalista de la experiencia, no creo que yo podría ser feliz sin tocar ciertos límites, sin exponerme, sin esa aventura. Escucho a personas mayores. Monique me dice, mírate en el espejo y repítete que jamás vas a renunciar ni a tu pasión, ni a la vida... Tu as une tête de gamine parfois! Mnnnnn (A veces, por la mañanas, tienes una cara de chiquita, Monique dixit)
Pero, por qué a veces que todo entra en mí con una fuerza, con una casi violencia, que hace mal? Y al mismo tiempo hay un goce. Oh, placeres masoquistas. Son necesaris para trascenderse?
Y ahora sigo con mis lecturas, paseos (o, cómo me da pena salir de este paraíso) y reflexiones, me siento tan pequeña! O será simplemente vanidad? Vade retro!
Cito un párrafo de Lorette Nobecourt, encontrado al azar en la web que está en relación con lo que digo:
" Si la littérature n'est pas au service de la vie, elle ne m'intéresse pas tellement. Je ne parle pas seulement de l'écriture mais de la lecture. Je lis énormément pour comprendre quand même, deux, trois bricoles sur la vie avant de mourir. Je crois qu'il y a un phénomène de bascule: il y a un état de désespoir qui à un moment donné est tel qu'il bascule dans la joie, et donc forcément le rapport au monde s'en trouve changé et, forcément, le rapport à l'écriture change aussi. C'est dès lors évident que mon travail n'est pas le même".
Si la literatura no está al servicio de la vida, no me interesa realmente. No hablo solo de la escritura sino también de la lectura. Leo enormemente para comprender al menos, dos o tres cosas sobre la vida antes de morir. Creo que hay un fenómeno de balanza: hay un estado de desesperanza que en ciertos instantes se inclina hacia la alegría, y por supuesto nuestra relación con el mundo se transforma, la relación con la escritura también. Es entonces evidente que a partir de ese instante mi trabajo ya no es el mismo.
Foto con Helene Lenoir, Vadri, y Monique Enkell... Video de los interiores del monasterio, espero que funcione.
1 commentaire:
Me han tocado esas palabras de Lorette.
"Si la littérature n'est pas au service de la vie, elle ne m'intéresse pas tellement..."
Nos hace regresar a la palabra "Vanidad" y al uso que le dan muchos a la literatura. La utilizan para endiosarse, la deshumanizan, la desnutren, la violan. Como has dicho anteriormente cualquiera puede escribir, pero la clave está en el uso que se le da a esas palabras que plasmamos en algún lugar. La vanidad aunque tenga nombre de mujer cuando quiere se viste de hombre.
"Autorizarse a ser arrogante con los arrogantes, sí, pero no con los humildes, saber reconocer."
El lenguaje, la maestría de éste suele alejarnos, la clave está en tus palabras, en saber hacer el switch, saber cuando y con quien utilizarlo.
Saludos
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