Me empieza a acosar en México una sensación rara de asilamiento, es como si todos mis gestos, mis acciones resonasen en el vacío. Creo que es la falta de referencias, de diálogo, aunque sea silencioso, con mi entorno. En Lima, me sucede algo distinto, al final, el exilio es casi absoluto y constante, pero está compensado, allá, por una fuerte presencia afectiva. De una ebullición paso a une estado casi vegetal. Me sucede siempre que no encuentro estímulos concretos. Trato de entender si esa sensación está en mí o es el resultado de dialéctica con el exterior. Lo que sí sé es que cuando estoy en Francia siento una energía enorme, con aburrimiento o sin él, algo está constantemente en movimiento. Aquí me siento señalada por un dedo extraño y fátídico , algo que no hace que me sienta acompañada. Me cuesta ponerme en marcha y tomar incluso un taxi, mientras tengo tantas ganas de leer, de ver. No me despego de mi libro de Simone de Beauvoir (sus Cuadernos de juventud), la leo y me vuelve la energía, luego, si pongo un pie afuera, como no se lo puedo contar a nadie y menos pensar que podríamos sentarnos a hablar en un café, decaigo y regreso a mi guarida. Recupero mi estado natural.
La exuberancia del paisaje mexicano me deja perpleja.
5 commentaires:
Patricia
Me apena mucho que te sientas así en mi país, y eso que se supone somos un pueblo cálido, buenos anfitriones. No sé, quizá se deba a que desde el 2006, merced al nauseabundo proceso electoral, la sociedad quedó lastimada, como erizada, desconfiada de todo. Ojalá la sensación que te aqueja se alivie.
Saludos de la lluviosa Ciudad de México
PS me hiciste recordar un film que acabo de ver "Le scaphandre et le papillon". Cuando Jean-Dominique Bauby se sentía preso, como dentro de la escafandra de un buceador, su mente, su imaginación y su memoria volaban como una mariposa, sin límite. Poderosa actuación de Mathieu Amalric, por cierto.
"Creo que es la falta de referencias, de diálogo, aunque sea silencioso, con mi entorno. "
Un amigo siempre me dice que el escritor es un bicho raro, que se la pasa haciendo algo que va contra la naturaleza del mundo, mientras otros viven la vida, por momentos nosotros nos la pasamos dentro de una burbuja, creando, escapándonos de ese mundo.
Me identifico mucho con lo que dices, si no fuese por los blogs no tendría a nadie con quién hablar de literatura. En los blogs por lo menos aparece gente que aprecia lo que hacemos. En mi caso tengo la suerte de gustarme mucho hacer deporte y bailar, en esos dos ambientes siempre encuentro temas de los cuales hablar, aunque de todos modos me siento de cierta manera incompleto, ya que no puedo hablar de literatura.
Saludos.
Espero que no le suceda lo mismo cuando le toque venir a NY.
Y hablando de México se me ocurre que no estaría mal conocer con cierta antelación la fecha de la presentación de su nuevo libro. Talvez y hasta nos animamos a asistir a la ceremonia. Pourquoi pas?
Montaigne decía que una persona refinaa se sntía como en su casa en cualquier parte, pero una persona extraordinaria, en exilio en cualquier parte del mundo, vamos a usarla como divisa para ponernos de buen humor. La sensación de exilio, intuyo, es la neurosis de nuestro tiempo, más conscientes de nuestros límites, más exigentes, pero hay algo más. Y me gustaría averiguar qué es... en este juego de alteridad, algo emerge a raíz de la empatía.
Fernando, sería encantador, pero la única presentación que tengo confirmada por ahora es la de Lima, el 2 de agosto en la Feria del libro. Este es un libro qe contine ensayos de otras tres autoras: Luisa Valenzuela (arg), Cristina Rivera Garza (mex) y Dianella Eltit (ch, es en la editorial "Sic".
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