Esta frase que cito a continuación es la síntesis de este día, es de Le Clézio (hablando de México): Esta experiencia ha cambiado toda mi vida, mis ideas sobre el mundo, la literatura, el arte, mi manera de caminar, de dormir y de estar con los demás, hasta mis sueños.
Desde que he llegado hay algo que desea tomar forma, un cambio de piel. Creo que mi epistema, mi forma de conocer y comprender, está dando un pequeño giro, lento, precavido. Se trata de las razones por las cuales escribo, y en qué código. Creo que me acerco más a la idea de que aunque juzguemos y tendamos a formar categorías, como un rompecabezas, movemos las piezas para formar otras figuras. Y hay otra cosa que se me hace cada vez más evidente, más importante: que cuando se escribe, por el mismo intento de dejar una huella, se borra la experiencia, se la pierde. He sentido esto de manera muy tangible, que al mismo tiempo de que escribía para arraigarme, mi destierro se hace aún mayor. No he encontrado la fórmula de hacer que mi lenguaje, lo que escribo, no me aisle dejándome sola (un exceso de consciencia también que puede resultar agotador). Entonces me digo, esta experiencia, que también vivió Le Clézio (yo lo siento como un tutor), de alguna forma me acerca a mis orígenes, me hace dudar de la herencia racional, cartesiana, indoeuropea y me pone en contacto con otras necesidades. Cuáles? La de abrir mi lenguaje a otras esferas sensoriales, dialécticas. Por ejemplo, mi lectura de José María Arguedas, es nueva, es como si lo leyera por primera vez. Mi aversión al costumbrismo se ha relativizado. Creo que mi trabajo con el lenguaje como síntoma, de una época y de una condición de mujer, seguirá siendo una coordenada, pero me gustaría ponerme en contacto con esferas más primeras, más fundamentales. Con expresiones más arcaicas con mayor la libertad. Suena complicado pero no lo es. Por ejemplo una de las cosas que más me gustaría es hacer una investigación de tipo linguístico en el CNRS (Centre national de recherche en Francia) sobre las relaciones entre idiomas coloniales e idiomas locales, cuáles han sido sus simbiosis, sus sincretismos y cuáles son sus deudas. Por supuesto que las novelas no son solo lenguaje, porque hay personajes, escenas, espacio y tiempo, pero sin el lenguaje no existirían. Lo que quiero es hurgar en las expresiones marginales, cómo? No lo sé, es una intuíción aún no muy clara. Lo que sé es que me siento más autorizada a hacerlo, o más orientada. Esta refelexión era importane que la pusiera por escrito. Es un mutatis...
en esta mañana de sol espléndido... Y ahora a trabajar...
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