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samedi, juin 16, 2007

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Pensaba esta mañana, en qué significan todos estos lugares que yo disfruto y que no los puedo compartir. Es cierto, está el cielo, y esos árboles tan altos, y el cielo, y esta atmósfera sosegada, pero no haberla compartido con mi madre, con mis hermanos, en suma, con las personas que quiero, me dejaba una especie de parálisis en el pecho. Alguna vez les podré devolver todo lo que me han dado, esa infancia, ese mundo tan intenso? No lo sé... Son lo fatums de la exiliada, de la ausente que cuesta aceptar. Francia de alguna manera me ha permitido escribir. Y madurar.Ver las cosas comos son, y apreciarlas en su justa valor. Me ha obligado a ver las cosas de frente, sin florituras, una forma de madurez, pero el perú es mi infancia y mi Arcadia, siempre. estoy rodeada de objetos y de retratos de personas que admiro, pero eso no me separa de mi pasado, au contrario, lo hace más intenso. He ahí la intensidad del exilio.

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