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jeudi, avril 14, 2011

Los términos

Trabajar constantemente con las palabras, nos empuja, siempre a analizar su sentido. Pensaba, en el capítulo de Claude Lévi-Strauss sobre El pensamiento salvaje, La ciencia de lo concreto, y en especial, pensaba en un término que usamos constantemente, "populismo".
"En todo idioma, el discurso y la sintaxis procuran recursos indispensables para llenar esas lagunas del vocabulario" dice CLS. Estamos constantemente nombrando. "Populismo" se emplea para decir de todo, una retórica fácil, vernacular, que se distingue de la sabia, o la académica. Bourdieu vio en este empleo del término un prejuicio de clase.  Tal vez habría que distinguir el populismo nacionalista, o étnico-nacionalista, de aquel que emplea un lenguaje popular para hacerse entender. Es decir, muy difícil no caer en el populismo si de desea llegar a las masas, todo discurso privado de su valor comunicativo, se convierte inmediatamente en prohibición, incluso es interpretado como desdén. Pienso en el discurso de los líderes políticos, tan susceptible de ser "populista", en el peor sentido del término. Hay ahí cosas para analizar. El problema es que no podemos criticarlos sin parecer pedantes o elitistas. Y por más que deseemos un lenguaje simple, esto no significa que las ideas sean simples, que reduzcan la realidad, la caricaturen, o la conviertan en hojalata. Hay que desmontar, interpretar, dar un sentido nuevo a los términos, apoyándonos de alguna forma en la experiencia.
Encontré una aproximación de este término (de Jean Pierre Tadieff) que me parece interesante:

palabra viajera, concepto inexperto, bastardo, de un "pueblo indeciso". El populismo no se puede reducir ni a un regimen particular, ni a contenidos ideológicos fijos...
El empleo abusivo de un término priva a una palabra de su pertinencia, la hace inútil, incluso dañina..


La prostitución

¿Cómo es posible penalizar la prostitución y no saturarla de sentido hasta que haga comprender que significa la explotación y la denigración de las mujeres (y de los hombres y niños)? El castigo no ayuda en nada, solo estigmatiza, empuja a la clandestinidad, crea circuitos aún más crueles. Van a promulgar una ley para penalizar a los clientes en Francia.

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