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lundi, avril 11, 2011

La promesa, elecciones en el Perú, ni ganadores, ni perdedores

El progreso moral de una sociedad se mide en su progreso moral, no en el económico.
Jean-Jacques Rousseau

Ayer fue la primera vuelta de las elecciones en el Perú, y como se había anunciado en las encuestas, Ollanta Humala, el candidato de Gana Perú, encabeza esa primera vuelta, seguido por Keiko Fujimori, y Pedro Pablo Kuczinski, candidato de la derecha más ultraliberal. Esta elección tiene varias aristas, es compleja, y creo que no se esperaba que ganara Ollanta, sino Alejandro Toledo, de Perú Posible. Da la impresión que el candidato de Gana Perú, logró producir un "efecto de espejo" en el electorado peruano, evidentemente el más marginado: provincias, conos, sectores "rurales", como se le viene llamando en el análisis de los resultados. Lo que me deja perpleja es que el Perú siga siendo un país en el que se considera que el voto de un ciudadano de Miraflores, tiene más valor que el de uno de Comas, o del Agustino. Resulta indignante y hay que protestar por todas esos excesos racistas que se han dado después de que se conocieron los resultados. Cierto, una democracia madura lentamente, pero hay una responsabilidad de nuestros gestos y nuestro lenguaje. No sé si Ollanta sea Lula, o Chávez, sé que es un candidato que tiene un pasado complicado durante su actividad como militar durante el gobierno de Fujimori, pero el poder judicial no dejó ninguna traza turbia, y es una institución en la que hay que confiar para poder ir hacia una democracia sostenible. Sé también que las personas que lo rodean son militantes de una izquierda que ha vivido los años de Sendero, que ha crecido y que ha madurado. ¿Por qué no pensar que Ollanta también lo ha hecho, por qué no concederle ese prurito? Llamarlo "el comandante" es un juego perverso, es exagerar el vínculo con Hugo Chávez, que además, no es un diablo ni un personaje maquiavélico que desea gobernar toda América Latina ni el candidato, un pelele de él. Estos cambios geo-polítcos responden a un desplazamiento en la mirada en las poblaciones marginadas, es una toma de palabra, es la Palabra del mudo!! No es necesario hacer una revolución como en Medio oriente, es necesario pensar en votar por un proyecto que represente los intereses de esa mayoría tan golpeada.. Vivo en Venezuela y veo día a día que, pese a los errores y al caudillismo del personaje, que se comprende (creo que también sus excesos) por la soledad del personaje, no hay una oposición que crea en la democracia ni en el diálogo (insulta, desprecia). Pero creo, confío, en que Chávez es un demócrata, que cree en la democracia y trata de protegerla. Veremos qué sucede en las próximas elecciones. Ahora, es cierto que Lula ha mostrado su apoyo al candidato Ollanta y no es sorprendente, hace unos días Lula estuvo en Acapulco, y dijo algo que todos deberíamos tener muy presente a propósito de México: el problema fundamental con el narcotráfico, es la pobreza. El problema fundamental del Perú, es también la pobreza (hemos tardado tanto en comprenderlo!!). Ayer, Toledo intervino luego de conocer los resultados parciales de la elección y dijo: hay un reclamo popular por una repartición de la riqueza. No hemos visto esto y este es un voto de protesta. Es decir que el reproche iba hacia sí mismo como gobernante, pero, ¿por qué solo Ollanta lo dijo claramente desde el inicio de su campaña? Presumo que porque en el Perú siempre se ha temido tener una propuesta muy radical con respecto a grandes reformas sociales, y sobre todo, gobernar para una mayoría pobre y mestiza, o chola (esa es una de las razones por la que mucha gente "bien" dice que se irán del país, sic) y no para una minoría blanca, racista, y que no desea una democracia (relaciones de igualdad y respeto). Después de mucho tiempo oímos a un candidato hablar de reformas importantes sobre la educación, el empleo, la salud... etc... Luego, hay también una actitud menos esquizofrénica en aquella de reconocerse en un pasado que no averguenze (Ollanta representa al cholo provinciano que llega a Lima y recupera moralmente a esa población maltratada durante siglos, está clarísimo), pero toda revolución que no florece, termina en dictadura (es lo que podría pasar con Venezuela). Y hay frases que intimidan, toda alusión al nacionalismo (con ese "ismo" exasperante) podría significar también una insularidad, un encierro, esperemos que no sea así.


La dialéctica

Lo que me parece interesante es la dialéctica forzada a la que se enfrenta ahora la población peruana, que se ve obligada a"pensarse" de otra manera, salir de la caverna y de una sociedad de privilegios, porque todos y todas lo han venido diciendo desde hace mucho tiempo: el crecimiento, hecho, pero los avances sociales, ¿cuáles son concretamente? Es es América Latina donde las distancias entre ricos y pobres es la más radical, y sin embargo son países que viven una primavera económica... entonces....lo difícil será enfrentar a una candidata como Keiko Fujimori, hábil y manipuladora, que ofrece a una población desesperada (de ahí que se infantilice y crea que hay la necesidad de una autoridad masculina, para organizar un país) soluciones fáciles, rápidas y radicales, en contra de aquellas que buscan la concertación y el diálogo, sin ceder en propuestas de fondo. Para que una democracia se afirme, es importante que no se caiga en la reflexión fácil y caricatural. Esperemos que no hagan de Ollanta el mesías salvador, con discurso "milenarista", sino un representante de sus intereses, un traductor de las necesidades más urgentes. De hecho, los medios de comunicación tienen una responsabilidad enorme, pero a lo mejor, el país encontrará su propio equilibrio. Es una promesa.

3 commentaires:

vargasluna a dit…

De acuerdo en todo, excepto en que no puedo llamar democrata a quien se mantiene mas de una decada en el poder.

Patricia De Souza a dit…

Esa es una cuestión de principio, que yo también comparto, pero, como observadora, veo una democracia y no lo que dicen los medios... Y surge la pregunta, hasta qué punto pueden hacerse grandes transformaciones sin generar caudillismos, mesianismos, y todos los "ismos"... justamente, es la crítica que hago a Humala. Desde una posición rousseauniana, siempre defiendo la idea de que la sociedad hace la mayor parte, y ahí es donde hay responsabilidades sociales... me explico. Si Chávez está en el poder tanto tiempo, es que no hay una oposición, es que no hay diálogo y el personaje ha sido divinizado. Pero, que cometa atropellos contra los medios de comunicación, contra los ciudadanos, no, no he visto nada de eso.

Patricia De Souza a dit…

Y olvidé, Miterrand, gobernó 14 años, hablamos de una democracia, ¿cierto? Lo que hay que ver son los dispositivos democráticos, si estos funcionan: medios de comunicación, movilidad civil. Y eso, como lo dije en otro post, existe. Lo que me da desconfianza es como terminamos reduciendo un proceso a un detritus, a una nada. Hay avances, hay logros, que eso derrape, y que haya errores, es comprensible, salvo, si realmente deja de ser una democracia. Pero la caricatura, socialismo igual a dictadura, es tan radical como pensar que el neoliberalismo es la única opción.