Esta tardedisfrutaba del silencio de la pequeña terraza de la casa en que vivo, las aves volaban bajo, los árboles eran sacudidos por un viento suave...
varias cosas pasaban por mi mente, imágenes, diálogos, intuciones...percepciones... percibo, sí, cierta madurez entre los venezolanos, una responsabilidad nueva frente a las necesidades de los demás, incluso desde la oposición, una vocación fundamental por la democracia.
imágenes del intento de golpe contra Correa, Presidente del Ecuador, la movilización civil y contienental para defender una democracia, al margen de las discrepancias (todo eso es nuveo en el continente). Toda voluntad popular debe ser respetada y cualquier cambio no se puede aceptar desde la violencia y el abuso, sino desde la representación social y su forma legítima, el voto.Ese ha sido el mensaje que han enviado todos los gobiernos de este bloque...
esta mañana desayunaba con una amiga venezolana, y le comentaba mis impresiones, todavía frescas sobre su país todo esto, , en medio de la exuberancia de este paisaje que invade los sentidos., los agudiza, reconciliándolos con la naturaleza...
hay una cosa que me entristecía, pensar en el poco valor que tiene la vida en América Latina, oír que la muerte se ofrece a cambio de ideales, todavía estamos en esa fase de sacrificio, de otorgarle un chivo expiatorio a los reclamos populares... puede ser? por qué no creamos una cultura de vida, de respeto a la vida? A lo mejor porque nuestras vidas son todavía muy vulnerables, muy precarias en el sentido más básico y no se vive con la convicción de que tenemos un derecho a una vida si hay una mayoría que la expone por nada, por un poco de bienestar, por un mínimo de promesa de futuro, es una cultura que piensa mucho en la muerte...
me quedo con la tarde y con algunas reflexiones vagas, todavía no he trabajado, y debo arrancar...
Vista de Caracas, depuis ma terrace!!
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