A veces una vida entera no basta para crecer, para nacer a la vida de verdad... acabo de pedir un libro a la Fnac sobre una mujer que nace solo a los 55 años, cuando su madre está muy enferma y ella asume su cuidado. Hay experiencias fundamentales, y todoas, necesitamos nacer a la vida, sin conflicto, naturalemente, para emplear una palabra que aleja la violencia. Mirando el Monte Ávila, leyendo el fragmento de esa entrevista, mientras miro los gavilanes que volan en grupo, y hacer piruetas, en medio de la montaña y de un calor húmedo, acariciante, pienso que (aunque todo el mundo piense lo contrario) Caracas, esta casa, esta montaña, este momento colectivo y a la vez solitario, podría ser un espacio), entonces, que este lugar me permita significar, soñar, represetanr, que deje de ser esa niña enfunfurruñada que no se reconcilia con ciertas cosas de su pasado, ni con esa violencia que a veces ha recaído sobre personas que quería muchísimo, no aquellos a quienes no elegimos, la familia, sino aquellos que la vida pone en nuestro camino y que son un don, pero que no sabemos o no estamos preparadoas a recibir.
Y aunque suene medio a oración no lo es, digamos que es una canción, serena, luminosa, querida....
!Y que tengan un lindo día domingo!
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