Escribir para mí tiene que ver con estar muy presente ante mí misma, con una relación de confianza en las palabras y en su capacidad de comunicación. Hay días en que es difícil confiar en ellas y lanzarse a manipular el lenguaje. Creo que se necesita estar en un estado de "feliz inconsciencia", de fluidez. Lo que siento es ganas de escribir cosas muy concretas, menos reflexivas, cuestión de etapas pienso yo.
Ayer estuve en la entrega del premio (que es para los escritores mexicanos) Antonin Artaud a Guadalupe Nettel, a quien conocí en Barcelona cuando fue finalista del Premio Herralde junto con Manuel, y fue interesante lo que planteó sobre que escribía inspirada en aquellas personas que tenían algún defecto físico o una carencia, que esa era su humanidad. Me pareció muy hermoso y muy maduro. Me puse a leer Pétalos, el libro que publicó en Anagrama. Trataré de colgar un fragmento.
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