Ahora caminaba por las calles de Sete y pensaba en Catherine Millet y me llama CM. Me dice: sacaré tu artículo sobre la exposición de arte en México d.f. en Art press, pero hay que hacer cambios, en realidad los haré yo. (...)Y leí tu texto de ficción en francés y me ha parecido muy interesante... etc... Regresé pensando que debo seguir con ese texto en francés, no lo he elegido, se ha impuesto y quiero seguirlo, saber adónde me lleva. Hoy el mar estaba violento y era delicioso pararse al borde del dique para sentir algunas gotas de agua humedecer mi rostro. La casa de Karin y Gilbert es una casa agradable, grande, muy grande, sala luminosa, sillones cómodos donde sentarse a escribir... Una chimenea, el techo de vigas, con muchos focos que iluminan un sala también grande y dan una cierta atmósfera de misterio... un poco así:
1 commentaire:
LLevo no sé ya qué tanto tiempo mirandote entre las luces y no sé qué decir.
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