Llegando a París es me impresiona la cantidad de cosas que hay para ver y hacer, entre el cine, las exposiciones, el teatro y las conferencias, llenar cada día, pero yo necesito estar también en un espacio de soledad, de quietud, donde no haya nadie más que hable. Ayer vi la exposición de Alberto Giacommetti en Beaubourg, luego una muy pequeña sobre el cine de Víctor Erice y Abbas Kierostani, un español y un iraní, dos visiones de la niñez, de la muerte y de la vida en el campo. Son mundos que casi han desaparecido. Imágenes, salidas, mundo, voces...
Y hoy hay teatro, es tan fuerte el afuera, el presente que cuesta evocar pasao, hay que hacerlo resonar entre un tumulto humano, y como yo soy por esencia tumultuosa.... Mnnnnnn
2 commentaires:
pero no hay como llenar la soledad con esas impresiones que vamos re elaborando, en silencio, desde lo cotidiano; es una soledad acompañada de signos que nos hablan desde otra perspectiva...
vaya vaya que ciudad tan vital lima no esta muy lejos de ello solo que falta mas apollo pues. Con las justo conozco las galerias del icpna las de miraflores el centro españa las universidades poquisimos teatros y nada mas.
Enregistrer un commentaire