Siempre pienso en la forma como estamos marcados por nuestro fatum, de alguna manera, nos atrapa la mirada de los otros. Hay situaciones que parecen una ecuación matemática, simplemente, contamos con lo que podemos esperar, no hay sorpresas. Una de ellas es encontrar entre las personas que nos rodean verdaderos inerlocutores, comprometidos, dispuestos a entrar en ese pacto que es compartir, con todos los defectos que posee el lenguaje. Toda relación que se cierra es como una falla del imaginario individual, es una falta de imaginación, cuando nos quedamos en la perspectiva más pequeña y no logramos subir la montaña. Ahora que corrijo un texto e francés, me doy cuenta que tratar que una frase sea clara, comunicar una expresión, es como subir una montaña, y este texto es elocuente:
Lo que les digo es cierto, si tienen una fe gruesa como una nuez, dirán a esa montaña: muévete de aquí para allá, y ella se moverá, y nada será imposible.
Mateo XII, 17.
2 commentaires:
La curiosidad nos hace subir montañas, abrir nueces, hacer click en el link de un blog. A veces no se siente mutua esa curiosidad y al interlocutor se le deja siendo por siempre interlocutor.
Es bueno compartir una fracción de esta corta vida con personas que nos hacen sentir lo valiosa que es.
Según el fatum este comentario estaba ya escrito.
Saludos Cordiales.
Y si la fe es pequena estar dispuesto a mover la montana por otros medios...
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