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lundi, octobre 31, 2005

Escribir

El trabajo de escritura no es una cosa deseada, es algo extraño, algo que viene desde el silencio y va hacia él. Es como una mancha en el papel, que se marca una vez que el cuerpo está cargado y puede dejar gotear su humor en forma intelegible. Es como silbar sola en un corredor oscuro y desconocido, a veces, otro silbido lo reconoce y contesta, pero siempre desde el silencio. No es en el terreno de la doxa que se impone, es en el de los sentidos y por eso, no trata de convencer sino de hacer sentir. He ahí unas cuantas coordenadas sobre lo que para mí es escribir. El pensamiento de alguna manera es infinito, como el deseo, y la única forma como lo podemos fijar es dejándolo escrito, y eso, después de tener la voluntad de hacerlo. A veces me puedo pasar horas pensando en lo que voy a escribir y no hacerlo sino en el instante en que me parece irremediable, ahí, escribo. Es ahí cuando realmente se trata de una escritura; no busca miradas complacientes, ni elogios, simplemente tiene que existir...
In vita vixit!

2 commentaires:

Magda Díaz Morales a dit…

Por eso escribes tan bien y tan bonito, y no son palabras nada más las que digo, basta leerte para percibir que es así.

Es muy cierto, las palabras vienen del silencio y van a él...

Von Krolock a dit…

Nuestras dobles y triples e incluso infinitas vidas; nuestras propias palabras hablándonos desde el silencio, recordándonos desde la tumba, resucitando lo que fuimos en tanto alma.

Un saludo.