En la mañana tengo la luz de la ventana, del cielo de Barcelona. Me gusta mirar ese cielo, mirar los muros, las puertas, los suelos revestidos de losetas, no es de madera como en mi casa de Caracas. La madera es tibia, la loseta fría. Creo que me recuerda a mi casa en Chaclacayo, las que dejamos por nada, las losetas eran rojas y había que abrigarse los pies. Busco los libros de Ingeborg Bachmann, ayer vi Malina en La central y quise leerla. Recuerdo que estaba en la biblioteca de Saorge y que todos me decían la "gran escritora que era".... Un amigo me indica cómo se pueden bajar libros gratis, me dice que los baja todos, ¿todos? le pregunto y el gato de David juega cerca, sí, dice él, pero Bachmann no está.
Fui a ver la película de Woody Allen y salí corriendo, no solo doblada, sino que estaba plagada de lugares comunes, y las mismas escenas relamidas de WA, agobiante... si no fuese por París, pero París es mucho más que una ciudad con callecitas empedradas, museos y restaurantes suntuosos, París es también humana, es la mirada de X, las manos de F, la manera de hablar de M, es el croissant que remojas en el bol lleno de té o café, es el cielo nublado, era la calle Ribera, luego, Pernety, y luego muchas más que no recuerdo.
y bueno, si croissant, me voy a tomar algo...
lecteurs ce n est pas pour me vanter mais je vais voir un thé...
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