La inquietud, las ganas de saber, de mirar, de conocer, siempre me ha llevado a moverme en muchos sentidos, y sin embargo es un azar que logre viajar tanto, y en ese sentido, las cosas suceden o nos suceden. Entonces, como prefiero ese perpetuo movimiento, inevitable desarraigo, cierta fragmentación, mi madre en el teléfono, Olivier, ahora rumbo a Caracas, yo en Toulouse, luego en París, luego en Barcelona, luego, de nuevo en Francia... Lo que me mantiene unida es mi propio interior, siempre estoy siguiendo una pista, un hilo conductor que es mío, o me pertenece en cierta forma. A donde vaya están mis libros, mi blog, mis fantasías, y mis ganas de seguir escribiendo, ahora que estoy en Francia, con más ganas y más convencimiento: hay una simetría que siempre he reconocido en Francia, un silencio, una armonía, una facilidad para vivir...
Estoy leyendo fascinada el libro de Monique Wittighttp://es.wikipedia.org/wiki/Monique_Wittig, Le chantier littéraire, noto coincidencias, la literatura como un "caballo de troya" o una "máquina de guerra", el lenguaje como el problema más concreto y más urgente, es que es como si de pronto mis interlocutoras, hablasen! O es que ahora las escucho claramente... Sigue el resfrío, la tos, un estado medio febril que permite seguir pensando, con más lentitud, con más rigor... será??
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