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mardi, décembre 29, 2009

El silencio cuesta caro

Acabo de salir expulsada de mi cama por una cantidad de ruidos increíble, un estertor sordo, un picapedrero, claxóns, música, y solo son las 8h30 am!! Et ouie... Lima es terriblemente bulliciosa, como no hace mucho frío, las casas están muy mal aisladas, pero, sobre todo, es que a todo el mundo le da igual hacer ruido, despertar al vecino, invadir,.... aaaaahhhh... Si no fuese el mar...



ayer, salida nocturna. La ciudad parece vacía. Han pasado seis meses y parecen seis años... Reunión con mis sobrinos: no sé qué decirles, en qué código hablarles, siento distancias abismales... vértigo y desánimo...



cuando entro en las librerías, hojeo unos cuantos libros, una antología cde "poesía femenina" (sic, re sic) del crítico de El comercio,. Confirmo que no ha considerado el trabajo de algunas escritoras amigas, faltan, por ejemplo, Elba Luján, Tatiana Berger, Ana María Gazzolo, y no lo digo porque sean solo mis amigas, sino proque no entiendo muy bien los criterios del antólogo... Hay algo qué entender...???

desayuno, cielo gris. J en ai marre...

2 commentaires:

Anonyme a dit…

Patricia! el código de los niños es el mismo, por ejemplo, coméntales lo mismo que en este post, que el ruido de esa ciudad te invade, seguro te darán soluciones sorprendentes, tipo, pues tapa los oídos con una venda, o como me dijo mi niña un día que le dije que había mucho ruido en la calle, que ella me contestó: yo cuando hay mucho ruido me concentro. Es increible, para evitar el ruido, pues eso, se concentra! maneja ya mejor el cuerpo que yo mismo, es una crack a sus cuatro primaveras jeje venga, un abrazo!

XIGGIX a dit…

Yo experimente una aproximacion ludica con el ruido intentando encontrarle un cierto ritmo, descubri, como sucede con la musica, unos instantes fugaces de silencio que resultaban asombrosos, despues recurri a la meditacion con buenos resultados pero, al final, me compre unos tapones excelentes y, lo mas curioso, es que en determinado momento, comence a extrañar el ruido :)
Cuando estuve en la selva, habia un niño muy despierto e inteligente que cada tarde me pedia que jugara con el a las canicas, me decia, oye Fico, saca al niño que tienes adentro y yo le respondia, el problema no es sacarlo, si no volverlo a meter; es el juego la mejor manera de introducirse en ese mundo maravilloso de los niños, alli nos encontramos asombrados con esa natural sabiduria con la que resuelven sus diferencias