Sigue mi pesadilla con la computadora y me doy cuenta hasta qué punto es mi prótesis... También el hecho de que un objeto sea personal. Todo en mi es "affectio", no puedo escribir en un lugar cualquiera ni como sea, necesito un mínimo de personalización...
Por otro lado me repito que esos son engreimientos de pequeño-burguesa y que debo superarlos, entonces hoy me levanté con muchas ganas de escribir, miraba el discurrir del Boulevarde Clichy, las tiendas recién abiertas, la novedad de la mañana y sentía ganas de dejarme llevar por esa sensación sin pensar en lo que vendrá después. Pensé en las cosas que suceden en Lima y en el Peru y también en una invitacion de la ciudad del Cusco donde me encantaría estar; pero ese don de la ubicuidad.... imposible. Me prometí que si me ganaba algo me iré a escribir al hotel de Macchu Picchu.... Mnnnn... adoro ese lugar, Ollantaytambo, su clima (el del Cusco, menos)
Pensé de pronto en el valor de ciertas personas, en la manera como se enfrentan a las vida, mi madre, por ejemplo. Me impresiona su vitalidad, su forma de hacer frente a los inconvenientes, su capacidad para disfrutar, entonces me exijo mas y me doy cuenta que una de las cosas más importantes en la vida es saber interpretar y valorizar lo que nos sucede. Nuestra vanidad es muy importante para saber valorar las experiencias y aceptarlas como son. Siempre queremos embellecerlas... Es una lección de vida adaptarse a las circunstancias...
La intuición es justamente es eso...
Ayer dejé la computadora a una persona de la Fnac que me prometio devolvérmela hoy, pero no me dio ningún papel oficial. Y yo acepté porque peensé que debia confiar y no pensar que me podrian enganar...
La vida es una cuestion de confianza, siempre? No sé; tampoco me atreveria a afirmarlo. Escucho en la radio una historia increible sucedida en Brasil: unos jovenes franceses que trabajaban en una ONG humanitaria ayudaron a otro joven brasilero a integrarse a la vida social. Este joven trabajo en la ONG pero resultó robando dinero por lo que lo despidieron. Para vengarse, apuñalo a los tres jovenes en una playa de Rio de Janeiro... Me parece increible. Violentísimo y me pregunto porqué hizo algo así.
Anoche soné algo muy extraño, hermoso e intimidante a la vez: yo estaba en casa de una persona que conozco y que siempre tiene un rol organizador en mi vida, es la madre de una persona que yo quise de muy chiquilla... esa mujer siempre me pareció fuerte, un símbolo importante de la vitalidad de ciertas mujeres. Y había una gran ceremonia para celebrar el aniversario de una deidad árabe. Entonces estamos en una terraza que se parece a la "cour del Palais de Papes" en Avignon, y al fondo, como en un escenario, se ve la ciudad crepitar bajo cantos andaluces, luces y muchedumbre. Pero yo sé que esa celebración esconde otra cosa porque además en un instante en que voy a buscar algo a la casa de esta mujer (la casa es acogedora; con un jardin tipico de las casas de Lima, moderno y luminoso) veo una muchedumbre que viene hacia nosotros, hacia donde vivimos (un lugar burgués) clamando justicia y venganza. Y lo que me aterra es que son musulmanes! Luego, en plena ceremonia, yo trato de prevenir a mi hermana menor, Rossana, que siempre he sentido como la más vulnerable, pero ella esta muy tranquila contemplando el espectáculo. Trato inutilmente de llamarla a su celular y ella no me responde. Entonces aparece como un príncipe árabe y éste se inclina y elije a tres personas en el público, uno de ellos es un joven que él llama por su nombre: Samuel. Yo sé que los van a sacrificar, y entonces siento una enorme pena y frustración.
Fue cuando me desperté.
Bueno; salgo disparada... ejectée!!!
Por otro lado me repito que esos son engreimientos de pequeño-burguesa y que debo superarlos, entonces hoy me levanté con muchas ganas de escribir, miraba el discurrir del Boulevarde Clichy, las tiendas recién abiertas, la novedad de la mañana y sentía ganas de dejarme llevar por esa sensación sin pensar en lo que vendrá después. Pensé en las cosas que suceden en Lima y en el Peru y también en una invitacion de la ciudad del Cusco donde me encantaría estar; pero ese don de la ubicuidad.... imposible. Me prometí que si me ganaba algo me iré a escribir al hotel de Macchu Picchu.... Mnnnn... adoro ese lugar, Ollantaytambo, su clima (el del Cusco, menos)
Pensé de pronto en el valor de ciertas personas, en la manera como se enfrentan a las vida, mi madre, por ejemplo. Me impresiona su vitalidad, su forma de hacer frente a los inconvenientes, su capacidad para disfrutar, entonces me exijo mas y me doy cuenta que una de las cosas más importantes en la vida es saber interpretar y valorizar lo que nos sucede. Nuestra vanidad es muy importante para saber valorar las experiencias y aceptarlas como son. Siempre queremos embellecerlas... Es una lección de vida adaptarse a las circunstancias...
La intuición es justamente es eso...
Ayer dejé la computadora a una persona de la Fnac que me prometio devolvérmela hoy, pero no me dio ningún papel oficial. Y yo acepté porque peensé que debia confiar y no pensar que me podrian enganar...
La vida es una cuestion de confianza, siempre? No sé; tampoco me atreveria a afirmarlo. Escucho en la radio una historia increible sucedida en Brasil: unos jovenes franceses que trabajaban en una ONG humanitaria ayudaron a otro joven brasilero a integrarse a la vida social. Este joven trabajo en la ONG pero resultó robando dinero por lo que lo despidieron. Para vengarse, apuñalo a los tres jovenes en una playa de Rio de Janeiro... Me parece increible. Violentísimo y me pregunto porqué hizo algo así.
Anoche soné algo muy extraño, hermoso e intimidante a la vez: yo estaba en casa de una persona que conozco y que siempre tiene un rol organizador en mi vida, es la madre de una persona que yo quise de muy chiquilla... esa mujer siempre me pareció fuerte, un símbolo importante de la vitalidad de ciertas mujeres. Y había una gran ceremonia para celebrar el aniversario de una deidad árabe. Entonces estamos en una terraza que se parece a la "cour del Palais de Papes" en Avignon, y al fondo, como en un escenario, se ve la ciudad crepitar bajo cantos andaluces, luces y muchedumbre. Pero yo sé que esa celebración esconde otra cosa porque además en un instante en que voy a buscar algo a la casa de esta mujer (la casa es acogedora; con un jardin tipico de las casas de Lima, moderno y luminoso) veo una muchedumbre que viene hacia nosotros, hacia donde vivimos (un lugar burgués) clamando justicia y venganza. Y lo que me aterra es que son musulmanes! Luego, en plena ceremonia, yo trato de prevenir a mi hermana menor, Rossana, que siempre he sentido como la más vulnerable, pero ella esta muy tranquila contemplando el espectáculo. Trato inutilmente de llamarla a su celular y ella no me responde. Entonces aparece como un príncipe árabe y éste se inclina y elije a tres personas en el público, uno de ellos es un joven que él llama por su nombre: Samuel. Yo sé que los van a sacrificar, y entonces siento una enorme pena y frustración.
Fue cuando me desperté.
Bueno; salgo disparada... ejectée!!!